Isabel Villar, artista: ¡°El d¨ªa que se exhum¨® a Franco sent¨ª una inmensa felicidad¡±
Creadora de un mundo de mujeres plenas de felicidad, expone a sus 90 a?os en una muestra dedicada a su amigo el gestor cultural Alberto Anaut, fallecido el a?o pasado
Isabel Villar acaba de cumplir 90 a?os y lo ha celebrado con una exposici¨®n de obra reciente en la que su naturaleza fant¨¢stica vuelve a poblarse de mujeres plenas de candor y felicidad. Solas o en peque?os grupos retozan en un para¨ªso en el que los animales las acompa?an a la sombra de cascadas mientras ellas se transmutan en mariposas. En esta ¨²ltima versi¨®n del Ed¨¦n, la huella masculina es imperceptible, salvo que alguien la descubra camuflada en los animales salvajes o en el sexo de los ¨¢ngeles.
C¨¢ntabra nacida en Salamanca y residente en Madrid, la artista llega a la galer¨ªa Fern¨¢ndez-Braso ligeramente ayudada por un bast¨®n. Hasta el barrio de Salamanca, en el que se encuentra la sala, se ha trasladado en autob¨²s desde la zona de Arturo Soria. Llega rebosante de energ¨ªa y muy contenta porque en el trayecto ha pegado la hebra con otra se?ora que la ha reconocido porque la noche anterior el periodista Carlos del Amor la sac¨® en el Telediario de La 1.
En esta misma galer¨ªa celebr¨® su ¨²ltima exposici¨®n, en 2018. Fue una suerte de antol¨®gica en la que se revisaba su pintura desde los a?os setenta hasta 2017 y de la que guarda grandes recuerdos porque fue comisariada por su gran amigo Alberto Anaut, fallecido en julio del pasado a?o. A la memoria de Anaut est¨¢ dedicado el cat¨¢logo de esta muestra, que se podr¨¢ visitar hasta el 25 de mayo.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo ha pintado estos cuadros? ?Hay pinturas antiguas junto a otras recientes?
Respuesta. No. Todos estos y otros muchos los he pintado desde 2022 hasta ahora. Tengo una facilidad inmensa para trabajar. Soy muy r¨¢pida y muy trabajadora.
P. ?Le afect¨® el coronavirus?
R. No pas¨¦ la enfermedad, pero justo en esos d¨ªas en los que todo empeoraba a m¨ª me hab¨ªan operado de una cadera. Cuando el presidente S¨¢nchez comunicaba el confinamiento del pa¨ªs, mis sobrinas pudieron sacarme del hospital de La Paz [Madrid] para hacer la convalecencia con ellas en su casa. Desde la muerte de mi marido [el artista Eduardo Sanz, fallecido en 2013] vivo sola. Tampoco mi hijo Sergio se pod¨ªa hacer cargo de m¨ª.
P. Estuvo usted bien cuidada, pero ?c¨®mo le afect¨® an¨ªmicamente?
R. Las cuarentenas por el coronavirus, lejos de paralizarme como a algunas personas, me obligaban a trabajar m¨¢s r¨¢pido porque sent¨ªa que el tiempo se me escapaba y ten¨ªa que aprovecharlo. Si hasta entonces dedicaba toda la ma?ana a trabajar, en cuanto pude manejarme bien, empec¨¦ a trabajar tambi¨¦n por la tarde. No se puede perder el tiempo.
P. Trabajar de esa manera tan entregada le ayudar¨ªa a superar la tristeza por las personas que mor¨ªan a montones aquellos d¨ªas.
R. Una de las cosas que m¨¢s me indignan es leer con qu¨¦ frivolidad la presidenta Ayuso se refiere a aquellas muertes. Suelo leer EL PA?S cada ma?ana y son muchas las veces que lo lanzo al suelo por el horror que me produce ver noticias en las que sale ri¨¦ndose de todos nosotros.
P. ?Qu¨¦ otras cosas le provocan esa indignaci¨®n?
R. La masacre que Israel est¨¢ cometiendo en Palestina. Bombardear hospitales es lo ¨²ltimo. No puedo ver las im¨¢genes de los ni?os destrozados. El sufrimiento tiene un l¨ªmite.
P. ?Qu¨¦ recuerdos guarda de su Salamanca natal? Cuando la Guerra Civil era usted muy peque?a.
R. Ten¨ªa dos a?os. Yo vengo de una familia de clase media. Conservadora y culta, no de extrema derecha. Mi padre, Miguel Villar, era ingeniero de Montes y amigo ¨ªntimo de Unamuno. Mi abuelo, Manuel Villar y Mac¨ªas, es autor de la ¨²nica historia que existe de Salamanca. Yo soy la tercera de cinco hermanos, tres chicas y dos chicos. En 1941, a mi padre le trasladaron a la zona forestal de ?vila y los inviernos eran tan duros que nos tra¨ªan a Salamanca. Imag¨ªnese lo que eran aquellos montes, pero lo cierto es que no ve¨ªamos lo que le estaba pasando a una gran parte de la poblaci¨®n.
P. ?En qu¨¦ momento decide convertirse en pintora?
R. Odiaba las matem¨¢ticas y, en cambio, siempre he tenido una gran facilidad para el dibujo. En el colegio hac¨ªa trueques con los compa?eros, que me hac¨ªan los deberes de matem¨¢ticas. Yo les hac¨ªa unos dibujos esmerad¨ªsimos. Tampoco me rega?aban mucho porque era una ni?a de buen car¨¢cter que en mayo llenaba de v¨ªrgenes los encerados. De manera que cuando dije a mis padres que me inscribieran en San Eloy, la escuela de Dibujo de Salamanca, lo hicieron y no hubo ning¨²n drama.
