?C¨®mo suena la tristeza? La clave (musical) est¨¢ en la ¨®pera del siglo XVIII
El Proyecto Didone analiza m¨¢s de 3.000 arias de 200 obras para descubrir a qu¨¦ suenan las emociones


La m¨²sica habla, aunque lo que dice suele depender de quien escucha. Aun as¨ª, hay c¨®digos que, con excepciones, sirven para todos. Si una canci¨®n est¨¢ en modo menor nos sonar¨¢ triste y si est¨¢ en modo mayor, alegre. Con esta base, el Instituto Complutense de Ciencias Musicales y el departamento de musicolog¨ªa de la Complutense, con financiaci¨®n del Consejo Europeo de Investigaci¨®n, han analizado m¨¢s de 3.000 arias de 200 partituras de ¨®peras del siglo XVIII para estudiar a qu¨¦ suenan las emociones. Y han descubierto que la alegr¨ªa est¨¢ en re mayor y lleva trompetas, que el amor suena a instrumentos de cuerda que, a veces, van acompa?ados de flautas, y que el odio tiene tempos muy r¨¢pidos. Las arias, un 90% de ellas in¨¦ditas, forman parte del Proyecto Didone, que se public¨® en beta el jueves y el 12 de abril estar¨¢ disponible en su p¨¢gina web.
El objetivo del proyecto es explorar c¨®mo se expresan las emociones humanas a trav¨¦s de la m¨²sica. ?lvaro Torrente, director del ICCMU, lo explica: ¡°Cuando se investiga esto, casi siempre se hace de una forma subjetiva: poniendo m¨²sica a un grupo de oyentes y cada uno que describa qu¨¦ emoci¨®n le produce. Y este puede ser un camino, pero, en mi opini¨®n, es demasiado subjetivo. Nosotros partimos de la base de que hay un proceso de codificaci¨®n en la manera de expresar las emociones y se produce sobre todo a trav¨¦s de la m¨²sica con texto y la m¨²sica con acci¨®n¡±. Y aqu¨ª es donde aparece la ¨®pera. Para acotar a¨²n m¨¢s su estudio, decidieron usar solo obras con texto del gran libretista del siglo XVIII: Pietro Metastasio. ¡°Hoy no es de los m¨¢s recordados, pero en su ¨¦poca era Dios. Cualquier compositor que quisiera hacer carrera oper¨ªstica ten¨ªa que empezar por poner m¨²sica a Metastasio. Hay varios libretos que tuvieron m¨¢s de cien versiones musicales diferentes. No tiene parang¨®n. Imagina tener cien versiones de La traviata o de Las bodas de F¨ªgaro. Ejerci¨® un dominio absoluto de la escena oper¨ªstica¡±, matiza.
Adem¨¢s, en el siglo XVIII se consolid¨® un tipo de ¨®pera que se relacionaba directamente con el tratado de Las pasiones del alma de Descartes, un tratado que escribi¨® porque una arist¨®crata quer¨ªa saber c¨®mo controlar sus emociones. Jos¨¦ Mar¨ªa Dom¨ªnguez, uno de los investigadores del proyecto, cuenta: ¡°Al final, lo que estudia es el comportamiento. ?l dice que las emociones son inevitables, pero que la manera de controlarlas es conocerlas. Por eso las explica cartesianamente, y este sistema tan ordenado de exposici¨®n y comprensi¨®n de las pasiones sirve para clasificar las arias de las ¨®peras. Por eso le damos tanta importancia, porque al final tiene una implicaci¨®n musical en c¨®mo los compositores piensan la acci¨®n que se representa y c¨®mo el p¨²blico la percibe. No es un consumo intelectual, es que participan en lo que les pasa a los cantantes¡±. Es decir, el p¨²blico experimenta la emoci¨®n que canta el protagonista y la ¨®pera se convierte as¨ª en una especie de escuela de emociones que hoy da pistas sobre c¨®mo se amaba, odiaba o lloraba en el siglo XVIII.

