La batalla por el ¡®pissarro¡¯ expoliado por los nazis contin¨²a: la familia que lo reclama recurrir¨¢ la sentencia favorable al Thyssen
El despacho de abogados que acompa?a el proceso judicial iniciado en 2005 confirma que los due?os originarios seguir¨¢n litigando aunque las posibilidades de ganar parecen remotas
La familia Cassirer, la primera propietaria de la pintura impresionista Rue Saint-Honor¨¦ por la tarde. Efecto de lluvia, de 1897, de Camille Pissarro, que se vio forzada en 1939 a malvender este cuadro para obtener un visado y abandonar la Alemania nazi al comienzo de la II Guerra Mundial, recurrir¨¢ la sentencia del Tribunal de Apelaciones del Distrito Central de California que este martes concluy¨® que el Museo Thyssen es el leg¨ªtimo propietario de la obra, seg¨²n ha podido confirmar EL PA?S a trav¨¦s del despacho de abogados B. Cremades & Asociados. Este bufete ha formado parte de un largo periplo judicial (empez¨® en 2005) contra el museo espa?ol en representaci¨®n de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a y la Comunidad Jud¨ªa de Madrid.
¡°La familia ya ha dicho p¨²blicamente que va a continuar recurriendo, as¨ª que queda mucha tela que cortar y a?os de batalla por delante¡±, ha explicado Bernardo Cremades Jr., del despacho de abogados, a Europa Press. Ya en 2022, en una entrevista con este diario, David Cassirer, bisnieto de Lilly, no se mostraba preocupado ante la posibilidad de que esta guerra legal se dilatara. ¡°Llevamos 23 a?os con esto; esperar un poco m¨¢s no ser¨¢ tan grave¡±, explic¨® entonces. Ahora, los primeros propietarios tendr¨¢n que presentar un recurso de reconsideraci¨®n ante el pleno del tribunal californiano y de ah¨ª quedar¨ªa la opci¨®n de elevar su queja de nuevo al Supremo de Washington, que podr¨ªa aceptar revisar de nuevo el tema o dejarlo estar. Las posibilidades de que este ¨®rgano admita por segunda vez a tr¨¢mite el caso, cuando ya en la primera dej¨® claro su criterio, son remotas.
La Corte Suprema de Estados Unidos fall¨® a favor de la familia Cassirer en abril de 2022. Fue una victoria parcial ya que este tribunal abri¨® la puerta a una posible devoluci¨®n que este martes pareci¨® definitivamente cerrada. Los jueces californianos consideran que en este caso hay que aplicar la ley espa?ola y que, por tanto, el pissarro, valorado en unos 28 millones de euros, es del Thyssen, donde acab¨® en 1993, y donde se expone desde entonces.
¡°Apelar otra vez al Supremo de Estados Unidos parecer¨ªa una cosa un poco absurda¡±, asegura Evelio Acevedo, director gerente del Thyssen. ¡°O por lo menos con pocas probabilidades de que tuviera ¨¦xito¡±, a?ade. La misma opini¨®n le merece que la familia Cassirer recurra la sentencia ante el Tribunal que acaba de darle la raz¨®n al museo al considerar que debe aplicarse la ley espa?ola. ¡°Aplicando esta legislaci¨®n, el tribunal sostuvo que la Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza hab¨ªa adquirido el t¨ªtulo prescriptivo del cuadro de conformidad con el art¨ªculo 1955 del C¨®digo Civil espa?ol. Por lo tanto, el panel confirm¨® la decisi¨®n del tribunal de distrito concediendo la sentencia a favor de la Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza¡±, explica el texto de la sentencia.
El bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza lo compr¨® en 1976 de buena fe por 360.000 d¨®lares a una galer¨ªa neoyorquina. A Lilly Cassirer le dieron en 1939 el equivalente a 360 d¨®lares, aunque, en realidad, nunca recibi¨® el dinero; el ingreso se hizo en una cuenta ya bloqueada por el r¨¦gimen nazi. Desde el momento en que el cuadro entro en el museo Thyssen es propiedad del Estado espa?ol que ha formado parte de esta batalla judicial a trav¨¦s de la Abogac¨ªa del Estado que se person¨® en 2017 en apoyo de la Fundaci¨®n Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza en este litigio.
Bernardo Cremades considera que ¡°la sentencia omite el hecho de que se est¨¢ protegiendo que alguien se quede ¨Do un Estado, que es mucho peor¡ª con arte robado o expoliado por los nazis, en contra de todas las convenciones internacionales¡±. Este despacho de abogados destaca el voto concurrente de la jueza Consuelo Callahan, que escribi¨® que estaba de acuerdo con el fallo, pero que le incomodaba. ¡°Espa?a, tras reafirmar su compromiso con los Principios de Washington sobre el arte confiscado por los nazis al firmar la Declaraci¨®n de Terezin sobre los Bienes de la ?poca del Holocausto y Cuestiones Afines, deber¨ªa haber renunciado voluntariamente al cuadro¡±, dijo en su voto particular. ¡°Nuestra sentencia se ve compelida por las conclusiones de hecho del tribunal de distrito y la legislaci¨®n aplicable, pero desear¨ªa que fuera de otro modo¡±, a?adi¨®.
¡°No vamos a entrar en opiniones personales y esta se?ora, m¨¢s que un voto, lo que me parece es que expresa una opini¨®n personal¡±, valora las palabras de Callahan el gerente del Thyssen. Acevedo defiende que el museo respeta la declaraci¨®n de los principios de Washington sobre el arte confiscado por los nazis. Primero porque Espa?a, propietaria en ¨²ltima instancia del pissarro, firm¨® esta declaraci¨®n. En segundo lugar, porque, seg¨²n opina Acevedo ¡°lo ideal es alcanzar soluciones equitativas que consideren a la parte perjudicada, pero tambi¨¦n los derechos de la parte que adquiri¨® estos bienes de una manera absolutamente legal y por supuesto de buena fe¡±, dice sobre la compra que hizo el bar¨®n en los a?os cincuenta. Respecto a la compensaci¨®n que deber¨ªa recibir la familia Cassirer, el gerente del Thyssen recuerda que, en 1958, Lilly Cassirer Neubauer alcanz¨® un acuerdo con el Gobierno alem¨¢n, el marchante Jakob Scheidwimmer y D. Julius Sulzbacher, por el que acept¨® una compensaci¨®n de 120.000 marcos alemanes del Gobierno federal alem¨¢n para poner fin a las reclamaciones entre las partes.
Babelia
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