Javier C¨¢mara: ¡°Antes el miedo me paralizaba, ahora me estimula¡±

A sus 57 a?os, Javier C¨¢mara es uno de los actores m¨¢s solicitados en Espa?a. El cine, la televisi¨®n y el teatro esperan siempre su presencia. Ahora se sube a un escenario para interpretar a uno de los personajes m¨¢s potentes de la historia universal del teatro. Es el t¨ªo Vania, seg¨²n la obra del mismo t¨ªtulo del dramaturgo ruso Ant¨®n Ch¨¦jov, que escribe y dirige Pablo Rem¨®n, estrenada en las Naves del Espa?ol en Matadero, en Madrid. Vania x Vania es una brillante experiencia esc¨¦nica, que aborda la obra de Ch¨¦jov con dos versiones diferentes que se representan una detr¨¢s de la otra. C¨¢mara, actor galardonado a lo largo de su carrera, recibe este lunes el Premio M¨¢laga-Sur del Festival de Cine de M¨¢laga, por toda su trayectoria.

Pregunta. De nuevo en el teatro. ?Le ha picado el gusanillo?

Respuesta. Me ha picado, s¨ª. Pablo Rem¨®n me lo pic¨® con Los farsantes y ahora otra vez.

P. Decir no a T¨ªo Vania no debe de ser f¨¢cil para un actor.

R. Los actores tenemos seis u ocho referencias. A m¨ª, Romeo ya se me ha pasado. Hamlet tambi¨¦n. Segismundo puede que tambi¨¦n. Pero para T¨ªo Vania era el momento, no se me pod¨ªa escapar.

Yo, con 18 a?os, tuve una crisis tremenda, empezaba a darme cuenta de que me gustaban m¨¢s los chicos y me di cuenta de que eso en el pueblo no me iba a ir bien¡±

P. ?C¨®mo ha sido adentrarse en el mundo de Ch¨¦jov?

R. Lo interesante es quitarle la p¨¢tina cl¨¢sica, de respeto. En este caso, Pablo Rem¨®n lo que ha hecho ha sido admirarle, quererle y hacer su propia versi¨®n de Vania. Lo mismo que hizo con Do?a Rosita, anotada, basada en la obra de Lorca. Hay que llegar a los cl¨¢sicos as¨ª, porque son para los que estamos viviendo ahora. Tenemos que despojarles del aparataje de a?os, de siglos, de polvo y de barnices. Ch¨¦jov est¨¢ vivo y se le puede ver desde muchos lugares. A m¨ª me encanta que Rem¨®n le haya visto desde un lugar m¨¢s azconiano o berlanguiano.

P. ?Qu¨¦ dice hoy esta obra escrita hace m¨¢s de un siglo?

R. Nos dice muchas cosas, nos interpela como personas. Habla de la naturaleza, de la ecolog¨ªa, del amor y del contacto con la naturaleza. Habla de las relaciones personales, de los amores y las frustraciones. Nos pone frente a las decisiones que tomamos y las que no hemos tomado. Habla de la belleza de amar y de lo terrible que es no ser amado. Vania, en concreto, es un personaje que ten¨ªa que haber vivido otras vidas. Es alguien que no est¨¢ contento en su piel, y yo conozco a gente as¨ª. Es un personaje pat¨¦tico que roza muchas veces el rid¨ªculo.

P. ?Hay muchos t¨ªos Vanias en la actualidad?

R. Muchos, muchos. T¨ªo Vania me interpela en cada frase. A lo largo de los ensayos, te vas dando cuenta de c¨®mo va calando en ti el texto y, adem¨¢s, de la suerte que tengo de decirlo al lado de mis compa?eros.

