Descubrimiento inesperado en Brazatortas: uno de los mayores ¡°alijos¡± de proyectiles romanos de la Pen¨ªnsula
El Ayuntamiento manchego encarg¨® la excavaci¨®n de un yacimiento de la edad del bronce, pero los especialistas encontraron tambi¨¦n una fortificaci¨®n de ¨¦poca romana
El joven arque¨®logo Alfonso Monsalve mir¨® con desconcierto el clavo y el trozo de cer¨¢mica que apareci¨® en el yacimiento manchego en el que estaba trabajando como director junto a una decena de compa?eros. Hab¨ªan llegado hasta all¨ª hac¨ªa dos a?os, en 2020, por un encargo del Ayuntamiento de Brazatortas, pueblo de un millar de habitantes, para excavar un yacimiento de la edad de bronce, pero esos hallazgos dieron un giro inesperado: sumido bajo tierra se encontraba un enclave romano de ¨¦poca republicana. ¡°El clavo era de hierro y la cer¨¢mica estaba elaborada a torno. Comenzamos a sospechar que no era un yacimiento ¨²nicamente del bronce¡±, cuenta Monsalve, de 35 a?os. La sorpresa no par¨® ah¨ª. D¨ªas despu¨¦s de excavaci¨®n, la voz de Paqui, trabajadora municipal que echaba una mano a los arque¨®logos, se alz¨® sobre el repiqueteo de las azadas, paletines y brochas:
¡ª?Qu¨¦ es esto? ¡ª, dijo mientras sosten¨ªa una pieza de metal en la mano.
Monsalve y el resto de los arque¨®logos lo examinaron y llegaron a la conclusi¨®n de que era un proyectil de plomo. ¡°Al principio, en realidad, dijimos: ¡®Bueno, pues un proyectil de honda. Es algo m¨¢s o menos usual¡¯. Pero en el mismo d¨ªa acumulamos una decena. Y al d¨ªa siguiente, otra. Y as¨ª hasta acumular muchas de ellas. Fuimos cobrando conciencia de que el hallazgo era m¨¢s importante de lo esperado¡±. En total, han encontrado 89 proyectiles de plomo ¡ªde unos cinco cent¨ªmetros de di¨¢metro y de entre 30 y 80 gramos¡ª y otros 10 fabricados de piedra. ¡°Es posiblemente el mayor alijo encontrado en Castilla-La Mancha y uno de los m¨¢s importantes de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, dice con prudencia Monsalve, codirector de la empresa Gamo Arqueolog¨ªa, que recibi¨® el encargo del Ayuntamiento de la localidad donde se encuentra el yacimiento.
La dataci¨®n del yacimiento, como ocurre normalmente, lo aportaron varias monedas de ¨¦poca republicana, utilizadas alrededor del siglo I-II antes de Cristo. ¡°Es una fecha orientativa, pero nos marcaba una horquilla m¨¢s o menos clara¡±, dice Monsalve. El arque¨®logo cree que es muy probable que la fortificaci¨®n romana estuviera habitada en el contexto de las guerras de Sertorio (del 82 a. C. al 72 a. C.), una extensi¨®n de la guerra civil romana en Hispania que enfrent¨® al gobernador Quinto Sertorio contra los optimates Quinto Cecilio Metelo P¨ªo y Cneo Pompeyo Magno. El uso de honderos era com¨²n en los ej¨¦rcitos romanos, que estaban incorporados como tropas auxiliares, muchos de ellos procedentes de las islas Baleares, debido a la fama que alcanzaron por su buen manejo de la honda.
Durante las contiendas de esta ¨¦poca, a?ade Monsalve, era com¨²n que las tropas construyeran fortificaciones sobre otros ya existentes de origen ¨ªbero, lo que explica la historia del equipo de Monsalve: ¡°Es lo que nos sucedi¨® a nosotros. Excav¨¢bamos en busca de restos de la Edad del Bronce y, antes de llegar a ellos, aparecieron los restos romanos. Son como las capas de Photoshop superpuestas y, en este caso, diferenciadas y visibles gracias a la estratigraf¨ªa¡±. Un ejemplo de ese uso continuado del espacio son unas piedras con pinturas rupestres prehist¨®ricas que los arque¨®logos han encontrado como material constructivo que reaprovecharon dentro del espacio.
