Leonard Bernstein para ver y escuchar, en el estreno de la pel¨ªcula ¡®Maestro¡¯
Sony Classical lanza un lujoso ¨¢lbum de fotograf¨ªas in¨¦ditas con sus mejores grabaciones al frente de la Filarm¨®nica de Nueva York que permite ahondar en el protagonista de la pel¨ªcula dirigida y protagonizada por Bradley Cooper
Una llamada telef¨®nica cambi¨® la vida de Leonard Bernstein (Lawrence, Massachusetts, 1918-Nueva York, 1990). La escuchamos al inicio de la banda sonora de Maestro, escrita, dirigida y protagonizada por Bradley Cooper, que este mi¨¦rcoles lleg¨® a las salas de cine, pocas semanas antes de recalar en la plataforma Netflix. Era la ma?ana del 14 de noviembre de 1943, y el joven Bernstein deb¨ªa sustituir in extremis al legendario Bruno Walter al frente de la Filarm¨®nica de Nueva York. No hab¨ªa tiempo para ensayar, pues el concierto dominical estaba programado para las tres de la tarde. Y su actuaci¨®n ser¨ªa retransmitida en directo por radio a todo el pa¨ªs.
Aquella tarde podr¨ªa haber arruinado su carrera, pero hizo un debut legendario. Escuchamos su excitaci¨®n ilustrada con un fragmento de la m¨²sica que escribi¨® para la pel¨ªcula On the Waterfront junto a la voz del italiano Bruno Zirato, director gerente de la orquesta neoyorquina. Tambi¨¦n suena el dificil¨ªsimo ¡°bop, bop, bop¡± que abre la Obertura Manfred, de Schumann, con que arranc¨® aquel famoso concierto. ¡°El p¨²blico rugi¨® como un animal gigante en un zool¨®gico¡±, recordar¨ªa mucho m¨¢s tarde su hermano Burton, que asisti¨® en compa?¨ªa de los padres.
Bernstein se convirti¨® en el primer director de orquesta estadounidense en dirigir una retransmisi¨®n de costa a costa desde el Carnegie Hall. Y su ¨¦xito fue portada en The New York Times al d¨ªa siguiente. Era un joven asistente de 25 a?os que hab¨ªa compuesto su primera sinfon¨ªa y un pu?ado de canciones populares. La banda sonora, que acaba de lanzar Deutsche Grammophon (DG), contin¨²a con el primer ¨¦xito que tuvo en Broadway, el musical On the Town. Dos de sus temas, cantados al piano en casa de su hermana Shirley, sirven a Cooper para escenificar el primer encuentro con la actriz Felicia Montealegre (Carey Mulligan), en febrero de 1946. La compleja historia de amor con ella de este genio multifac¨¦tico de la m¨²sica cl¨¢sica, jud¨ªo y bisexual, vertebra el resto del filme.
Sony Classical acaba de publicar un coffee table book, titulado Leonard Bernstein. Maestro on Record, con 224 p¨¢ginas plagadas de fotograf¨ªas, muchas in¨¦ditas. Les ha a?adido, en las guardas, una recopilaci¨®n de sus mejores grabaciones con la Filarm¨®nica de Nueva York, desde 1956 hasta 1975, en 12 discos compactos. Un lanzamiento que permite ahondar en el protagonista de Maestro, aunque tan solo ilustre su etapa estadounidense, en que realiz¨® innumerables registros fonogr¨¢ficos como titular de la orquesta neoyorquina para la antigua Columbia. Los ¨²ltimos 15 a?os de su vida se vincul¨® a Europa y grab¨® para DG, principalmente con la Filarm¨®nica de Viena.
La colecci¨®n de instant¨¢neas procede de la Sony Music Photo Collection de Nueva York. Un archivo ubicado en pleno Manhattan que conserva abundante material gr¨¢fico de m¨¢s de 7.000 artistas de los antiguos sellos CBS, RCA Victor, Jive y Arista. En el caso de Bernstein, la mayor parte de las fotograf¨ªas son de Don Hunstein. Retratan por orden cronol¨®gico, y desde 1956 hasta 1976, ¡°la energ¨ªa sin l¨ªmites de Bernstein: preparando, interpretando y grabando concierto tras concierto con la Filarm¨®nica de Nueva York, incluyendo la composici¨®n y presentaci¨®n de los hist¨®ricos Conciertos para J¨®venes¡±, reconoce Craig Urquhart, antiguo asistente personal de Bernstein, en las p¨¢ginas del libro.
