La torre Eiffel cierra por tercer d¨ªa consecutivo por una huelga: ¡°Subirse era nuestro plato fuerte¡±
Los sindicatos critican el modelo de negocio de la empresa que gestiona el monumento, una de las mayores atracciones tur¨ªsticas del mundo
¡°Por huelga, la torre Eiffel est¨¢ cerrada. Nos disculpamos¡±. El mensaje, en espa?ol, reluce en una peque?a pantalla negra, colocada en una de las entradas del emblem¨¢tico monumento. Sus trabajadores protestan desde el lunes, hace tres d¨ªas, para denunciar un modelo que consideran insostenible. Las cr¨ªticas se dirigen al Ayuntamiento de Par¨ªs, accionista mayoritario de la sociedad operadora, y subrayan un desequilibrio que existe entre los ingresos y los gastos, que seg¨²n los huelguistas afecta al mantenimiento de este s¨ªmbolo de la capital francesa, que atrajo a m¨¢s de seis millones de visitantes en 2023.
Las puertas de la estructura de hierro, de 330 metros de altura y m¨¢s de 10.000 toneladas, suelen estar abiertas 365 d¨ªas al a?o. Pero incluso cerrado, el monumento atrae a un sinf¨ªn de turistas, la mayor¨ªa extranjeros. El cierre de estos d¨ªas es el segundo en dos meses. Y pese a los avisos en la p¨¢gina web, cientos de personas paseaban el martes a su alrededor, frustrados de no haber podido subir y admirar una de las mejores vistas panor¨¢micas de la ciudad. Entre ellas estaban las mexicanas Mildredt, Evelin y Alejandra Hern¨¢ndez, de 32, 29 y 15 a?os. ¡°Es una pena, porque venimos de muy lejos. Ma?ana ya nos vamos¡±, lamentaron.
A unos metros, un grupo de alumnos espa?oles esperaba impaciente con los boletos impresos en mano. ¡°Estamos muy disgustados¡±, contaba Amanda Clavell, la profesora de franc¨¦s que coorganiz¨® el viaje escolar. ¡°Subirse a la torre Eiffel era el plato fuerte¡±, dec¨ªa Carla Masegosa, su colega, precisando que lo ten¨ªan todo preparado desde octubre. En las entradas, unas azafatas con chaleco rojo explicaban las razones de la huelga a los turistas y dec¨ªan desconocer hasta cu¨¢ndo durar¨¢. En cinco meses, la capital francesa acoger¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos.
Los dos sindicatos del personal de la torre, la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO), denuncian que la sociedad gestora se preocupa m¨¢s por ganar dinero que por mantener el monumento, construida por el ingeniero Gustave Eiffel en 1889 para la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs.
En particular, critican el aumento del importe que esta sociedad debe pagar cada a?o a su accionista mayoritario, el Ayuntamiento de Par¨ªs, en un momento en que sus finanzas se han visto afectadas por la pandemia de Covid-19. La municipalidad posee el 99% del capital de la SETE (Sociedad de Explotaci¨®n de la Torre Eiffel), que opera el edificio en el marco de una delegaci¨®n de servicio p¨²blico. El contrato se firm¨® en 2017 y se extiende hasta 2030.
Los montos que se deben pagar al consistorio pasaron de ocho millones de euros en 2021 a 16 millones en 2022, y podr¨¢n alcanzar los 50 millones en los pr¨®ximos a?os, con un aumento del 20% de los precios de entrada, seg¨²n la CGT. En 2022, el volumen de negocios fue de 106 millones de euros.
Las reivindicaciones de las centrales se producen en un momento clave, ya que la SETE, con unos 350 empleados, renegocia las condiciones con el consistorio. El Ayuntamiento, gobernado por la socialista Anne Hidalgo, ya reforz¨® el capital de la concesionaria con 60 millones de euros, en respuesta a las p¨¦rdidas ocasionadas por la crisis sanitaria, de unos 120 millones de euros.
¡°Lo que nos preocupa es el mantenimiento¡±
Denis Vavassori, delegado sindical de la CGT, discut¨ªa el martes con dos de sus compa?eros a los pies de la torre, visible desde todo Par¨ªs. ¡°A nosotros lo que nos preocupa mucho es el mantenimiento del monumento porque a¨²n hay mucho trabajo que hacer¡±, explic¨® el hombre, que es parte del servicio t¨¦cnico de esta atracci¨®n tur¨ªstica. ¡°El gran miedo es que este monto [a pagar al Ayuntamiento] amenace el buen funcionamiento de las obras¡±, agreg¨® el huelguista, que lleva 21 a?os trabajando en el lugar.
Los sindicatos hacen hincapi¨¦ en las inversiones que se necesitar¨¢n en los pr¨®ximos a?os, sobre todo para los ascensores y la pintura. Y apuntan al sobrecoste que han conllevado las renovaciones. El hierro de la estructura est¨¢ recubierto por una gruesa capa de pintura, que hay que renovar cada siete a?os para protegerlo de la corrosi¨®n.
El mismo Gustave Eiffel, en un libro, hab¨ªa insistido en la importancia de ello para conservar una obra met¨¢lica. De cara a los Juegos Ol¨ªmpicos, el monumento emprendi¨® una vig¨¦sima campa?a para volver a lucir el color ¡®amarillo-marr¨®n¡¯ que ten¨ªa en 1907. Pero hasta ahora, apenas se ha pintado un 30% de la estructura, seg¨²n la CGT.
¡°El fondo del problema es el mantenimiento en profundidad del monumento, que est¨¢ envejeciendo (...). Es realmente urgente actuar en este ¨¢mbito¡±, continu¨® Vavassori. Desde su inauguraci¨®n, la torre Eiffel ha recibido m¨¢s de 300 millones de visitantes. Actualmente, acoge a unos 17.000 visitantes al d¨ªa y en 2023, el nivel de frecuentaci¨®n super¨® al de antes del Covid-19.
Los sindicatos insisten en que se subestiman los costes y que el Ayuntamiento sobreestima los ingresos, bas¨¢ndonos en el n¨²mero de personas que visitan el lugar cada a?o. Ni la municipalidad ni la sociedad gestora han respondido a las solicitudes de comentarios de este peri¨®dico. Mientras tanto, el emblema parisino sigue siendo un im¨¢n para viajeros del mundo entero, que acuden al lugar para tomarse fotos y selfies, con el sonido de fondo de un trompetista.
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