El equipo de arque¨®logos est¨¢ trabajando para responder a las preguntas de por qu¨¦ fue abandonada sin utilizar tal cantidad de munici¨®n y que papel b¨¦lico tuvo esta fortificaci¨®n en la ¨¦poca romana. Las primeras conclusiones es que las tropas romanas aprovecharon la posici¨®n elevada del lugar para dominar el valle del r¨ªo Ojal¨¦n, un paso natural empleado durante miles de a?os para penetrar en el Valle de Alcudia y, por tanto, clave para controlar los pasos comerciales y la vertiente norte de Sierra Morena.
Su equipo, compuesto por los tambi¨¦n directores, V¨ªctor L¨®pez-Menchero y David Oliver, los t¨¦cnicos Paula Chirosa (arque¨®loga) e Isabel Angulo (restauradora) y una decena de trabajadores municipales como Paqui, no dijeron nada sobre ese primer descubrimiento ¡°por precauci¨®n¡± y siguieron excavando. ¡°El expolio es un problema en esta zona¡±, cuenta Monsalve. En los meses que quedaban de ese 2022 y durante la campa?a de 2023 los hallazgos se fueron sucediendo: a los proyectiles le siguieron piezas del telar, un horno y las huellas de los muros que dibujan diferentes estancias, no solo defensivas.
Adem¨¢s de estos vestigios romanos, encontraron ¨²tiles l¨ªticos de la Edad del Bronce, ¨¦poca que hab¨ªan ido a excavar y de la que Monsalve es experto. Destacan piezas como puntas de flecha, cuchillos y dientes de hoz. ¡°Pese a que los descubrimientos de ¨¦poca romana han sido una sorpresa, no cabe duda de que los del bronce son bastante relevantes a nivel peninsular. Siempre tratando de guardar toda la prudencia posible¡±, remarca Monsalve. La campa?a cerr¨® a finales de este noviembre y el equipo espera hacer p¨²blico todos los detalles de sus descubrimientos dentro de unos meses en varias publicaciones acad¨¦micas.
Aunque la estructura y dimensi¨®n real del enclave, al igual que la vida cotidiana de sus habitantes, a¨²n es un interrogante para los arque¨®logos, el yacimiento dibuja dos partes. Una, situada en la parte m¨¢s alta de la cima donde se alzaba la fortificaci¨®n, compuesta por varios edificios destinados a la defensa: una muralla de casamatas con tres estancias y una torre que componen un baluarte y una zona abierta con un horno. ¡°Aqu¨ª es donde se han localizado la mayor parte de los proyectiles y otros restos cer¨¢micos¡±, dice Monsalve. La segunda parte, en la zona m¨¢s baja y la que menos se ha excavado, corresponde en principio a las estancias privadas. ¡°Creemos que puede ser la zona donde se desarrollaba la vida cotidiana. De hecho, hemos encontrado unos restos de pintura mural en un revoco que parece de alg¨²n tipo de hormig¨®n o argamasa que se utilizaba en el mundo romano. Es posible que sea ¨®xido de hierro, aunque lo hemos mandado a analizar a un laboratorio de Zaragoza para conocer la composici¨®n exacta del pigmento¡±, apunta el director de la excavaci¨®n.
