Quevedo: qu¨¦ tecla ha tocado un canario de 20 a?os para crear (con ayuda de Bizarrap) la canci¨®n m¨¢s escuchada del mundo
¡®BZRP Music Sessions Vol. 52¡ä (conocida como ¡®Qu¨¦date¡¯) lleva un mes en el n¨²mero uno mundial de Spotify, por encima de Harry Styles, Bad Bunny o Rosal¨ªa
Banderas de Espa?a. Tambi¨¦n de Argentina. Muchas. Alguna de Canarias. Todas agitadas por el p¨²blico. El productor y dj argentino Bizarrap (Buenos Aires, 24 a?os) y el int¨¦rprete canario Quevedo (Las Palmas de Gran Canaria, 20 a?os) est¨¢n brincando en el escenario, abrazados. Visten gorras y ropa deportiva. Parecen dos j¨®venes aficionados celebrando que su equipo acaba de ganar un t¨ªtulo importante. Quiz¨¢ sea as¨ª. Las 15.000 personas que llenan el bello escenario Marenostrum de Fuengirola (M¨¢laga) tambi¨¦n celebran algo, seguramente que son j¨®venes y que no tienen ganas de escuchar las negras predicciones que auguran los analistas sobre su futuro laboral. Hoy al menos no. Es domingo 14 de agosto y el festival Boombastic debe ser uno de los lugares del planeta con m¨¢s felicidad y euforia por metro cuadrado. Se canta la copla del verano en Espa?a (en competencia con Despech¨¢, de Rosal¨ªa): ¡°Qu¨¦eeeeedate, que las noches sin ti duelen. / Tengo en la mente las poses y todos los gemidos, que ya no quiero nada que no sea contigo¡±. La canci¨®n se conoce popularmente como Qu¨¦date o ¡°la de Quevedo y Bizarrap¡±, aunque su nombre real es BZRP Music Sessions Vol. 52 (luego aclararemos esto), y lleva un mes como la m¨¢s escuchada a nivel mundial en Spotify, la plataforma preponderante.
Quevedo ofreci¨® un concierto de 45 minutos siempre con la voz en directo. Pero en el plato fuerte, Qu¨¦date, dej¨® sonar la grabaci¨®n (lo que se conoce como playback) y solo en alguna ocasi¨®n amarr¨® el micr¨®fono. Mejor saltar que cantar. El p¨²blico disfrut¨® como si ma?ana se acabara el mundo. Despu¨¦s lleg¨® el recital de Bizarrap y al final se uni¨® Quevedo para volver a atacar la canci¨®n del momento y cerrar un Boombastic dedicado a la m¨²sica urbana (un t¨¦rmino donde se integra el reguet¨®n, el trap o el hip hop) donde tambi¨¦n participaron otras figuras de esta escena como Duki o Funzo y Baby Loud. ¡°Play qu¨¦. No s¨¦ lo que es eso del playback¡±, afirma con iron¨ªa Ver¨®nica Terral, malague?a de 20 a?os, justo despu¨¦s del festival, a eso de las 2.30 de la madrugada. Ella y sus amigas buscan un taxi para seguir la fiesta en la feria de M¨¢laga, en plena ebullici¨®n estos d¨ªas.
Se pueden entablar muchos debates en torno a las canciones que lideran las listas de reproducciones (sobre todo reguet¨®n y sus derivados) y sobre si un concierto con m¨²sica enlatada se puede tildar de concierto, pero quiz¨¢ todo est¨¢ resumido en las opiniones de los que gozan con esta experiencia. Como es el caso de A. Calvo, madrile?o de 28 a?os, y disfrut¨®n en el Boombastic de Fuengirola: ¡°No me he dado cuenta de que no cantaba Quevedo en Qu¨¦date y lo relevante es que no me importa. Quer¨ªa escuchar esa canci¨®n con ¨¦l sobre el escenario y ya est¨¢. Me da igual que cante en directo o que est¨¦ grabada. Lo he gozado¡±.
Tras un mes en el puesto n¨²mero uno de escuchas a nivel mundial en Spotify, la canci¨®n conocida como Qu¨¦date suma 305 millones de reproducciones al cierre de este art¨ªculo, la mayor¨ªa provenientes de Espa?a, Latinoam¨¦rica, el Caribe y Estados Unidos. Esto quiere decir que una canci¨®n de un chico de 20 a?os que comenz¨® a lanzar m¨²sica hace solo 24 meses y que todav¨ªa no tiene un disco largo en el mercado (eso s¨ª, suma un buen pu?ado de sencillos) se escucha m¨¢s en la plataforma predominante que las de Harry Styles, Bad Bunny, Kate Bush (una anomal¨ªa: est¨¢ ah¨ª por el efecto Stranger Things, ya que la serie incluy¨® su Running Up That Hill en la trama) o Rosal¨ªa, que son los perseguidores. En Espa?a el tema tambi¨¦n vive en el puesto m¨¢s alto.
