Un gran banquete literario o c¨®mo sentarse a la mesa con Hemingway, Ir¨¨ne N¨¦mirovsky y 50 autores m¨¢s
Berta Vias Mahou y Ant¨®n Casariego re¨²nen en ¡®Cocina de autor, recetas para amantes de la lectura¡¯ un documentado men¨² con medio centenar de platos que aparecen en grandes novelas


El olor a borsch del patio de casa de los Pustav¨¢lov, al que se refiere Ch¨¦jov en su cuento Querida; el plato de chuletas, patatas asadas y tomate en rodajas que Sam Spade, el detective protagonista de El halc¨®n malt¨¦s, come en el John¡¯s Grill de San Francisco, el mismo que frecuentaba su autor Dashiell Hammett; o el laborioso estofado boeuf en daube con el que en Al faro Mrs Ramsay agasaja a sus invitados y se inquieta porque llegan con retraso y aquello amenaza con aguar la velada, seg¨²n escribe Virginia Woolf, son recreados en todo su esplendor literario y gastron¨®mico en Cocina de autor, recetas para amantes de la lectura (Ladera Norte). ¡°Pensamos este libro como un juego para gente a la que le encanta leer. Pesaron m¨¢s los libros que la comida, pero tambi¨¦n buscamos un equilibrio entre platos de pescado, carne y vegetarianos¡±, explica al tel¨¦fono la escritora Berta Vias Mahou, coautora junto a su esposo Ant¨®n Casariego, de este peculiar recetario-antolog¨ªa literaria. Es uno de los primeros t¨ªtulos de la editorial Ladera Norte, que Casariego ha lanzado con su hermana Sira y el editor Ricardo Cayuela.
De la carne guisada del coronel Buend¨ªa de Garc¨ªa M¨¢rquez al pollo frito de Harper Lee, pasando por la lubina en salsa del Gatopardo de Lampedusa, las hojas de col rellenas de James Joyce, el arenque en abrigo de piel de G¨®gol o el Tafelspitz de los von Trotta en La marcha Radetzky de Joseph Roth, este repaso a grandes cl¨¢sicos de la literatura universal, con mantel de por medio, abarca principalmente los siglos XIX y XX, con las notables excepciones de Cervantes y Diderot. Hay autores europeos y americanos (las truchas que comen en Espa?a los personajes de Hemingway, el pollo al lim¨®n de Silvina Ocampo o el chupe de camarones de Conversaci¨®n en La Catedral de Vargas Llosa). Y los g¨¦neros son variados: novela policiaca (Georges Simenon y su quiche Lorraine, Agatha Christie y el lenguado Veronique), de amor (Orgullo y prejuicio de Jane Austen, Anna Karenina de Tolst¨®i), hay diarios (Marisa Madieri), poes¨ªa (Pablo Neruda y su Oda al caldillo de congrio) y hasta di¨¢logos filos¨®ficos (Diderot con Jacques el fatalista y su amo).
En su canon literario-gastron¨®mico dice Vias que han buscado la igualdad ¡ª¡±hay igual n¨²mero de hombres y mujeres¡±¡ª, aunque reconoce que en las escritoras detecta, en muchos casos, que conceden menos importancia a la comida, quiz¨¢ porque han tenido ¡°una cierta aversi¨®n a ser tildadas de amas de casa¡±. Ella se muestra particularmente orgullosa de haber incluido en el libro la merluza en salsa de muselina de Los fuegos de oto?o, de Ir¨¨ne N¨¦mirovsky, y a la primera escritora que recibi¨® el premio Nobel, la sueca Selma Lagerl?f, con su salm¨®n asado con volovanes.

