Las dudas ponen en jaque a la reina de Vel¨¢zquez

Cuando un ¨®leo importante se retira de una subasta de Maestros Antiguos suele ser, generalmente, por dos razones: o no hay un postor que pague el dinero exigido o existen dudas sobre la atribuci¨®n de la obra. Y si el autor es un genio llamado Vel¨¢zquez todo se complica todav¨ªa m¨¢s porque hay que distinguir la mano original de la de un ayudante de su voluble taller. La casa de subastas Sotheby¡¯s mostr¨® en Londres la tela del sevillano Retrato de Isabel de Borb¨®n, que part¨ªa con un precio estimado de 35 millones de d¨®lares (unos 32 millones de euros). Su destino era la venta en febrero en la sala de Nueva York (la m¨¢s importante), durante la denominada semana de los Maestros.

El retrato cortesano despert¨® dudas ¡ªen esa ciudad de lluvias y nieblas¡ª entre algunos expertos. ¡°La expresi¨®n del rostro es torpe, blanda, y las manos no tienen ni la fuerza ni la serenidad que el genio dotaba a las figuras de hombres y mujeres¡±, comenta un gran conocedor de Vel¨¢zquez, quien pide no ser citado. Era una opini¨®n compartida tambi¨¦n por un importante director de un museo europeo y alg¨²n especialista en este complejo mercado de las autor¨ªas.

D¨ªas despu¨¦s, la casa de pujas, que, evidentemente, defiende la paternidad velazque?a, retiraba el cuadro. Durante este tiempo, no ha trascendido que ning¨²n museo lo haya adquirido. La ¨²nica certeza es una nota emitida por Sotheby¡¯s. ¡°Los vendedores [la familia Wildenstein, la dinast¨ªa de anticuarios m¨¢s importantes del mundo] de la obra maestra de Vel¨¢zquez, Retrato de Isabel de Borb¨®n, han decidido, a su pesar, hacer una pausa temporal en el proceso de venta, debido a conversaciones en curso por su parte¡±. Y a?ade: ¡°Dado el entusiasmo con el que ha sido recibido el vel¨¢zquez hasta ahora, tanto los vendedores, como Sotheby¡¯s, esperan poner a la venta este excepcional cuadro en un futuro pr¨®ximo¡±.

El lienzo estaba destinado a rematarse ¡ªla casa niega que el ¨®leo estuviera garantizado, es decir, que se hubiera asegurado a los propietarios un valor m¨ªnimo¡ª por un precio r¨¦cord. Ese era el mensaje que calaba una y otra vez. Hasta el momento, la tela m¨¢s cara del genio adjudicada, tambi¨¦n por Sotheby¡¯s, en 2007, era una Santa Rufina, por la que se pag¨® 16,9 millones de d¨®lares.

Sin embargo, las incertidumbres son sombras sobre un lienzo. Los meticulosos adornos en el ropaje de Isabel de Borb¨®n ¡ªsugieren algunos especialistas¡ª se a?adieron despu¨¦s para adecuarse a los gustos de la ¨¦poca. Aunque parece complicado que fuera Vel¨¢zquez ¡ªa quien resulta dif¨ªcil imaginar pasando horas y horas frente al caballete en detalles repetitivos como los brocados¡ª, sino alguno de sus ayudantes, seguramente flamenco. Una de las opciones para asegurar el origen de cualquier obra es la trazabilidad.

La historia sostiene que tuvo que colgar de las paredes del Palacio del Buen Retiro (fue comenzado en su primer viaje a Italia, 1629-1631, y retocado y terminado hacia 1635-1636, y sali¨® de Espa?a tras la invasi¨®n napole¨®nica). Pero tambi¨¦n tiene un pasado impecable el retrato (en el Museo del Louvre) de la infanta Margarita, encargado en 1653 por la reina de Francia, Ana de Austria, a su hermano, el rey de Espa?a (Felipe IV), y las dudas sobre ¨¦l suman a?os.

A la tela en liza se a?ade la falta de definici¨®n de la gorguera de gasa, que semeja un a?adido posterior. Atribuir nunca es una ciencia exacta. Todas las frases anteriores son interrogaciones. Inc¨®gnitas que despejar. El marchante Jorge Coll ¡ªquien gestiona el Ecce Homo de Caravaggio que apareci¨® en Madrid¡ª defiende la plena autor¨ªa del maestro del siglo XVII. ¡°Es Vel¨¢zquez¡±, zanja. La pintura antigua, a veces, es una paleta de preguntas que pugnan por encontrar respuesta.