?Y c¨®mo eran esas representaciones de ¨®pera? Pues un espect¨¢culo en el que los cantantes eran ya grandes estrellas y que mezclaba distintas clases sociales en el teatro. ¡°Era como el cine hoy en d¨ªa. La ¨®pera era el espect¨¢culo m¨¢s popular tanto en las clases aristocr¨¢ticas como en las inferiores. Era un punto de encuentro interclasista¡±, a?ade Dom¨ªnguez. Aqu¨ª se empiezan a establecer c¨®digos que en los siglos posteriores se ir¨¢n asentando a base de repetir para crear un lenguaje musical que todos entendemos. ¡°Una manera de explicarlo muy sencilla¡±, contin¨²a el investigador, ¡°es el modo mayor asociado a lo alegre y el modo menor a lo triste. Esa codificaci¨®n tiene mucho que ver con el XVIII. Son convenciones culturales, porque si te vas a China eso no funciona. Ning¨²n chino asociar¨ªa el modo menor con la tristeza¡±.
La ira omnipresente
Pero la teor¨ªa no siempre se corresponde con la pr¨¢ctica. Lo cuenta Ana Llorens, directora cient¨ªfica del proyecto: ¡°Es sorprendente el uso de las tonalidades y los modos en el siglo XVIII. Uno se va a los tratados y parece que est¨¢ muy codificado, que tal tonalidad sirve para expresar una emoci¨®n. Cuando analizas la m¨²sica no est¨¢ tan claro. El modo mayor se usa absolutamente para todo, sea alegre o triste. Lo que s¨ª es cierto es que el modo menor se utiliza siempre para tristeza. Sol mayor parece que est¨¢ m¨¢s asociado a emociones un poco m¨¢s suaves y re mayor m¨¢s b¨¦licas, pero el resto pueden estar asociadas a cualquier tipo de emoci¨®n¡±. Un resultado que apunta a que las bases de estos c¨®digos se empiezan a establecer en este siglo, pero se acabar¨¢n asentando en los posteriores.
Otra de las conclusiones a la que han llegado es que rara vez un solo par¨¢metro est¨¢ asociado con una emoci¨®n concreta, suele ser un conjunto de elementos. Por ejemplo, si el aria est¨¢ en una tonalidad menor, tiene compases ternarios y tempos moderados, es muy probable que exprese tristeza. Si est¨¢ en la mayor y no tiene trompetas, sino cuerdas (y a veces flautas tambi¨¦n), es posible que el aria exprese amor. Y tambi¨¦n han descubierto que la emoci¨®n m¨¢s presente en todas estas ¨®peras es la ira, aunque, m¨¢s all¨¢ de un tempo r¨¢pido, no han encontrado una correlaci¨®n directa entre esta emoci¨®n y unas caracter¨ªsticas musicales concretas. ¡°Una de las cosas que ocurren es que hay muy pocas arias de alegr¨ªa porque las ¨®peras son todas complejas, as¨ª que nos encontramos con que esta emoci¨®n se expresa casi siempre en el coro final¡±, a?ade Torrente.
Con todas estas arias han creado una plataforma que permitir¨¢ a m¨²sicos, music¨®logos y aficionados buscar las partituras seg¨²n el compositor, la emoci¨®n que expresen, la tonalidad, los instrumentos utilizados¡ El jueves, coincidiendo con el 300? aniversario del estreno de la primera ¨®pera de Metastasio, se public¨® la versi¨®n beta para que un grupo de expertos del sector la prueben y detecten posibles errores. El 12 de abril, fecha de la muerte del libretista, abrir¨¢n la web al p¨²blico. Llorens explica que han pensado esta plataforma para un uso acad¨¦mico: ¡°Si alguien est¨¢ interesando en las arias, aqu¨ª las puede leer y estudiar, pero para poder representarlas s¨ª nos tiene que consultar porque est¨¢ sujeto a derechos¡±. Y Torrente concluye: ¡°Se han olvidado compositores que son extraordinarios. Yo creo que va a ser una sorpresa y, sobre todo, una oportunidad magn¨ªfica para los cantantes¡±.
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