Dos excavadoras destruyen 235 metros lineales del yacimiento de la ciudad vaccea de Pintia en Valladolid
La instalaci¨®n de una canalizaci¨®n de agua de regad¨ªo en plena Ribera del Duero arrasa una zona de gran valor arqueol¨®gico
Pintia (Padilla del Duero, Valladolid) es el yacimiento de los yacimientos del desaparecido pueblo prerromano de los vacceos. Pero desde el jueves es menos yacimiento. Dos excavadoras destruyeron 235 metros lineales de su coraz¨®n urbano, arrollando viviendas, viales, edificios y partes de su muralla. De hecho, restos de cer¨¢mica de hace 2.400 a?os, fragmentos de estuco pintado o sillares de sus imponentes construcciones son m¨¢s que visibles sobre el terreno abierto por las palas de acero de la maquinaria, a pesar de que buena parte ya est¨¢ tapada tras el desastre.
Aproximadamente, seg¨²n calculan los t¨¦cnicos, unos 1.600 metros c¨²bicos de terreno arqueol¨®gico han quedado completamente destrozados. La Guardia Civil ya ha abierto diligencias y tomado declaraci¨®n a sus responsables. Este lunes, el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y L¨¦on, Gonzalo Santoja, que ha calificado de ¡°inadmisibles¡± los hechos, ha visitado el lugar.
Los vacceos eran un pueblo que se asent¨® en lo que ahora es, principalmente, la provincia de Valladolid y parte de las de Salamanca, ?vila, Palencia, Burgos o Segovia. Levantaron diversas ciudades fortificadas en la vega del Duero, entre las que destacaba Pintia, un asentamiento que ocupaba unas 125 hect¨¢reas y que inclu¨ªa la ciudad propiamente dicha (Las Quintas), una gigantesca necr¨®polis (Las Ruedas), donde se supone que fueron enterradas unas 100.000 personas a lo largo de los siglos, y el barrio industrial de Carralace?a.
Desde hace 45 a?os, los arque¨®logos del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, de la Universidad de Valladolid, estudian Pintia con el m¨¢ximo cuidado. En este tiempo, tal es la lentitud de los trabajos, solo han excavado poco m¨¢s de media hect¨¢rea. Los hallazgos durante este tiempo son cuantiosos. M¨¢s de 30.000 objetos, entre los que destacaban unas delicad¨ªsimas f¨ªbulas, caballitos, juguetes para ni?os, armamento, joyas, torques de oro, miles de peque?as bolitas de arcilla de las que se desconoce su uso, cer¨¢micas decoradas de los m¨¢s diversos tipos, urnas funerarias, cuatro tesoros de oro y plata... Un mundo arqueol¨®gico espectacular ¨Dlos vacceos se enterraban con bell¨ªsimos ajuares, incluidos a los ni?os con sus juguetes¨D que est¨¢ tapado por toneladas y toneladas de tierra y que durante d¨¦cadas ha sido expoliado por los detectoristas. Actualmente, est¨¢ protegido y es visitable, por lo que las labores de expolio han cesado o, por lo menos, disminuido.
Pero Pintia tiene un problema, se ubica en plena Ribera del Duero. Sus tierras arcillosas son sumamente apreciadas por los agricultores. Al estar declarado su per¨ªmetro zona arqueol¨®gica, en un intento de compatibilizar las actividades de investigaci¨®n y las productoras, los agricultores pueden cultivar sus terrenos, siempre y cuando no profundicen m¨¢s de 35 cent¨ªmetros. Por eso, est¨¢ prohibida la plantaci¨®n de vi?as, ya que las ra¨ªces de estas plantas pueden superar el metro de profundidad y destruir las espectaculares construcciones romanas y vacceas que se ocultan a poco m¨¢s de 50 cent¨ªmetros.
El jueves, las dos excavadoras, con el fin de introducir una canalizaci¨®n de agua para regar las tierras, abrieron una zanja de 1,50 metros de profundidad y casi un metro de ancho. Lo que era la barriada suroeste de la ciudad, la zona de origen de este asentamiento, result¨® arrasada. En esta ¨¢rea, precisamente, hace pocos a?os se hall¨® el conocido como Tercer Tesoro, un conjunto de piezas de plata y oro, que inclu¨ªa pendientes, monedas, brazaletes y torques. Hasta el momento, se han localizado cuatro de semejantes caracter¨ªsticas.
El propietario de las tierras niega tajantemente haber destrozado ¡°nada¡±. ¡°Eso es mentira. Yo no he destruido nada y eso hay que demostrarlo. Si los conductores hubieran encontrado algo, habr¨ªan parado¡±. En un tono muy elevado, afirma: ¡°Las tierras son m¨ªas. Ellos s¨ª pueden hacerlo y yo no. A m¨ª nadie me ha comunicado nada de que no se pueda meter una tuber¨ªa, que es para producir, para comer. Que vengan aqu¨ª unos que nos digan lo que tenemos que hacer. No¡±.
Carlos Sanz, director del yacimiento y profesor de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, asegura, por su parte, que la zona destrozada ¡°era la m¨¢s densamente poblada de la ciudad y posiblemente fuera su ¨¢rea de origen. El volumen de informaci¨®n destruida, hasta cuatro niveles estratigr¨¢ficos de 1.200 a?os de historia, supera en un tercio el volumen de excavaciones con metodolog¨ªa arqueol¨®gica desde que creamos el centro de estudios¡±.
Gema, una vecina y propietaria de tierras en Padilla de Duero, tambi¨¦n se mostraba el domingo pasado muy indignada con la situaci¨®n. ¡°Todos sabemos que no podemos profundizar m¨¢s de 35 cent¨ªmetros en las tierras. Por eso, si queremos llevar agua a ellas, levantamos tuber¨ªas a¨¦reas para regar y luego las desmontamos. Lo f¨¢cil y barato es abrir una zanja, meter canalizaciones y llevar el agua hasta tus tierras. Eso es lo que han hecho. Es una barbaridad, porque Pintia es lo m¨¢s valioso que tenemos en el municipio. Es la herencia de mi nieta¡±, y se?ala a una ni?a de unos 12 a?os que afirma que ella tambi¨¦n quiere ser arque¨®loga. ¡°Del Machu Pichu¡±, dice mientras ambas visitan un centro de interpretaci¨®n del yacimiento situado en el municipio y que guarda una selecci¨®n de piezas de esta cultura que dominaba la orfebrer¨ªa, la cer¨¢mica y la fabricaci¨®n de armas.
Actualmente, los responsables del yacimiento est¨¢n trabajando en tres proyectos: la exposici¨®n Pintia. Joyas de vidrio para la eternidad, que se inaugurar¨¢ el d¨ªa 24 o el 25 en el Museo de la Universidad de Valladolid (MUVa), la se?alizaci¨®n de toda el ¨¢rea con indicaci¨®n de d¨®nde se hallaban los principales viales y construcciones de la ciudad vacceo-romana, la reconstrucci¨®n mural de sus m¨¢s destacados hitos culturales, incluidas sus espectaculares vestimentas, y la digitalizaci¨®n de la trama urbana. Aunque alguno podr¨ªa retrasarse porque los especialistas tendr¨¢n que excavar ahora toda la zona destruida para evaluar los da?os.
Babelia
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