Creatura
La pel¨ªcula dirigida por Elena Mart¨ªn Gimeno es importante: saca nuestra sexualidad de sublimaciones m¨ªsticas o serpientes pecaminosas, y la interpreta como cotidianidad y materia
En estas fechas se?aladas en las que volvemos a pensar en el misterio de la concepci¨®n de Mar¨ªa y en su tr¨¢nsito desde la abstinencia sexual a la gravidez m¨¢gica, yo me pregunto por el placer de la madre de Jes¨²s. Quiz¨¢ el placer surgiese de la penetraci¨®n en el t¨ªmpano-cl¨ªtoris de las palabras del arc¨¢ngel; quiz¨¢ el aleteo del esp¨ªritu santo le hiciera estirar los deditos de los pies; quiz¨¢ Mar¨ªa, como Teresa y otras mujeres emprendedoras dedicadas a la literatura m¨ªstica ¡ªque, como todo el mundo sabe y la poeta Ana Rossetti especialmente, es un subg¨¦nero de la literatura er¨®tica¡ª habr¨ªa descubierto los secretos gozosos de la masturbaci¨®n. Pero de todo esto se nos cuenta poco. El deseo y el placer de las mujeres se escamotea de la representaci¨®n art¨ªstica.
Por el contrario, suele hacerse apolog¨ªa de un no-placer femenino, de una ataraxia o de un sacrificio manifiesto. Se reflejan par¨¦ntesis o elipsis; en las salas de los museos tropezamos con relatos de hechos consumados: una cadena une inquebrantablemente el sexo con la maternidad, o la maternidad con un soplo o un asiento sucio de la l¨ªnea 13. Violencia y miedo. Pasividad. En el Thyssen contemplamos una joya de la ciencia-ficci¨®n b¨ªblica, La visitaci¨®n (1505) de Jacob y/o Hans Str¨¹b: Jes¨²s y Juan, perfectamente formados en las bolsas fetales de Mar¨ªa e Isabel, consiguen verse y hablarse acaso gracias a un proto-ec¨®grafo. De los gozosos misterios previos a la concepci¨®n nada sabemos. La mujer es recept¨¢culo, santuario, pisito de alquiler: desde dentro de sus tripas dos tipos poderosos hacen tratos. Deseo y deleite femeninos son tachados por religiones que atentan contra nuestro bienestar. Hay mujeres que desean ser madres, y otras que no desean serlo y no renuncian al orgasmo. Record¨¦moslo al cantar ¡°La virgen se est¨¢ peinando¡± o ¡°Pur¨ªsima Virgen, encanto de Dios.¡±
Creatura, interpretada y dirigida por Elena Mart¨ªn Gimeno, con guion de Clara Roquet, es una pel¨ªcula importante: saca nuestra sexualidad de sublimaciones m¨ªsticas o serpientes pecaminosas, y la interpreta como cotidianidad y materia. Una ni?a, iluminada por la luz de la ventana, observa con curiosidad lo que tiene entre las piernas. Esa maravillosa epifan¨ªa se transforma, fotograma a fotograma, en malestar e inquietud. La trama de crecimiento deviene en la posibilidad de pel¨ªcula de terror. El placer se somatiza como urticaria. Tememos que la ni?a, la adolescente, la mujer, alberguen un monstruo en la vulva. Acaso una anomal¨ªa.
La anomal¨ªa es el placer y su b¨²squeda. Cuando una ni?a goza por un hallazgo fortuito del rozamiento ¡ªcolchones, cuerdas, barandillas: el universo est¨¢ lleno de posibilidades¡ª, la finalidad del sexo puede alejarse de la perpetuaci¨®n de la especie. Su precocidad es perversa y la hermosa facilidad para el gozo la coloca en el filo de transgresi¨®n de los tab¨²es: incesto, embarazo no deseado y a destiempo y, m¨¢s tarde, pr¨¢ctica de una sexualidad alternativa a la exigencia de la penetraci¨®n, una sexualidad aut¨®noma y no reproductiva. Como la de los hombres que hoy ya no temen desperdiciar su semillita, aunque la iglesia tambi¨¦n haya castigado sin piedad sus juegos de manos. La masturbaci¨®n animaliza a las mujeres que se aventuran a cumplir con el mandato de gozar alej¨¢ndose del ideal de la mu?eca sin genitales. La b¨²squeda del placer femenino todav¨ªa se patologiza, da asco y genera violencia: en El evangelio de Elisa Victoria una p¨¢rvula se restriega contra las patas de las mesas de un colegio religioso. Las ni?as que se tocan dan grima, se averg¨¹enzan, temen no llegar a ser nunca amadas. Pedimos paz y amor. Creatura es una preciosa pel¨ªcula navide?a.
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