Rom¨¢n salva un compromiso con drama incluido

Por las condiciones del toro de Fuente Ymbro, la segunda faena de Rom¨¢n fue la m¨¢s importante de la tarde. Picado trasero y tambi¨¦n dosificado en el castigo, plant¨® la batalla propia de los toros encastados. A Rom¨¢n no le sali¨® el quite por tafalleras que intent¨® y la faena de muleta la estren¨® con cuatro por alto de est¨¦tica. La primera parte de esa labor ni brill¨®, ni parec¨ªa gobernada. El ¨ªmpetu del toro necesitaba mano baja, someterlo, y Rom¨¢n descubri¨® a tiempo el secreto. Desde ese momento, la faena subi¨® en intensidad e importancia. Hubo un intento frustrado sobre la mano izquierda, para reencontrar el buen camino cuando volvi¨® a la derecha. Bien asentado en la arena, tuvo importancia todo. La r¨¦plica de un Rom¨¢n, tan encastado como el de Fuente Ymbro, remat¨® una labor de alto voltaje. Buen nivel del valenciano; gran m¨¦rito.

El que cerr¨® la funci¨®n, de Luis Algarra, fue el otro toro propicio. Tras el conato de drama del anterior, en ese sexto Rom¨¢n reencontr¨®, al menos, cierta tranquilidad. Buen toro, pronto en la media y corta distancia y algo m¨¢s remiso en tiro largo. Para Rom¨¢n fue, desde luego, el conato de paz que necesitaba tras la guerra en el quinto. A ese ejemplar, Rom¨¢n lo tore¨® c¨®modo y las series le salieron, al menos, con cierto buen aire. La paliza que llevaba le disculpa de que la faena no rompiera m¨¢s.

El quinto de la tarde marc¨® un antes y un despu¨¦s, aunque fuera casi al final del festejo. Toro de Domingo Hern¨¢ndez, al recibi¨® Rom¨¢n a portagayola con una larga de rodillas: le sali¨® limpia y fue el breve y ¨²nico cap¨ªtulo brillante con la capa de toda la tarde. Muy sobado el toro durante el primer, admiti¨® un discreto quite de Rom¨¢n por chicuelinas. Tras los dos primeros pares de banderillas de los titulares, Rom¨¢n cogi¨® otros dos y le ofreci¨® uno a su pe¨®n Ra¨²l Mart¨ª, que reaparec¨ªa tras varios a?os alejado de la profesi¨®n. Mucho capotazo en ese segundo tercio y un par de Rom¨¢n, al cambio, en que el que dej¨® los palos en los bajos: desafortunado. Tanto, que no dej¨® que Ra¨²l Mart¨ª completara el tercio: un desaire. El toro se puso complicado, no quer¨ªa nada fuera del tercio y se refugi¨® en tablas. Insistente Rom¨¢n, pero sin hallar soluciones, en un despiste el toro se lo llev¨® por delante en una voltereta impresionante en la que cay¨® de cabeza. No perdi¨® Rom¨¢n los papeles, pero estuvo a punto. Ese no fue el ¨²nico susto, pues en el ¨²ltimo de los intentos de matar el toro, que ya estaba anclado en el refugio de terrenos de toriles, le prendi¨® de nuevo. Acab¨® como pudo y maltrecho, tuvo que ser atendido durante varios minutos entre barreras ante de soltarse el ¨²ltimo.

El viento se present¨® de repente y condicion¨® la lidia del primero. Un toro de El Parralejo de correcta presencia, abanto y distra¨ªdo de salida, que no dej¨® estirarse a Rom¨¢n. Dos puyazos tom¨® el toro, el primero con sa?a y el otro simplemente se?alado. Pero aquella primera vara sirvi¨® para que el toro descolgara. Y fue un buen toro en la muleta, sin plantear problemas, fue un buen aliado para Rom¨¢n. La faena, toda sobre la derecha menos una serie con la zurda que no tuvo relieve, fue tambi¨¦n una lucha por salvar el viento inoportuno. El toreo en redondo fue la base, con algunos muletazos destacados. Cumpli¨® en el primer cap¨ªtulo.

Tras la tensi¨®n del segundo, el de Pedraza de Yeltes que hizo tercero fue como para tomarse un respiro. Toro de contagiosa soser¨ªa, nobl¨®n y un punto pegajoso. Tambi¨¦n algo distra¨ªdo. La faena de Rom¨¢n fue de transici¨®n. Aseado, sin m¨¢s. Se tom¨® un respiro, vamos.

El toro de Victorino, largo como un tren de mercanc¨ªas, plante¨® problemas. Los cl¨¢sicos de este hierro: listo, enterado, desarroll¨® sentido hasta ponerse no apto para la lidia moderna. Rom¨¢n sorte¨® como bien pudo cada colada y no logr¨® imponerse. El toro s¨ª impuso su ley y el asunto no dio para m¨¢s.