P. Esta obra, con dos versiones que se interpretan seguidas, es algo m¨¢s que una funci¨®n al uso.

R. Es una experiencia esc¨¦nica para los actores y para el p¨²blico. Lo normal es que uno vaya al teatro y vea una funci¨®n. En esta ocasi¨®n, mostramos la misma obra, pero en dos versiones diferentes, con distintos textos y los mismos actores que interpretan a los mismos personajes. El espectador va a tener la sensaci¨®n de que estamos trayendo a los cl¨¢sicos al d¨ªa de hoy. Y es que a los cl¨¢sicos les pasaba lo mismo que a nosotros, se enamoraban igual, con la misma pasi¨®n.

P. Dos Vanias. El primero m¨¢s desnudo y esencial, frente al otro, inmerso en un juego m¨¢s teatral. ?Ha buscado el mismo personaje dos veces?

R. No. El Vania de la primera funci¨®n es un tipo m¨¢s claro en lo que siente, frente al Vania de la segunda parte, que es m¨¢s b¨¢sico, que est¨¢ descubriendo por primera vez lo que le est¨¢ pasando y no sabe c¨®mo decirlo, est¨¢ ansioso y le da verg¨¹enza y pudor hablar de sus sentimientos. Todav¨ªa estoy descubriendo la diferencia entre los dos. A Vania le cabe todo, le cabe que cada actor del mundo entero interprete su propio Vania, como cada uno interpretar¨ªa un Hamlet, un Segismundo o el Romeo enamorado. Cuando tienes un personaje de estas caracter¨ªsticas le cabe todo.

P. Estas dos obras seguidas, ?no producen cierta esquizofrenia al int¨¦rprete?

R. Este modelo s¨ª es un poco esquizofr¨¦nico, porque hay muchas frases que se repiten, pero desde un lugar muy distinto. Hay muchas cosas que se dicen de una manera distinta en cada una de las versiones. Es una esquizofrenia mental para acordarte de en qu¨¦ funci¨®n est¨¢s. Es una dicotom¨ªa muy interesante, pero nos ha costado controlarla.

P. Es un esfuerzo f¨ªsico y mental multiplicado por dos, ?no?

R. S¨ª, claro, pero a eso hemos venido, a jugar.

A m¨ª me encantar¨ªa seguir trabajando, no quisiera ser pat¨¦tico en escena, pero me gustar¨ªa seguir hasta un cierto momento. Tengo 57 a?os y pienso en, a lo mejor, 20 a?os m¨¢s. ?Es demasiado?¡±

P. No para de trabajar. Es uno de los actores espa?oles m¨¢s solicitados. ?Cu¨¢ntos proyectos recibe a lo largo del a?o?

R. Muchos y muy interesantes. Es una pena no poder hacer varios a la vez, pero a m¨ª me resulta imposible. No s¨¦ hacer varias cosas a la vez.

P. ?Es f¨¢cil decir no?

R. No. Pero el hecho de elegir te lleva tambi¨¦n a Vania, que decide quedarse en el pueblo y no instalarse en la ciudad. Hay que apechugar con las decisiones que uno toma. Nos significamos m¨¢s por las veces que hemos dicho que no, que por las que hemos dicho que s¨ª.

P. ?Qu¨¦ debe tener un proyecto para que diga que s¨ª?

R. Me tiene que dar miedo. Antes esto me paralizaba y ahora me estimula, se convierte en energ¨ªa. El miedo es un motor. Si yo veo que la gente de mi alrededor est¨¢ animada y yo tengo miedo, s¨¦ positivamente que estoy en buenas manos y que ese miedo desaparecer¨¢. Me dejo llevar por el talento y la confianza de alrededor. Me interesa esa parte de lo desconocido a lo que nunca te has enfrentado. Hay que permitirse los retos.

P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando cesen las llamadas? ?Teme ese momento?

