Sertorio contra Metelo: la gran batalla entre romanos sale a la luz en un pueblo de Teruel
El avance tecnol¨®gico permite reconstruir la ubicaci¨®n del cuartel general y la escalera p¨¦trea dise?ada para asediar una ciudad ¨ªbera en Azaila en el 75 a. C.
Hispania estaba en llamas. Los ej¨¦rcitos romanos de Sertorio contra los tambi¨¦n romanos de Pompeyo y Metelo. Cruentas batallas en los m¨¢s diversos lugares de la provincia Citerior durante las llamadas guerras sertorianas (82 a 72 a. C). Los pueblos hispanos ¨Dobligados¨D se pon¨ªan de uno u otro bando. El ¨ªbero que habitaba el oppidum (ciudad fortificada) de Cabezo de Alcal¨¢ (Azaila, Teruel) lo hizo a favor de Sertorio. Metelo, en consecuencia, lo asedi¨®. Los habitantes huyeron despavoridos ante la llegada de los soldados: no hab¨ªa piedad con los enemigos. Solo quedaron romanos contra romanos. Profesionales contra profesionales. Las mismas t¨¦cnicas, la misma preparaci¨®n, id¨¦ntico armamento. Los arque¨®logos creen que se trataba de las tropas de Sertorio, encerradas en una ciudad con murallas de hasta 12 metros de altura, combatiendo frente a las de Metelo, desplazadas desde Marsella y encargadas del cerco.
La ¨²nica soluci¨®n para tomar la ciudad consist¨ªa, por tanto, en crear un aut¨¦ntico cuartel general bajo la ciudadela e intentar doblegarla mediante una t¨¦cnica denominada obsidio (bloqueo). ?Pero c¨®mo asaltarla? La soluci¨®n fue crear un camino en pendiente (agger), una especie de gigantesca escalera de tierra y piedras, de unos cinco metros de anchura, desde el acuartelamiento hasta el oppidum. Por ¨¦l subir¨ªan soldados y m¨¢quinas de guerra encabezando el ataque. Se han hallado hasta las barricadas que levantaron en las calles los defensores para evitar el avance. El estudio El sistema ofensivo y campo de batalla del entorno de la ciudad antigua del Cabezo de Alcal¨¢ de Azaila (Teruel). Primeros resultados, que va a aparecer pr¨®ximamente en la revista Gladius, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), firmado por Francisco Romeo Marug¨¢n, arque¨®logo del Gobierno de Arag¨®n, da as¨ª una respuesta a un enigma que comenz¨® en 1868, cuando el experto Pablo Gil y Gil se pregunt¨®, por primera vez, qu¨¦ significaban todas aquellas estructuras p¨¦treas dispersas a los pies del oppidum en el peque?o municipio de Azaila.
La primera pista para completar el puzle la hall¨® el arque¨®logo Juan Cabr¨¦ cuando en 1942 encontr¨® ¡°una zanja que se excav¨® parcialmente y cuya naturaleza no pudo precisar¡±, dice el estudio. Se trataba de un foso de 130 cent¨ªmetros de anchura y 190 de profundidad y que en realidad, ahora se ha sabido, era parte de un sistema de siete peque?os fosos consecutivos que defend¨ªan un gran recinto de planta cuadrada.
En 2017 se realizaron campa?as de prospecci¨®n y teledetecci¨®n en el entorno de la acr¨®polis utilizando la ¨²ltima tecnolog¨ªa existente. Los trabajos de investigaci¨®n magn¨¦tica desvelaron as¨ª ¡°la presencia de un campo de batalla a sus pies; un complejo horizonte en el que destaca la construcci¨®n de un recinto de importantes dimensiones [el centro de mando del asedio], y un combate que, dada la conservaci¨®n de los restos localizados, necesariamente tuvo que suponer la destrucci¨®n del asentamiento¡±, aproximadamente entre el 75 y el 74 a. C.
Adem¨¢s, al analizar los archivos topogr¨¢ficos del Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN), se confirm¨® que de la ¡°estructura cuadrada¡±, de unas 2,2 hect¨¢reas de extensi¨®n, part¨ªa una rampa de unos cinco metros de anchura que se dirig¨ªa directamente a la parte sur del oppidum, la zona con peores defensas. Las im¨¢genes de los drones desvelaron tambi¨¦n que la ciudad estaba rodeada por un muro y un foso con una anchura de entre 160 y 230 cent¨ªmetros.
