¡®Flaco¡¯ Barral:¡°En Uruguay se hace m¨²sica muy buena porque no se puede vivir de ella¡±
El m¨²sico charr¨²a, miembro de bandas como Azahar o Labanda, publica la obra ¡®Sobras Completas¡¯, una retrospectiva a los m¨¢s de 60 a?os de su trabajo
Jorge Flaco Barral (Montevideo, Uruguay, 1945) forma parte de la historia de la m¨²sica uruguaya, pero tambi¨¦n de la espa?ola. Ha estado en grupos como D¨ªas de Blues, Azahar, Azabache o Labanda. Y ha trabajado con Hilario Camacho a Raimundo Amador pasando por Manuel Gerena, Siniestro Total, Derribos Arrias o Gato P¨¦rez. En 2022, Allanamiento de mirada, public¨® el libro disco Homenaje a Kerouac. 100 a?os en la carretera, con m¨²sica suya y textos de Miguel L¨®pez. Ahora publica Sobras Completas, un repaso a las seis d¨¦cadas que Barral ha dedicado a la m¨²sica.
Pregunta. Sobras completas. ?Es necesario el humor cuando uno hace un inventario vital como este?
Respuesta. El t¨ªtulo es de Paco Esp¨ªnola, el editor. De hecho, la iniciativa de hacer el libro tambi¨¦n fue suya. El humor es san¨ªsimo y m¨¢s cuando est¨¢s hablando de algo tan serio para ti como tu propia vida. Adem¨¢s, un t¨ªtulo as¨ª hace que un proyecto de estas caracter¨ªsticas resulte atractivo, le quita solemnidad.
P. ?Cu¨¢l fue su sensaci¨®n al concluir el proyecto?
R. Es una sensaci¨®n extra?a, pero satisfactoria. Tengo mucho material porque lo guardo todo, pero sin organizar. Jam¨¢s imagin¨¦ que alguien querr¨ªa hacer un libro sobre m¨ª. Despu¨¦s de eso sientes que te quedas vac¨ªo. Le acabas de entregar tu vida a alguien.
P. A los ocho a?os pidi¨® un acorde¨®n, pero su padre le dijo que para cuando acabara los estudios.
R. Segu¨ª estudiando, pero mi cabeza fue siempre musical y cuando aparecieron los Beatles, adi¨®s, se fue todo al carajo. Estaba haciendo la carrera de Entomolog¨ªa y Taxidermia. Era un loco de la naturaleza, pero la m¨²sica pudo m¨¢s.
P. En 1973 dej¨® Uruguay y se vino a Espa?a.
R. En aquella ¨¦poca Uruguay ten¨ªa solo tres millones de habitantes y eso significa que no puedes vivir s¨®lo de la m¨²sica. Para sobrevivir me dedicaba tambi¨¦n a la artesan¨ªa en cuero y metal. Encima, la situaci¨®n de pol¨ªtica era complicada. Llegu¨¦ aqu¨ª tres meses antes del golpe de estado.
P. Pero vino a un pa¨ªs sometido a una dictadura.
R. En aquel momento, si ibas por Montevideo y le preguntabas algo a un polic¨ªa, te ped¨ªa la documentaci¨®n. Cuando llegu¨¦ a Barcelona, hice la prueba. Le pregunt¨¦ a un polic¨ªa la calle del hostal donde estaba alojado. Y lo que hizo fue acompa?arme hasta all¨ª. La dictadura comenzaba a ser dictablanda.
P. Se instal¨® en Barcelona porque el viaje lo hizo en barco.
R. As¨ª es. Volar en aquel momento era demasiado caro para m¨ª. Al poco tiempo empec¨¦ a trabajar con la gente de M¨¢quina, Enric Herrera y Emili Baleriola. Despu¨¦s estuve tocando con Mike Kennedy. Luego me sali¨® una gira en Menorca y me qued¨¦. Viv¨ª all¨ª un a?o y pico hasta que me encontr¨¦ con Hilario Camacho.