R. El actor siempre teme ese momento. A m¨ª me encantar¨ªa seguir trabajando, no quisiera ser pat¨¦tico en escena, pero me gustar¨ªa seguir hasta un cierto momento. Tengo 57 a?os y pienso en, a lo mejor, 20 a?os m¨¢s. ?Es demasiado? No s¨¦, pero luego ves a talentos desmesurados, como H¨¦ctor Alterio o Lola Herrera, que son mis referentes. Si ellos est¨¢n as¨ª y el teatro les ha dado esta vida, pienso que yo tambi¨¦n puedo llegar. Si pienso en los genes, mi madre tiene 93 a?os, as¨ª que¡­

P. Es padre de una ni?a y un ni?o, de seis a?os. ?C¨®mo le cambi¨® la paternidad?

R. La paternidad me ha hecho ser una persona m¨¢s sensible, m¨¢s fr¨¢gil y fuerte al mismo tiempo.

P. La crianza no ha debido de ser f¨¢cil con su trabajo.

R. Es complicada, como para todo el mundo. Es el problema que tienen la mayor¨ªa de las familias. Me fascina la crianza, es lo mejor de mi vida, sin renunciar a mi afecto y pasi¨®n por el trabajo. Ellos cuando sean mayores entender¨¢n que han tenido un padre que ha luchado por sus sue?os y sus alegr¨ªas. Espero que con el tiempo valoren que uno tiene que pelear por sus sue?os. Yo me fui de mi pueblo y no he vuelto a vivir con mi madre desde hace 35 a?os. ?Me duele en el alma? S¨ª. ?Le duele en el alma a ella? Tambi¨¦n. Pero es la vida.

P. Recibe este lunes el Premio M¨¢laga-Sur a toda una trayectoria art¨ªstica, en el Festival de Cine de M¨¢laga. ?Qu¨¦ le supone este galard¨®n a toda una carrera?

R. Me halaga much¨ªsimo que se fijen en m¨ª. Lo disfruto y m¨¢s siendo en M¨¢laga, donde presentamos la pel¨ªcula Torremolinos 73 o Fuera de carta. He ido un mont¨®n de veces al festival y siempre me reciben con los brazos abiertos. Es un festival dedicado en origen a la comedia, a la que yo nunca renunciar¨¦, porque amo la comedia. Podr¨ªa vivir dentro de una comedia.

P. T¨ªo Vania se lamenta en la funci¨®n y se pregunta: ?no hay ninguna manera de vivir otra vez? ?Usted no hubiera so?ado con otra?

R. La vida me ha dado cosas demasiado buenas y no la quiero cambiar. Hay una frase maravillosa en la obra de Vania que es ¡°recuerda lo bueno¡±. ?Para qu¨¦ vamos a acordarnos de lo malo? Yo, con 18 a?os, tuve una crisis tremenda, empezaba a darme cuenta de que me gustaban m¨¢s los chicos y me di cuenta de que eso en el pueblo no me iba a ir bien. Yo no quer¨ªa la vida a la que estaba abocado. Mi padre era un agricultor maravilloso, ten¨ªa una finquita, pero que cada a?o se ten¨ªa que coger la maleta con su saxof¨®n y se recorr¨ªa Espa?a para poder vivir meses lejos de casa. Suspend¨ª todas las asignaturas de COU y un profesor me hizo ver la crisis que ten¨ªa y me recomend¨® la Escuela de Arte Dram¨¢tico de Madrid. Pero, ¡°?eso se estudia?¡±, pregunt¨¦. Tal era mi ignorancia. Cuando llegu¨¦ me di cuenta de que no estaba preparado, de que yo no hab¨ªa le¨ªdo nada, ni La Celestina, ni nada. Y me iba corriendo a la biblioteca porque no quer¨ªa que me echaran de ah¨ª. Buzoneaba publicidad, trabajaba de camarero, de acomodador, de lo que fuera con tal de estar ah¨ª, de lo que fuera. Mis a?os en esa escuela fueron los a?os m¨¢s felices y fruct¨ªferos de mi vida. Por primera vez sent¨ª que era el sitio en el que quer¨ªa estar. Esos a?os me hicieron ser la persona que soy ahora.