¡°Partimos de unos cuantos platos que sab¨ªamos que deb¨ªan estar, como las codornices en sarc¨®fago de El fest¨ªn de Babette de Isak Dinesen, la carne de vaca a la gelatina de Proust o los tomates verdes fritos de Fannie Flagg¡±, explica Vias Mahou, traductora del franc¨¦s y el alem¨¢n, algo que, reconoce, ha pesado en la selecci¨®n de obras. Este es un men¨² personal de gustos literarios y gastron¨®micos en el que Vias y Casariego se explayan como anfitriones. Ah¨ª radica la originalidad de esta obra, que acerca libros y autores cuya fama puede intimidar, as¨ª como recetas ¡ªtodas para principales¡ª bastante elaboradas. Y si en el plano literario ofrecen sin acartonamiento ni pedanter¨ªa la informaci¨®n necesaria para explicar qui¨¦n es el autor, de qu¨¦ trata su novela y c¨®mo aparece esa comida, en el gastron¨®mico proponen acompa?amientos, dan consejos para hacer que la receta resulte m¨¢s econ¨®mica y muestran el mismo desenfado ilustrado.
Vias explica que ha habido algunos autores que se cuentan entre sus favoritos de los que no ha logrado sacar un plato para este libro. Sirvan como ejemplo Kafka ¡ª¡±¨¦l es un artista del hambre, as¨ª que tiene sentido¡±¡ª y Conrad ¡ª¡±solo aparecen en sus libros sopas repugnantes¡±¡ª. M¨¢s que en su trabajo como traductora fue en el de escritora donde surgi¨® el caldo para este volumen. ¡°Mientras trabajaba en Ven¨ªan a buscarlo a ¨¦l (Acantilado), un libro en el que reconstruyo los ¨²ltimos d¨ªas de Albert Camus, a quien llamo Jacques como el personaje de El primer hombre, descubr¨ª que el d¨ªa que muri¨® en el accidente de coche hab¨ªa comido empanada de morcilla con compota de manzana en el H?tel de Paris et de la Poste en Sens. Era un plato que mi madre preparaba y lo met¨ª en mi libro, con receta incluida, convirtiendo a mi madre en la due?a del restaurante¡±, explica.

Esa receta no est¨¢ en Cocina de autor, ni ninguna otra de Camus, pero fue el intelectual franc¨¦s quien les dio el hilo del que fueron tirando durante a?os: ¡°Ant¨®n iba rescatando platos que encontr¨¢bamos en novelas. Compart¨ªa la afici¨®n a la cocina con mi madre¡±. Maysa Mahou, lectora de novelas negras y rosas, se cas¨® sin saber cocinar y su marido no era ning¨²n gourmet, pero desarroll¨® una pasi¨®n loca por los fogones y por el arte de poner la mesa, con men¨²s un d¨ªa cualquiera de 10 platos. Todo eso queda reflejado en este libro, para el que Vias y Casariego no solo recabaron la informaci¨®n, compraron los ingredientes y prepararon las recetas, sino que tambi¨¦n montaron las mesas con detalles que hacen referencia al autor y al libro en cuesti¨®n, y tomaron ellos mismos las fotograf¨ªas. ¡°Ha sido un a?o a contrarreloj con las compras, la cocina y el atrezo. Un marat¨®n para sacar las recetas, terminar la selecci¨®n y traducir los textos donde aparecen esas comidas¡±, asegura. Hubo alg¨²n percance, alg¨²n plato que no qued¨® redondo, pero lograron salvarlo para la foto, recuerda divertida. Los fogones son mayormente cosa de Casariego, quiz¨¢ porque la maestr¨ªa de su madre ¡ªquien la mandaba al colegio con una zanahoria, un pepinillo en vinagre y una patata cocida como merienda, lo que la convirti¨® en una celebridad en el patio¡ª fue un elemento disuasorio para Berta.

Su propuesta de 52 recetas es una invitaci¨®n a hacer una por semana a lo largo de un a?o ¡ª¡±y que cada uno cambie o improvise lo que quiera¡±¡ª. Con esa intenci¨®n incluyen al final del libro un espacio de notas para el lector, de manera que pueda apuntar ¡°cu¨¢ndo, con qui¨¦n, c¨®mo¡± en las fichas en blanco que han dejado para cada autor. ¡°Nos gusta ese juego y la idea es invitar a amigos, disfrutar sin preocupaciones¡±, concluye Vias. Qui¨¦n sabe si ah¨ª est¨¢ el principio de nuevas novelas.
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