El estudio calcula que la rampa artificial de acceso ten¨ªa una inclinaci¨®n del 3,21%. Su construcci¨®n no result¨® sencilla, ya que los soldados de Sertorio dispararon todo lo que ten¨ªan a su alcance contra quienes la estaban construyendo. ¡°La concentraci¨®n de proyectiles de honda, pila catapultaria [artiller¨ªa] y pila [jabalinas de los legionarios] es igualmente reveladora, pese a lo limitado del terreno inspeccionado; los proyectiles aparecen concentrados en el arranque de la rampa y en el frente de la l¨ªnea que parece cercar la acr¨®polis por el este¡±, indica Romeo.
La posterior prospecci¨®n magn¨¦tica realizada con detectores ha permitido, se lee en el estudio, ¡°la localizaci¨®n de un repertorio relevante de armas desechables, piezas que suelen quedar en el campo de batalla tanto por su escaso valor como por su producci¨®n masiva, as¨ª como glandes de honda, dardos y acu?aciones relacionadas con el ej¨¦rcito y otras piezas habituales en la impedimenta¡±.
En concreto, en solo cuatro hect¨¢reas, los arque¨®logos han recuperado 639 piezas met¨¢licas, pese a que la zona ha sido saqueada por los furtivos durante d¨¦cadas. De estos objetos, 23 son prerromanos, 275 romanorrepublicanos, uno medieval, cuatro modernos, 23 contempor¨¢neas, 46 de la Guerra Civil y otros 266 de cronolog¨ªa y funci¨®n indeterminadas.
¡°Entre el repertorio de piezas ind¨ªgenas y romanorrepublicanas destacan 113 de armamento y otros 138 fragmentos de plomo relacionados con la producci¨®n in situ de proyectiles de honda, seguido de 16 monedas, 6 f¨ªbulas y varios fragmentos de vajilla met¨¢lica de uso militar¡±, recuerda el estudio de Romeo. Entre este armamento se contabilizan tambi¨¦n 86 glans plumbea (proyectiles de plomo) junto a dos puntas impactadas y fragmentadas de pila catapultaria, tres de pila y 15 sagitta (flechas) en distinto estado de conservaci¨®n.
¡°Lamentablemente, ninguna de las piezas recuperadas pose¨ªa restos epigr¨¢ficos debido al intenso expolio que ha sufrido esta zona, ya que los proyectiles con epigraf¨ªa o decoraci¨®n poseen m¨¢s valor en el mercado negro. El 87,2% de ellos se presenta claramente impactados¡±. Es decir, son la prueba fidedigna de ¡°un escenario b¨¦lico compatible con un ataque a la ciudad¡±.
De los pila localizados, hay uno que ha llamado especialmente la atenci¨®n de los especialistas, por ser ¡°un modelo in¨¦dito en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica¡± y que conserva el cubo de presi¨®n y buena parte de su espiga met¨¢lica. ¡°Se trata¡±, destaca Romeo, ¡°de una pieza excepcional, ya que ¨²nicamente se han recuperado tres similares en el cerco de Alesia¡±, la batalla que enfrent¨® a los galos de Vercing¨¦torix con Julio C¨¦sar, en el 52 a. C.
Tambi¨¦n, se ha hallado un cuenco de bronce y coladores usados por los soldados y que est¨¢n asociados al consumo de vino. Igualmente, se han recuperado seis f¨ªbulas, un denario romano de plata, el primero que aparece en Azaila despu¨¦s de m¨¢s de un siglo de excavaciones, y varias monedas ind¨ªgenas, posiblemente utilizadas por Sertorio para pagar a las tropas.
¡°Estamos ante un acontecimiento b¨¦lico que solo hemos empezado a conocer; un complejo sistema que, por el momento, plantea m¨¢s preguntas que certezas, como corresponde a un proceso de investigaci¨®n en sus primeros momentos. Parece clara, por tanto, la funci¨®n del recinto, que, lejos de ser un castra o campamento en los t¨¦rminos habituales, se erige en un centro de mando que parece presidir el ataque a la ciudad. Un aut¨¦ntico campamento de asalto¡±, concluye el estudio.
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