El grito m¨¢s luminoso y feminista de Cervantes
Celia Freijeiro, Mar¨ªa Folguera y Leticia Dolera estrenan un nuevo teatro en Madrid con ¡®Marcela¡¯, una funci¨®n sobre la pastora descrita en el ¡®Quijote¡¯
¡°Yo nac¨ª libre, y para poder vivir libre escog¨ª la soledad de los campos. Los ¨¢rboles destas monta?as son mi compa?¨ªa, las claras aguas destos arroyos mis espejos¡±. Marcela, una hermosa pastora ¡ª¡±tan hermosa que pasaba a su fama su hermosura¡±¡ª, algo esquiva e ingrata, defiende su honor y su libertad ante el cuerpo de Gris¨®stomo y frente a las acusaciones de ser la causante de su muerte. Marcela, uno de los personajes c¨¦lebres de Cervantes, que aparece en el cap¨ªtulo XIV del Quijote, es el objeto de la funci¨®n con la que se ha inaugurado una nueva sala de teatro en Madrid, Teatro Cervantes. Celia Freijeiro, como actriz, Leticia Dolera, directora, y Mar¨ªa Folguera, dramaturga, han puesto en pie Marcela, una funci¨®n luminosa y contempor¨¢nea, ca?era y divertida, que incluye ¨ªntegro el imponente soliloquio de la pastora Marcela escrito por Cervantes. Marcela se representa en la nueva sala inaugurada en el edificio que alberga la Sociedad Cervantina (calle Atocha, 87), de jueves a domingo hasta el 26 de mayo. El Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro acoger¨¢ esta funci¨®n el 27 de julio, en el marco de su programaci¨®n.
Dentro del nuevo espacio teatral, una acogedora sala de 70 butacas, por supuesto de color rojo, Celia Freijeiro (Vigo, 1983), Leticia Dolera (Barcelona, 1981) y Mar¨ªa Folguera (Madrid, 1984), convocadas por este peri¨®dico, dan rienda suelta a su fervor por Cervantes y a este nuevo proyecto que les ha unido y con el que se muestran orgullosas y muy felices. Tanto que no pueden contener las l¨¢grimas en muchas ocasiones. Han pasado casi diez a?os desde que se puso la primera piedra de este teatro construido bajo el patio de la Sociedad Cervantina, el ¨²nico vestigio real de Cervantes en Madrid, y cuyo edificio alberga la imprenta con la que se imprimi¨® la primera edici¨®n del Quijote. El alma de todo ello es, sin duda, Celia Freijeiro, socia de la Sociedad Cervantina desde 2008 y miembro desde 2012 de su Junta Directiva.
La actriz, que, entre ensayo y ensayo, ha desbrozado m¨¢quina en mano las malas hierbas que crecen en un peque?o jard¨ªn donde ella ha ido cultivando plantas arom¨¢ticas, incluida la Adelfa amarga, tan nombrada por Cervantes, asegura que el objetivo de este nuevo centro teatral es el de redimensionar la Sociedad Cervantina, que preside desde 2007 Luis Mar¨ªa Anson, en el mapa de la ciudad, ponerla en el mundo. ¡°Este es un tesoro de nuestro patrimonio. Aqu¨ª se imprimi¨® la primera edici¨®n del Quijote y una parte muy sustancial de nuestro Siglo de Oro. Es muy emocionante. El nuevo teatro va a ser un espacio de investigaci¨®n y di¨¢logo con todos nuestros cl¨¢sicos, aunque Cervantes tendr¨¢ un papel destacado. Los creadores contempor¨¢neos vamos a tirar de ese hilo de los cl¨¢sicos para seguir construyendo¡±, asegura Freijeiro, directora art¨ªstica del nuevo espacio, mientras que Mar¨ªa Folguera a?ade que la sala no ser¨¢ un espacio al uso, con una programaci¨®n m¨²ltiple y constante. ¡°Ser¨¢ un lugar dedicado a proyectos con residencias art¨ªsticas, talleres, matinales escolares, aunque a lo largo de la temporada habr¨¢ proyectos y funciones abiertas al p¨²blico en torno al Siglo de Oro¡±, explica la dramaturga.
