La reivindicaci¨®n andaluza salta de las redes sociales a las camisetas

Pintarraheo ¡ªsin m¨¢s se?as, porque su identidad es un misterio¡ª ni sab¨ªa donde se estaba metiendo cuando, all¨¢ por 2017, cogi¨® el rotulador que un amigo grafitero se dej¨® en su casa y escribi¨® en una fachada: ¡°?quea muxo par metorito?¡±. Los a?os pasaron y su fama ha crecido tanto que sus frases pintadas por cualquier calle andaluza son ya emblemas que muchos se tat¨²an y que ¨¦l mismo materializa en camisetas, sudaderas o bolsas de tela. No es el ¨²nico. La reivindicaci¨®n andaluza ha saltado de las calles y las redes sociales a la creaci¨®n cultural y la moda ponible. Una derivada m¨¢s de un nuevo andalucismo que busca ser m¨¢s transversal, pero sin dejarse la reivindicaci¨®n y la lucha por el camino.

¡°Reivindicamos el andalucismo y la nostalgia de un tiempo en el que ¨¦ramos m¨¢s felices porque ¨¦ramos ni?os. Eso nos hace evadirnos de la realidad actual, de la posibilidad de avanzar econ¨®micamente hacia la adultez total¡±, explica el jerezano ?lvaro R. Do?a, una de las dos patas, junto a Amaro de la Calle, de la marca de ropa Gloria Vendimia. La web de su firma est¨¢ plagada de prendas con mensajes que juegan con expresiones andaluzas ¡ªalgunas dise?adas como logos de marcas conocidas¡ª o ilustraciones que hacen gui?os directos a los millennial andaluces, los bautizados como la generaci¨®n del mollete que ahora da alas al nuevo andalucismo. Junto a ellos, firmas como Taifah, Camijetas, P¨¢jaroflama, Cirope de Freza, MissComadres, Africa del Norte, Puressa Jondo o Viste Andaluc¨ªa hacen gala de ideas similares.

El tir¨®n del p¨²blico por vestir estos esl¨®ganes tambi¨¦n llev¨® al sevillano Lucas Melc¨®n a dar el salto ¡°de los colores luz a los colores pigmentos¡±. Tras sumar miles de seguidores en redes sociales ¡ªen Instagram tiene 212.000 y en X m¨¢s de 174.300¡ª, se lanz¨® a crear una camiseta con un lema creado por ¨¦l: XABALE NO PEGARSE. Fue la traslaci¨®n a textil de las frases cotidianas y coloquiales andaluzas que crea en redes simulando conversaciones, como las maternofiliales, acompa?adas de fotos de animales. Sus primeras creaciones fueron centradas en pol¨ªticos como el presidente del Parlamento andaluz, Jes¨²s Aguirre, al que le colocaba bocadillos en los que hablaba de ¡°la ¡®insidensia¡¯ acumulada de ¡®porvorone¡±. ¡°Si se puede rebajar la tensi¨®n, mejor¡±, bromea el social media al otro lado del tel¨¦fono.

La mayor parte de las creaciones que acaban estampadas en camisetas tienen el nexo en com¨²n de explotar expresiones coloquiales escritas en andaluz. Malacara se limita a plasmarlo como ¨¦l hablar¨ªa con sus amigos en Whatsapp. Pintarraheo lo eleva un paso m¨¢s y recurre al ?ttand? pal andal?h (EPA), una ortograf¨ªa extraoficial creada en 2018 por un colectivo con el que ¨¦l mismo colabor¨® y que recoge en escritura rasgos dialectales como el ceceo, el seseo o el jejeo. ¡°La gente entiende perfectamente mis pintadas. Tienes que tener muchas horas de lectura para saber manejar una ortograf¨ªa. Con mi proyecto pretendo naturalizar esa forma de escribir para que la gente pierda el miedo¡± explica.

