Fran?ois Zumbiehl defiende la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial en el preg¨®n de la Feria de Abril
El antrop¨®logo franc¨¦s cant¨® a la afici¨®n de Sevilla, homenaje¨® a Curro Romero y Pepe Luis V¨¢zquez y record¨® sus a?os infantiles toreando por las calles de Par¨ªs
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¡°Hoy se abre a la esperanza esta corrida de Resurrecci¨®n, la bien nombrada, porque es para nosotros la resurrecci¨®n de la belleza. Ansiamos el momento en el que Jos¨¦ Antonio Morante de la Puebla se abra de capote, y, con su vuelo lento, abra al mismo tiempo el tel¨®n de la Feria. ?Que Dios reparta suerte, y tengamos siempre la libertad de disfrutar este arte, que tanto nos emociona y tanto nos ense?a a vivir y a morir!¡±
Con estas palabras finaliz¨® este mediod¨ªa el preg¨®n de la Feria taurina de Abril el catedr¨¢tico de Lenguas Cl¨¢sicas y antrop¨®logo franc¨¦s Fran?ois Zumbiehl, que ha pronunciado en el teatro Maestranza de Sevilla, a pocos metros de la plaza de toros donde esta tarde se inaugura la temporada.
Este reconocido intelectual, ¡°un aficionado militante¡±, seg¨²n se define a s¨ª mismo, hizo un canto de amor a Sevilla, (¡°uno puede perfectamente amar a Espa?a sin que le gusten los toros, pero no puede sentir afici¨®n sin amar en su carne a Espa?a, al conjunto de su cultura y, por supuesto, a Sevilla. Y la fiesta de los toros entra de lleno en esta admiraci¨®n y amor que enriquecen nuestras vidas¡±), record¨® sus a?os infantiles toreando por las calles de Par¨ªs, (¡°haciendo de mi impermeable un capote, ante transe¨²ntes at¨®nitos¡±), homenaje¨® a Curro Romero y Pepe Luis V¨¢zquez, y dedic¨® gran parte de su intervenci¨®n a defender la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial.
¡°El debate a favor o en contra de la tauromaquia es, ante todo, a favor o en contra del humanismo de nuestra civilizaci¨®n¡±, afirm¨® Zumbiehl.
A?adi¨® que sus defensores, para demostrar que es cultura, agitan como estandartes a Lorca, Alberti, Picasso y un sinf¨ªn de artistas y escritores que se han nutrido de ella, ¡°y llevan toda la raz¨®n¡±, a?adi¨®, ¡°pero el argumento es insuficiente, (tambi¨¦n las guerras han inspirado arte y literatura), si no se dilucida por qu¨¦ la tauromaquia en s¨ª misma es cultura y arte¡±.
Se detuvo, entonces, en la definici¨®n de la Unesco sobre la cultura en lo referente a las tradiciones inmateriales: ¡°es la relaci¨®n existencial entre un patrimonio (fiestas, espect¨¢culos vivos, ritos¡) y una comunidad -en este caso la de los aficionados- que se identifica con ¨¦l, sin da?ar, por supuesto, los principios de la declaraci¨®n universal de los derechos humanos¡±.
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A la pregunta de por qu¨¦ la fiesta de los toros es un patrimonio cultural inmaterial, el pregonero se?al¨® que cuando se lee el texto de la Convenci¨®n de la Unesco de 2003 sobre protecci¨®n y promoci¨®n del Patrimonio Cultural Inmaterial, ¡°uno queda impresionado, pues los cinco criterios enunciados en su art¨ªculo 2 para definir ese patrimonio se aplican a los toros¡±.
A su juicio, los toros forman parte de las artes del espect¨¢culo (¡°la corrida es el espect¨¢culo vivo por esencia¡±); entran dentro de los usos sociales, rituales y actos festivos (¡°?qui¨¦n no percibe que el toreo encierra una liturgia abundante de gestos inspirados por la coreograf¨ªa o las exigencias de un ritual?¡±); alimentan un abanico muy amplio de t¨¦cnicas artesanales tradicionales cuya permanencia est¨¢ subordinada a la vigencia de la fiesta; est¨¢n unidos a un sinf¨ªn de tradiciones y expresiones orales; y relacionados con cimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo (¡°la Fiesta est¨¢ basada en el respeto del toro, m¨¢s propiamente de su animalidad y el espect¨¢culo taurino es la mejor oportunidad para la preservaci¨®n de la caba?a brava, condenada inmediatamente al matadero el d¨ªa en que se acaben las corridas¡±).
¡°Desgraciadamente, algunos antitaurinos no quieren saber nada de Unesco o de patrimonio inmaterial¡±, prosigui¨®, ¡°y emplean contra la fiesta taurina y sus adeptos todos los recursos del wokismo y de la cancelaci¨®n; es la nueva inquisici¨®n de nuestro tiempo¡±.
¡°En Sevilla, el p¨²blico de toros no es un simple espectador; es el coro o la sinfon¨ªa que acompa?a la voz cantante del torero¡±
Reconoci¨® Zumbiehl que no sabe si la afici¨®n en Espa?a es mayoritaria o minoritaria, pero s¨ª que un elemento cultural, cual sea este, -cubismo, toreo o zarzuela-, no puede ser sometido a ninguna votaci¨®n o refer¨¦ndum, porque entrar¨ªa en contradicci¨®n con las convenciones de la Unesco de 2003 y 2005, redactadas precisamente para proteger los patrimonios minoritarios y la diversidad de expresiones culturales. ¡°Lo que hay que pedir a los pol¨ªticos es que garanticen y fomenten la libre expresi¨®n taurina¡±, se?al¨®, ¡°la entreguen a sus adeptos y responsables, y le dejen correr su suerte; no que la utilicen, y menos que quieran censurarla¡±.
El pregonero dedic¨® el ¨²ltimo tramo de su intervenci¨®n a Sevilla y a la afici¨®n que puebla los tendidos de La Maestranza. ¡°En esta ciudad¡±, dijo, ¡°nunca el p¨²blico de toros es un simple espectador; es el coro o la sinfon¨ªa que acompa?a la voz cantante del torero, y da su sello particular a la obra que se est¨¢ realizando en el ruedo¡±.
¡°No hay toreo sin este di¨¢logo continuo entre los aficionados y el que est¨¢ actuando¡±, continu¨®, ¡°y que necesita para tener fe en lo que hace y gustarse a su vez, ¡®sentir que le sienten¡¯, como dijo Santiago Mart¨ªn El Viti. El torero es un artista, pero lo es porque la gente sentada en el tendido ofrece el contrapunto necesario a su arte, y tiene arte a su vez, aqu¨ª como en ninguna otra parte¡±.
¡°Si Madrid tiene la rotundidad de Beethoven¡±, termin¨®, ¡°Sevilla tiene la transparencia de Mozart¡±.
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