Josep Puchades Tuti (Valencia, 21 a?os), que forma junto a su paisano Carlos Mari (tambi¨¦n 21) Los Xavales, un d¨²o de analistas de la escena urbana desde sus programas en YouTube y un podcast en Radio Primavera Sound, explica por tel¨¦fono las claves: ¡°Es una canci¨®n que ha llegado en el momento justo, despu¨¦s de dos a?os de pandemia, y con la gente deseando divertirse. Tiene un estribillo cantable y un mensaje de diversi¨®n. Es verano, la gente quiere salir y, adem¨¢s, existen festivales en cada rinc¨®n. Es perfecta para cantarla en esas concentraciones masivas. Tambi¨¦n tiene ese rollo electr¨®nico tan bailable. Y todo coronado, claro, por el efecto Bizarrap¡±.
Llega un punto clave de esta historia. Gonzalo Juli¨¢n Conde, Bizarrap, siempre lleva gafas de sol y gorra. Naci¨® en Ramos Mej¨ªa (alrededores de Buenos Aires) y comenz¨® grabando v¨ªdeos a raperos callejeros de su barrio que luego publicaba en YouTube. Mientras, estudiaba marketing y trabajaba de cazatalentos en Warner Argentina. Un chico, por lo tanto, que desde muy joven estableci¨® contactos y descubri¨® c¨®mo funcionaba la industria musical. En 2018 arranc¨® sus famosas Music Sessions, que publica numeradas, sin t¨ªtulo. ?l crea la m¨²sica e invita a int¨¦rpretes de la escena urbana para que canten. Una f¨®rmula que comenz¨® t¨ªmidamente y que ha ido convirti¨¦ndose en una m¨¢quina de generar escuchas. Por ellas han pasado estrellas consolidadas como Residente (BZRP Music Sessions Vol. 49), Nathy Peluso (BZRP Music Sessions Vol. 36) o Nicki Nicole (BZRP Music Sessions Vol. 13), junto a artistas en ciernes, como Quevedo.
Con 52 sesiones a sus espaldas, cada canci¨®n (con su v¨ªdeo correspondiente) va acompa?ada de una enorme repercusi¨®n solo por pasar por la mesa de sonido de Bizarrap. Adem¨¢s, el argentino amortiza sus estudios en marketing con unas eficaces campa?as a pie de calle luego expandidas por las redes sociales. Para su d¨²o con Quevedo se visti¨® con el uniforme de los empleados de Burger King y se hizo pasar por un dependiente para vender hamburguesas en un establecimiento de la marca en Madrid. A los compradores les regalaba un mu?equito de una figura suya con un peque?o altavoz donde se escuchaba unos segundos de Qu¨¦date. Es divertido ver la reacci¨®n alucinada de los clientes que le reconocen (todos j¨®venes).
El Boombastic Fuengirola ha sido una pasada. Inexplicable lo que he vivido hace unas horas. Adem¨¢s, @pedrodquevedo y @bizarrap han cantado la sessions en directo. pic.twitter.com/kwVJLOsBpG
— Roc¨ªo Nadales (@Rociobelenmengi) August 15, 2022
?De d¨®nde sale Pedro Luis Dom¨ªnguez Quevedo? De la pandemia, ese monstruo que ha devorado al mundo y que ha sido una oportunidad para algunos. Quevedo ten¨ªa 18 a?os cuando el virus decidi¨® expandirse. Lo pas¨® mal en el encierro. Se desnort¨® y concluy¨® que deb¨ªa centrarse en algo para no tocar fondo. La m¨²sica. Comenz¨® a trascender con sus temas urbanos de voz ronca y unas letras con una narrativa nada original: amor/desamor, unas veces er¨®tico y otras tierno, y salir de fiesta. Temas como Yotekomo, Chamaquita y, sobre todo, Cay¨® la noche, la canci¨®n que le lanz¨®, junto a su paisano Cruz Cafun¨¦ en su versi¨®n remix. Aumentaba as¨ª la factor¨ªa de m¨²sicos urbanos de Canarias: Cafun¨¦, Ptazeta, Don Patricio, Maikel Delacalle¡ y ahora Quevedo.
