¡®T¨®tem¡¯: irreprochable drama naturalista entre la fiesta y la muerte
La mirada de la mexicana Lila Avil¨¦s se pega como una lapa a sus criaturas y el espectador se sit¨²a a apenas unos cent¨ªmetros de los personajes
La mirada de Lila Avil¨¦s se pega como una lapa a sus criaturas y el espectador se sit¨²a a apenas unos cent¨ªmetros de los personajes, se mueve con ellos, los escucha como el que forma parte de sus acciones, casi como un interlocutor. Pero no a la manera nerviosa de los hermanos Dardenne, sigui¨¦ndolos de un modo obsesivo tras su cogote, sino de una forma m¨¢s natural, tranquila y delicada. La directora ya lo practic¨® en La camarista (2018), su buen debut en el largometraje, con el exhaustivo rastreo de una empleada de un gran hotel dedicada a las habitaciones, a su limpieza y a su orden, con tiempo l¨ªmite y en condiciones precarias, sin juicios ni melodramas. Y lo vuelve a experimentar en T¨®tem, otra pel¨ªcula minimalista en su argumento, de arco temporal corto y espacios reducidos, con la que la platea del cine se siente tan part¨ªcipe de lo que est¨¢ ocurriendo que podr¨ªa ser un habitante m¨¢s de este relato sucinto: los preparativos y la fiesta de cumplea?os en una casa con jard¨ªn de un joven marido y padre que se muere a causa de una enfermedad terminal.
¡°Deseo que papi no se muera¡±, dice su hija de siete a?os mientras juega con su madre de manera c¨®mplice a un juego de peticiones. Es una de las pocas presencias expl¨ªcitas de la muerte (quiz¨¢ la ¨²nica) en el texto de la pel¨ªcula, que va por otros derroteros para ir mostrando, en un relato coral en el que no hay protagonistas ni secundarios sino solo la familia como el t¨®tem del t¨ªtulo, una oraci¨®n pagana con sabor a despedida sin apenas sentimentalismos.
Es T¨®tem una obra intuitiva compuesta a trav¨¦s de planos muy cerrados en el formato de moda, ese 4:3 que aprisiona a¨²n m¨¢s a los protagonistas (y al espectador) en una realidad abrasiva que afecta a cada uno de un modo distinto: la mirada curiosa y a veces estupefacta de la cr¨ªa ante las conversaciones y los comportamientos de los mayores; la banalidad de los adolescentes de la familia, que no terminan de ver la gravedad de la situaci¨®n; las incompatibilidades de las hermanas del hombre enfermo, enfrentadas por las caracter¨ªsticas y la esencia de una fiesta con regusto a entierro a¨²n en vida o a ¨²ltimo soplo de aire fresco en una existencia que se consume. Mientras, en lo social y en una comunidad como la mexicana, que tiene una relaci¨®n con la muerte bien distinta a la espa?ola, distintos miembros de la familia y de los amigos se entregan a una suerte de ¨²ltima tentativa, entre lo sobrenatural y lo idiota, para evitar el fin: la terapia de sanaci¨®n cu¨¢ntica; la espiritualidad de la cosmogon¨ªa del grupo ind¨ªgena de los lacandones, y hasta la espiritista que expulsa las malas vibraciones a base de eructos.
Las presencias del enfermo durante la primera mitad del metraje son espor¨¢dicas y Avil¨¦s nunca parece querer filmarle de frente, como si estuviera reservando su identidad detr¨¢s del pudor. Lo hace de espaldas o con rostro cabizbajo, tumbado o en sombras. Sin embargo, en la segunda mitad, cuando al fin sale de su oscuro retiro en la habitaci¨®n para compartir la ofrenda de los suyos, lo mira con tanta piedad como respeto, entreg¨¢ndole, como sus personajes, momentos apasionados.
Sin una gota de m¨²sica y con continuos cambios en el punto de vista, Avil¨¦s parece mirarse en el cine de la argentina Lucrecia Martel y en su retrato coral de La ci¨¦naga. Un microcosmos marcado por numerosos planos de plantas e insectos, alrededor de una vida que se extingue, pero en una sociedad que permanece. Cine irreprochable, con formas y contenido que, eso s¨ª, exigen la participaci¨®n activa de ese p¨²blico que no solo mira, sino que tambi¨¦n debe participar gracias a la ¨¢gil c¨¢mara de Avil¨¦s.
T¨®tem
Dirección: Lila Avilés.
Intérpretes: Naíma Sentíes, Mateo García, Monserrat Marañón, Marisol Gasé.
Género: drama. México, 2023.
Duración: 95 minutos.
Estreno: 1 de marzo.
Babelia
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