P. ?No ten¨ªan planes m¨¢s conservadores para usted, como casarse con un chico de buena familia?
R. No lo creo. Tampoco di yo mucho margen para planes as¨ª porque a los 18 a?os estaba en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre los amigos m¨¢s pr¨®ximos estaban Alfredo Alca¨ªn, Antonio Zarco, ?ngel Doreste, Vicente Vela o Eduardo Sanz.
P. ?Hab¨ªa pocas mujeres?
R. Pocas. La proporci¨®n era de tres mujeres por cada 10 hombres. Muchas abandonaban al casarse.
P. No fue su caso.
R. Todo lo contrario. Los chicos te invitaban entonces a bailar o al cine, pero Eduardo me invitaba a salir a pintar paisajes los domingos. ?C¨®mo no me iba a enamorar de ¨¦l? Nos casamos en 1963 y nos marchamos a vivir a Santander. All¨ª tuve a mi ¨²nico hijo, Sergio.
P. Entre aquellas pocas mujeres de la Academia estaban Mar¨ªa Moreno e Isabel Quintanilla.
R. Estaba el grupo de los llamados realistas, capitaneados de alguna manera por Antonio L¨®pez, entonces, Anto?ito. Era un l¨ªder al que yo no segu¨ªa porque el realismo me aburre.
P. ?Durante la maternidad hizo usted un par¨¦ntesis art¨ªstico?
R. Todo lo contrario. Estuve m¨¢s activa y creativa que nunca, pero por necesidad econ¨®mica nos pusimos las pilas. De mutuo acuerdo, dimos prioridad a la obra de Eduardo, que ya hab¨ªa despegado, mientras que yo fabricaba unas artesan¨ªas de plata similares a los iconos rusos que vend¨ªamos muy bien.
P. ?Cu¨¢nto faltaba para que despegara la Villar artista tal como la conocemos?
R. Fue de repente, como un brote interno que me se?alaba qu¨¦ era lo que yo quer¨ªa hacer, qu¨¦ tipo de cuadros y qu¨¦ historias quer¨ªa contar.
P. Lo que se percibe en su obra es una arcadia en que las mujeres se mueven felices por vegetaciones fant¨¢sticas dominadas por la naturaleza. Francisco Calvo Serraller, el gran cr¨ªtico de EL PA?S, destacaba su fantas¨ªa, destreza en el dibujo y el sentido del humor con el que se inspiraba en escenas del mundo antiguo.
R. Lo que yo cuento con mi pintura, ah¨ª est¨¢. No me gusta explicarlo, pero s¨ª me reconozco en un mundo.
P. Como mujer de izquierdas, hubo un tiempo en el que tuvo gran proximidad con el PSOE e incluso lleg¨® a ser una musa art¨ªstica de la Transici¨®n.
R. Yo siempre he sido antifranquista. En la Bienal de Venecia de 1968, donde acompa?¨¦ a Eduardo, que expon¨ªa por tercera vez en el pabell¨®n de Espa?a, participamos en una manifestaci¨®n contra la dictadura. Por cierto, ¨¦l llev¨® una pieza formada por cristales rotos y compresas chorreantes de sangre que no s¨¦ si entendieron aqu¨ª.
P. Hizo usted la ilustraci¨®n del 27 Congreso del PSOE, celebrado en diciembre de 1976.
R. S¨ª. Es un acr¨ªlico en el que se ve a Fernando de los R¨ªos, Pablo Iglesias y Juli¨¢n Besteiro paseando por un luminoso y frondoso bosque verde.
P. ?Sigue siendo simpatizante socialista?
R. S¨ª, claro, aunque hay algunos que podr¨ªan estar en otro partido. A m¨ª me conquist¨® Pedro S¨¢nchez en el momento en el que anunci¨® que exhumar¨ªa a Franco del Valle de los Ca¨ªdos. Le dije mirando al televisor: ¡°Si lo haces, te voto¡±. Lo hizo y para m¨ª fue un d¨ªa de inmensa felicidad. Por supuesto que le vot¨¦.
P. Su obra ha sido celebrada por la cr¨ªtica y los coleccionistas, pero ha tenido pocos reconocimientos oficiales.
R. Salvo la medalla del Ayuntamiento de Salamanca, no he recibido ning¨²n premio oficial.
P. ?C¨®mo se explica eso? ?Por ser mujer y por ir siempre por libre?
R. Yo no he pedido nunca nada. Soy feminista porque quiero la igualdad para todos. Ellos y nosotras somos iguales, aunque luego no sea tan cierto. A las mujeres nos sigue faltando mucho para llegar a la igualdad. Y es verdad que he ido por libre, pero mi obra ha formado parte de exposiciones puntales para entender el arte hecho por mujeres. Como en Territorios indefinidos [en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Elche], la primera exposici¨®n feminista de la Espa?a democr¨¢tica, y luego en Genealog¨ªas feministas en el arte espa?ol 1960-2010 [Museo de Arte Contempor¨¢neo de Castilla y Le¨®n, Musac, en Le¨®n].
P. ?Est¨¢ bien representada en los museos espa?oles?
R. Creo que el Reina Sof¨ªa, por ejemplo, tiene obra m¨ªa, pero no creo que la expongan. Nunca me he trabajado la representaci¨®n en las instituciones. Tampoco me he promocionado en el extranjero porque me mareo y no me gusta viajar.
P. ?Qu¨¦ es lo ¨²ltimo que ha pintado?
R. Alguna de las cascadas bajo las que se ba?an las mujeres desnudas.
P. ?Cu¨¢nto tiempo tard¨® en realizar ese cuadro?
R. El mismo que tardo en hacer una sopa de verduras.
Babelia
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