Los dise?os tambi¨¦n tiran de recursos art¨ªsticos o visuales asociados a Andaluc¨ªa. Que se lo digan a la sevillana Patricia Palmero, de la firma de mantones Patri Tri Tri, cuya firma m¨¢s ligada a la moda se hizo viral despu¨¦s de que le hiciese un echarpe de la bandera LGTBI con flecos y lunares a Mar¨ªa del Monte en el preg¨®n del Orgullo de Sevilla de 2022. ¡°Casi todo el mundo que me escribe para encargarme algo es porque tiene el sentimiento flamenco dentro. Muchos no son andaluces¡±, apunta la dise?adora.

La amenaza de la banalizaci¨®n

La ilustradora malague?a Ana ?lvarez, conocida art¨ªsticamente como La Uonki, tambi¨¦n recurre a dibujos en los que entrevera olivos, tracer¨ªas ¨¢rabes, claves o cer¨¢micas con mensajes que interpelan al lector como ¡°se llenan la boca con Lorca al grito de ¡®libert¨¢' mientras lloran las cunetas que regaron con sangre¡±. La creadora tiene claro que el nuevo andalucismo en forma de lemas sencillos y con gancho est¨¢ en su momento ¨¢lgido, pero confiesa su temor a la banalizaci¨®n. ¡°En los c¨ªrculos militantes el lenguaje y la est¨¦tica pueden ser muy manidos. Lo que quiero es que si lo ve mi prima la que pasa de pol¨ªtica no mire para otro lado. Pero tambi¨¦n es un arma de doble filo si Espa?a explota lo guay del andaluz sin hablar de las penas, como ya ha pasado antes con el flamenco o la copla¡±, reflexiona la ilustradora.

Pintarraheo, Melc¨®n o los creadores de Gloria Vendimia tambi¨¦n se sienten inmersos en ese debate, pese a no renegar de su vinculaci¨®n con un andalucismo de izquierdas. ¡°Me dedico al humor absurdo. Intento que sea algo bastante m¨¢s et¨¦reo, para llegar a un p¨²blico mayor tampoco se puede hacer el m¨¢s ¡®borroka¡¯ de todos¡±, explica Melc¨®n. ¡°Nuestro andalucismo parte de nuestros padres y abuelos, pero es distinto. Ese auge de los nacionalismos de otros territorios nos ha dejado a la sombra y de esta manera nosotros reivindicamos nuestro espacio¡±, justifica De la Calle.

M¨¢s claro tienen todos los creadores que la faceta cultural del andalucismo dif¨ªcilmente da para llegar a fin de mes. ¡±Me da trabajo que otra cosa. Cuido mucho el producto. Esto no es un negocio. No es mi ¡®modus vivendi¡±, explica Melc¨®n. Pintarraheo se conforma con que no le roben su arte, acostumbrado a que haya habido quien le haya plagiado frases o tipograf¨ªas. Solo en Gloria Vendimia han conseguido rentabilidad, pero gracias a que tienen tambi¨¦n un taller de creaci¨®n y serigraf¨ªa, Criadera, que tambi¨¦n acepta encargos de terceros.

Pese al rendimiento econ¨®mico limitado, el nuevo andalucismo estampado en camisetas, redes sociales o fachadas ¡°ha venido para quedarse¡±, como asegura Pintarraheo. ¡°Estamos en un punto de no retorno. Esto solo puede ir a m¨¢s¡±, apunta el creador. ?lvarez, dise?adora de una de las camisetas sobre Andaluc¨ªa que mejor le ha funcionado a Gloria Vendimia, tambi¨¦n cree atravesar un momento dulce: ¡°Est¨¢ en un momento guay. Hay m¨¢s gente que se atreve a hacer cosas. Nos respaldamos m¨¢s y hay comunidad¡±. ¡°Est¨¢ en buena fuerza el movimiento. La generaci¨®n del mollete es amplia, aunque no s¨¦ si hay que ponerle etiquetas¡±, zanja Melc¨®n.