Un veterano de la industria musical como Jos¨¦ Luis Gil (69 a?os), hombre detr¨¢s del ¨¦xito de Raffaella Carr¨¤, Miguel Bos¨¦, Locom¨ªa o Alaska, cuenta por tel¨¦fono por qu¨¦ ha triunfado esta canci¨®n y no otra: ¡°No se hace un ¨¦xito de estas dimensiones si no se tienen muchos elementos. Es una canci¨®n para compartir, para dar saltos en las fiestas del verano. Adem¨¢s, tiene una voz diferente, grave, distinta a lo habitual. Otra peculiaridad: a diferencia de otros temas latinos tiene una melod¨ªa muy cantable que se expande. Y una letra bien rimada, con giros graciosos y una r¨ªtmica muy utilizada en la m¨²sica de baile. Es un pleno en todos los ingredientes. Y conecta mucho con la gente joven: un himno donde saltan y cantan juntos¡±.
Como la popularidad de la canci¨®n es irrefutable, Fernando Neira (50 a?os), cr¨ªtico musical de EL PA?S y Cadena Ser, valora la calidad de la pieza: ¡°Es la canonizaci¨®n de la nada. No hay un solo nanogramo de personalidad, de lenguaje propio, en la m¨²sica. Y no digamos ya en la voz, ultraprocesada y cacof¨®nica, que es la de Quevedo pero podr¨ªa ser la tuya, literalmente. La letra, si se puede considerar tal (y si se entiende, que no es sencillo), es un bochorno sonrojante, la s¨²plica de un machirulo que intenta d¨¢rselas de t¨ªo con sentimientos. Definitivamente, nos estamos dejando manejar por la dictadura del algoritmo y por los espejismos de la viralidad y sus progresiones geom¨¦tricas. Nadie recordar¨¢ esta cosa de aqu¨ª a un a?o, igual que a nadie le da por escuchar a estas alturas Despacito. Con una salvedad: en comparaci¨®n con esto, la canci¨®n de Luis Fonsi es una sinfon¨ªa de Mahler¡±.
La descomunal popularidad del tema se ve estos d¨ªas atrapada por las contradicciones de la viralidad, que un d¨ªa lleva a la gloria y al poco tiempo arrastra por el barro. Hace unas semanas apareci¨® un v¨ªdeo con la supuesta voz de Quevedo interpretando la pieza sin el controvertido autotune (el modificador de voz rob¨®tico omnipresente en la m¨²sica actual). La grabaci¨®n deja en mal lugar la capacidad vocal del canario. Desde ese momento, cientos de webs, youtubers y dem¨¢s habitantes del espacio digital se han lanzado a criticar la capacidad como int¨¦rprete de Quevedo. Hasta los protagonistas se vieron en la obligaci¨®n de reaccionar: Bizarrap public¨® un v¨ªdeo sobre el proceso de la grabaci¨®n real de la canci¨®n, donde nadie desafinaba. D¨ªas m¨¢s tarde se descubri¨® la verdad: el v¨ªdeo de Quevedo sin autotune es falso, producto de un tal El Stark, que, consciente del revuelo, ha publicado otra grabaci¨®n confesando ¡°que se le ha ido de las manos¡± y que el primer v¨ªdeo lo hab¨ªa hecho con su voz y no con la de Quevedo. ?El problema? Que la grabaci¨®n falsa suma 36,5 millones de visualizaciones y la rectificaci¨®n 1,5 millones.
Quevedo acept¨® una entrevista con EL PA?S, pero luego se ech¨® para atr¨¢s. ¡°Est¨¢ centrado en los conciertos y preferimos no hacer nada. Lo sentimos¡±, justificaron desde su oficina de representaci¨®n. Suele pasar con este tipo de artistas de 0 a 100, para los que internet supone un campo de minas para su promoci¨®n. Una declaraci¨®n desacertada sobre un asunto espinoso puede costarle un disgusto. Otra vez la viralidad. Prefieren, de momento, seguir sumando reproducciones en Spotify.
La pol¨¦mica del mentiroso v¨ªdeo sin autotune se encuadra dentro de los impactos colaterales de un ¨¦xito arrollador que vivi¨® el pasado fin de semana otro episodio de clamor colectivo en el estadio Benito Villamar¨ªn de Sevilla: los aficionados b¨¦ticos celebraron su gran inicio de Liga (3-0 al Elche) adaptando desde la grada la letra de la canci¨®n. Tiene toda la pinta de convertirse en tonadilla futbolera de la temporada para la afici¨®n verdiblanca. Tambi¨¦n se canta la canci¨®n en el estadio de Las Palmas y ya existe una adaptada para animar a la selecci¨®n Argentina en el Mundial de Qatar de este a?o.
?Tiene usted problemas con el autotune? ?Le gustan las voces que alcanzan tres octavas? Al¨¦jese de esta m¨²sica. Pero hay muchos a quienes les interesa tal y como est¨¢. Como dice Sergio Garc¨¦s, 27 a?os, otro asistente a Boombastic: ¡°Quevedo no llega a las mismas notas que Pl¨¢cido Domingo, eso seguro. Pero me da igual: yo estaba cantando tan fuerte que no pod¨ªa escuchar ni su voz¡±.
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