Vemos a Bernstein en compa?¨ªa de grandes solistas. Es el caso de los pianistas Glenn Gould, Rudolf Serkin, Andr¨¦ Watts y Philippe Entremont, que firma un jugoso testimonio acerca de su trabajo con ¨¦l como director y compositor. Pero tambi¨¦n de violinistas y cantantes, como Isaac Stern, Zino Francescatti, Jennifer Tourel, Christa Ludwig y Walter Berry. Incluso le vemos con el clarinetista Benny Goodman, su asistente Seiji Ozawa y los compositores Aaron Copland y Dmitri Shostak¨®vich. Pero no faltan fotos con su esposa, Felicia, de gira o trabajando en conciertos y grabaciones, de Juana de Arco en la hoguera, de Honegger, y de El martirio de San Sebasti¨¢n, de Debussy, que se ilustra con un fragmento en el CD 2.
Su hija Jamie, cuyas memorias, Famous Father Girl, han sido una de las principales fuentes para la pel¨ªcula de Cooper, tambi¨¦n interviene en el libro. Habla de las instant¨¢neas recuperadas como ¡°una poderosa m¨¢quina del tiempo¡± y comenta la rudimentaria parafernalia t¨¦cnica de las retransmisiones de los Conciertos para J¨®venes. Incluso descubre la m¨¢s insospechada conexi¨®n f¨ªsica con su padre: unas ¡°orejas sobredimensionadas¡±.
El ¨²ltimo testimonio lo firma Gabryel Smith, responsable del Archivo de la Filarm¨®nica de Nueva York. Reflexiona sobre la labor de Bernstein en ¡°uno de los lugares m¨¢s ¨ªntimos para hacer m¨²sica¡±: el estudio de grabaci¨®n. Y recuerda las maratonianas sesiones de trabajo con su productor de confianza, John McClure. Pero tambi¨¦n alude a sus partituras, que la orquesta neoyorquina public¨® hace a?os en su web: ¡°En sus anotaciones, un acorde pod¨ªa bastar para evocar una imagen, una cita, una asociaci¨®n abstracta, una lucha o un sue?o¡±.
El libro, de gran formato, incluye breves comentarios, a?o por a?o, que resumen, en ingl¨¦s y alem¨¢n, lo que vemos en las fotos. Desde las primeras instant¨¢neas, de 1956, con Bernstein dirigiendo y tocando Mozart, a las ¨²ltimas, de 1976, cuando se hab¨ªa dejado crecer la barba y hab¨ªa abandonado a Felicia por el productor radiof¨®nico Tommy Cothran. Una cronolog¨ªa que incluye sus mejores grabaciones y los principales eventos de su trayectoria art¨ªstica.
Entre las primeras se destaca el inicio de su pionera integral de las sinfon¨ªas de Mahler (1960) junto a varios hitos, como la Sinfon¨ªa del Nuevo Mundo, de Dvo?¨¢k (1962), y La consagraci¨®n de la primavera, de Stravinski (1958). Pero tambi¨¦n hay muchos ejemplos de sus propias composiciones, como la sinfon¨ªa La edad de la ansiedad (1965) y la obertura de Candide (1960), que se ordenan tem¨¢ticamente en los discos adjuntos. Entre los eventos no falta un comentario del estreno en Broadway de West Side Story (1957), de su gira por la Uni¨®n Sovi¨¦tica (1959) o del funeral y homenaje al presidente Kennedy (1963).
El libro incluye muchas frases inolvidables de Bernstein, algunas destacadas. En unas se retrata (¡°Dirijo, compongo, toco el piano, produzco, arreglo, etc. Soy todo eso y nada de eso¡±) y en otras define el arte como misi¨®n (¡°Son los artistas del mundo, los que sienten y piensan, los que en ¨²ltima instancia nos salvar¨¢n¡±). Pero me quedo con unas palabras que pronunci¨® en su homenaje a Kennedy y que hoy seguramente habr¨ªa vuelto a repetir: ¡°Esta ser¨¢ nuestra respuesta a la violencia: hacer m¨²sica con m¨¢s intensidad, m¨¢s belleza y m¨¢s devoci¨®n que nunca¡±.
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