En lo setenta en Uruguay si le preguntabas algo a un polic¨ªa, te ped¨ªa la documentaci¨®n, en Barcelona me llevaron hasta donde estaba alojado¡±.
P. ?C¨®mo fue aquello?
R. Una historia muy curiosa. Lo escuch¨¦ en Barcelona y dije: ¡°?Guau! Me gustar¨ªa hacer algo con este t¨ªo¡±. Me pareci¨® que ten¨ªa una voz incre¨ªble y cantaba poes¨ªa. Un d¨ªa, llaman a la puerta de mi casa de Menorca y era Hilario. Estaba de vacaciones en casa de unos amigos m¨ªos. Le comentaron que hab¨ªa un m¨²sico uruguayo en medio del campo que quiz¨¢ pudiera acompa?arle. El mundo al rev¨¦s.
P. En 1978, en plena era del punk, usted hac¨ªa rock andaluz con Azahar.
R. En Menorca sintonizaba canales de televisi¨®n marroqu¨ªes y me empap¨¦ de aquella m¨²sica ¨¢rabe. El punk no nos afect¨® porque en el sur de la pen¨ªnsula ten¨ªamos p¨²blico. En Andaluc¨ªa hab¨ªa muchos festivales as¨ª que no est¨¢bamos circunscritos al circuito Madrid
P. ?Qu¨¦ disfruta m¨¢s, cu¨¢ndo est¨¢ en segundo plano o cuando lleva el tim¨®n musical?
R. Son dos situaciones totalmente diferentes. La responsabilidad cuando est¨¢s a los mandos es jodida, pero cuando toca lo asumo y tiro para adelante, no tengo problema. La otra es una posici¨®n m¨¢s c¨®moda.
P. ?Y c¨®mo va de ego el Flaco Barral?
R. Voy liviano [risas]. Tengo mi visi¨®n, pero suelo ceder. Si formas parte de una banda no puedes creerte en posesi¨®n de la verdad. Pensemos, por ejemplo, en los arreglos de una canci¨®n. Una cosa es lo que imaginas, y otra lo que suena cuando lo tocas. Yo no s¨¦ escribir ni leer una sola nota musical, soy autodidacta. Muchos m¨²sicos de rock carecemos de estudios musicales.
P. Dice que ya no existe el underground, que lo que hay ahora es catacumba.
R. Ahora no hay canales que te permitan llegar al gran p¨²blico, por eso estamos un nivel m¨¢s abajo del underground. Antes hab¨ªa programas de televisi¨®n donde pod¨ªas salir. Recuerdo que con Labanda tuvimos monogr¨¢ficos en TVE 2 y Antena 3. Hoy en d¨ªa eso no te lo hacen ni por error, y menos trat¨¢ndose de un grupo instrumental.
P. ?Por qu¨¦ es tan poco conocida la m¨²sica uruguaya fuera de Uruguay?
R. Eso es consecuencia de la administraci¨®n de all¨ª. Da igual qui¨¦n este en el poder. Nuestro consulado no promociona nada. En la Casa de Am¨¦rica de Madrid hacen cosas gente de Bolivia, Argentina... Uruguay nunca hace nada. Creo que esto se debe a que el uruguayo tiene mucha pachorra.
P. ?Y c¨®mo lleva usted esa situaci¨®n?
R. Uruguay es un pa¨ªs ut¨®pico. Puedes encontrar m¨²sica excelente porque como nunca podr¨¢s vivir de ella, tratas de hacer cosas muy buenas. Lo malo es que no se hace nada para que eso se d¨¦ a conocer en el exterior. El candombe, por ejemplo, que es un g¨¦nero de all¨ª, hay gente que piensa que es argentino. Y encima existen tipos como yo, uruguayos que tocan cualquier cosa menos candombe [risas].
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