Si algo une a estas tres creadoras es la pasi¨®n por el trabajo en equipo y el amor por Cervantes (1547-1616). La elecci¨®n del personaje de Marcela lleg¨® tras un tiempo de trabajar con las Novelas ejemplares, de las que ya han hecho dos adaptaciones, y en las que ya encontraron reflexiones ¡°ins¨®litas¡± de un autor de hace 400 a?os. ¡°?C¨®mo es posible que leamos esto y nos remueva tanto y nos interpele y nos entren unas ganas tremendas de hacer algo con este material? Nos pas¨® con La fuerza de la sangre, que habla de una violaci¨®n¡±, reflexiona Freijeiro. Y apareci¨® Marcela y fue con este texto original con el que Mar¨ªa Folguera volc¨® todo su placer para escribir una obra que es todo un di¨¢logo entre dos tiempos y dos textos. ¡°Hemos conservado ¨ªntegro el soliloquio original de Marcela y, a su alrededor, hemos construido la carne de un cuerpo nuevo pero que tiene en su coraz¨®n el texto original¡±, explica la dramaturga, a quien le resulta especialmente hermoso esa combinaci¨®n de escrituras, en las que el o¨ªdo del espectador reconoce perfectamente cuando entra la lengua cervantina frente a la escrita por ella misma. ¡°Me encanta salir perdiendo frente a Cervantes. He descubierto lo generoso de Cervantes como autor, como invita a jugar y a reescribir. Para m¨ª Cervantes es de una extra?a sensibilidad respecto al g¨¦nero, la clase y la raza. Es un autor libre que escribe para la posteridad y la posteridad est¨¢ aqu¨ª y en todas las ¨¦pocas¡±, a?ade.
Un espacio blanco con cubos, blancos tambi¨¦n, de diferentes tama?os y una media luna en la que se proyectan im¨¢genes audiovisuales aleg¨®ricas, acoge esta funci¨®n mon¨®logo, con canciones del siglo XX y XXI, que interpreta sola en el escenario Celia Freijeiro. ¡°La elecci¨®n de la pastora Marcela fue al releer el Quijote. Me qued¨¦ petrificada en el cap¨ªtulo XIV cuando aparece por encima de la pe?a la pastora Marcela, que llega para salir en su defensa, que toma la palabra sin que nadie se la de y hace un alegato a favor de su libertad¡±, explica entusiasmada Freijeiro, que pens¨® enseguida en Leticia Dolera para dirigir esta pieza.
Dolera, actriz y directora de cine que debuta en la direcci¨®n de escena, transita un texto cl¨¢sico para traerlo al presente. ¡°Siendo conscientes de la importancia de la cultura para transformar el imaginario social y para crear marcos mentales o derrumbar estereotipos sexistas, al leer este cap¨ªtulo del Quijote me qued¨¦ petrificada. Es pura gloria. Un texto transgresor y con un trasfondo puramente feminista, a pesar de que Marcela para ser libre se ve obligada a escoger la soledad de los campos. Supe cuando me lo propuso Celia que lo ten¨ªa que hacer s¨ª o s¨ª¡±, explica Doler. Un proyecto, aseguran las tres, absolutamente ligado al presente. ¡°Los pastores llamaban a Marcela hermosa, esquiva e ingrata. Hoy ser¨ªa calientapollas, feminazi y rancia o puta. Es fascinante comprobar que son los mismos conceptos de hace 400 a?os¡±, explica Dolera. ¡°El alegato de Marcela tiene mucho que ver con quien somos nosotras tambi¨¦n. Yo digo frases en cervantino, pero las estoy sintiendo en mi carne hoy¡±, a?ade Freijeiro.
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