Pero los descubrimientos en esta zona van m¨¢s all¨¢. Incrustadas en la tierra han aparecido unas ¨¢nforas, que proven¨ªan directamente de Italia. ¡°Es una prueba de que Roma cuidaba a sus soldados, aunque estuvieran en un castro en medio de la nada. Es similar a esas escenas que vemos por televisi¨®n de los campamentos militares de EEUU en Irak, pero el Gobierno estadounidense hace llegar refrescos y hamburguesas a sus soldados¡±, cuenta Monsalve. Sobre c¨®mo hac¨ªa Roma para transportar estos v¨ªveres, el arque¨®logo describe que lo m¨¢s probable es que primero se enviasen a n¨²cleos m¨¢s poblados. En este caso, al de Sisapo (Almod¨®var del Campo, Ciudad Real) y, desde all¨ª, fueran distribuidos por el entorno rural. ¡°Es igual que como pasa ahora con Mercamadrid¡±, dice. Los restos que contienen est¨¢n siendo analizados.
M¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota, Monsalve destaca que la importancia de estos descubrimientos es que ayudan a entender la estructuraci¨®n del mundo rural en la ¨¦poca romana. ¡°Casi siempre se han estudiado ciudades romanas de mayor entidad o las villas, de ¨¦poca m¨¢s tard¨ªa, con mosaicos. Lo que no se ha excavado son estos n¨²cleos rurales: fuertes, peque?os poblados, aldeas¡ que serv¨ªan para el control del territorio. Ah¨ª reside la importancia de la estructuraci¨®n del espacio rural y del paisaje en esta ¨¦poca¡±, afirma.
La esperanza de Monsalve es que el Ayuntamiento donde se ubica el yacimiento, y que ha financiado las cuatro campa?as que han realizado desde 2020, vuelva a renovar para una quinta este 2024: ¡°Podr¨ªamos dar un salto cuantitativo, especialmente para incorporar m¨¢s investigadores y aumentar el equipo para excavar bastante m¨¢s¡±. El arque¨®logo no solo destaca los beneficios acad¨¦micos que aporta su oficio, sino tambi¨¦n los econ¨®micos para Brazatortas donde se hallan este tipo de yacimientos. ¡°Este Ayuntamiento ha apostado por la cultura arqueol¨®gica, que puede servir como una herramienta para dinamizar el turismo y que, a su vez, beneficie econ¨®micamente a sus vecinos¡±, argumenta Monsalve.
Para Pablo Toledano, de 57 a?os y alcalde del municipio de mil habitantes durante las ¨²ltimas seis legislaturas por el Partido Popular, va m¨¢s all¨¢ de una iniciativa de la pol¨ªtica municipal. Licenciado en Historia, Toledano cuenta que desde hace a?os le rondaba por la cabeza la idea de hacer una prospecci¨®n en algunas zonas del t¨¦rmino municipal para desempolvar el pasado de su pueblo. ¡°Cuando estudiaba en la universidad, siempre revisaba la carta arqueol¨®gica en busca de qu¨¦ pod¨ªa haber aqu¨ª. Sab¨ªa que en nuestra circunscripci¨®n hubo asentamientos de la Edad del Bronce, as¨ª que hace unos a?os decid¨ª que deb¨ªamos embarcarnos en esto. Para m¨ª, como alcalde, es algo valioso que puedo dejar a mi pueblo¡±, explica. El resto es la historia de trabajo del grupo de Monsalve.
Brazatortas ha destinado, hasta el momento, m¨¢s de 230.000 euros en las campa?as arqueol¨®gicas y el soporte t¨¦cnico para los especialistas. Recursos que, para Toledano, es una oportunidad para atraer turismo y dinamizar la zona. Entre otros planes, est¨¢ la construcci¨®n de un centro muse¨ªstico con un laboratorio para investigar los hallazgos del yacimiento. El alcalde reconoce que ¡°es dif¨ªcil explicarle a la gente que es necesario destinar dinero para estos proyectos, en lugar de por ejemplo arreglar una calle¡±, pero no duda de que ¡°es un recurso m¨¢s contra la despoblaci¨®n¡± y una herramienta para que la sociedad conozca el pasado enterrado en el suelo que pisa. El alcalde es contundente: ¡°Invertir en arqueolog¨ªa es tambi¨¦n invertir en desarrollo¡±.
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