Preocupantes titubeos
Excesivas precauciones de la terna ante una mansa, descastada y deslucida novillada de Los Ma?os

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La novillada de Los Ma?os no fue buena, no. Muy justa de presentaci¨®n, como corresponde a su origen de Santa Coloma, ¡ªno era f¨¢cil discernir d¨®nde encerraba el tercero los 530 kilos que anunciaba la tablilla¡ª, c¨®moda de cara y astifina, muy mansa en los caballos a excepci¨®n del cuarto, sin ganas de embestir, sosa, descastada, mirona y deslucida. No era la mejor novillada para el toreo moderno de tres chavales que sue?an con tomar pronto la alternativa y si es posible que la ceremonia se celebre en Madrid, mejor. Pero tampoco los toreros mostraron credenciales suficientes para que los asistentes creyeran que sus sue?os son posibles. Prevenidos, quiz¨¢, por su entorno del picante de los novillos anunciados, se les vio, de entrada, prevenidos, desconfiados, a la defensiva, con unos titubeos impropios de quien quiere alcanzar la gloria.
Jorge Molina ofreci¨® esa impresi¨®n cuando sali¨® a recibir a su primero; novillero y torero se miraron, los dos quietos junto a las tablas, sin atreverse ninguno de los dos a dar el primer paso y acudir al encuentro. Y ya muleta en mano el chaval parec¨ªa dispuesto a verlas venir, pero sin ¨¢nimo aparente de entrar en la pelea. Su oponente, remiso a la obediencia, no se lo puso f¨¢cil, pero a Molina le cost¨® un mundo olvidarse del peligro sordo del novillo y trazar algunos muletazos de m¨¦rito.
El asunto es que Jorge Molina tiene un buen concepto torero. Un poquito m¨¢s dispuesto se le vio con el capote en el cuarto, y ese novillo, el m¨¢s noble del encierro, le permiti¨® dibujar naturales de cierta enjundia, en especial uno de ellos largo y hondo, enroscado a la cintura, pero su larga labor result¨® desigual y falta de emoci¨®n y ligaz¨®n. Para colmo de males, escuch¨® dos avisos en cada uno de su lote, que son muchos para quien tiene aspiraciones.
No anduvo mucho m¨¢s all¨¢ ?lvaro Burdiel, otro que torea bien, pero a quien le hace falta un empuj¨®n para que despierte del sue?o en el que parece sumido. Le rob¨® algunos muletazos meritorios al muy soso segundo, y su entrega ante el descastado quinto no se not¨® en los tendidos.
Bullanguero dijo ser V¨ªctor Cerrato, menos placeado que sus compa?eros, con escaso sentido del temple y del conocimiento de los terrenos. No dej¨® recuerdo alguno ante el tercero al que mulete¨® en tandas muy cortas y anodinas, y la campana lo salv¨® del tercer aviso ante el sexto, quiz¨¢ el de m¨¢s movilidad del encierro, al que no pudo dominar a pesar de su entrega y decisi¨®n, pero emborronadas por las prisas y el tremendismo.
Los Ma?os/Molina, Burdiel, Cerrato
Novillos de Los Maños, justos de presentación, mansos en los caballos de corto viaje, sosos, descastados y deslucidos. Cumplió el cuarto en el primer tercio y fue noble en la muleta.
Jorge Molina: _aviso_ estocada _segundo aviso_ y un descabello (ovación); _aviso_ media estocada, pinchazo y casi entera _segundo aviso_ y un descabello (ovación).
Álvaro Burdiel: estocada algo caída _aviso_ y tres descabellos (ovación):_aviso_ estocada baja (ovación).
Víctor Cerrato: estocada (silencio); dos pinchazos _aviso_ media estocada, cuatro descabellos _segundo aviso_ y cinco descabellos (silencio).
Plaza de Las Ventas. 5 de mayo. Más de un cuarto de entrada (7.598 espectadores, según la empresa).
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