Curso intensivo de la ¡®nouvelle vague¡¯ en cines: cuatro horas y cuarto con el amor loco de Rivette

¡°La pel¨ªcula es el punto final de un proceso de reflexi¨®n sobre el cine. Rivette invita al p¨²blico a colaborar en un experimento y a comprometerse con ¨¦l del mismo modo que sus autores e int¨¦rpretes. No anuncia un entretenimiento banal. L¡¯amour fou se dirige a los locos de amor por el cine¡±, escribi¨® en Le Monde Jean de Baroncelli, novelista y cr¨ªtico de cine del diario franc¨¦s, cuando se estren¨® en el a?o 1969. L¡¯amour fou, singular en su sistem¨¢tica de trabajo, sus formas y su metraje, romp¨ªa con cualquier convencionalismo incluso dentro de la operaci¨®n de acoso y derribo, de acceso al poder cinematogr¨¢fico, que supuso la nouvelle vague desde los estrenos de Los 400 golpes (1959), de Fran?ois Truffaut, y Al final de la escapada (1960), de Jean-Luc Godard.

Rivette, el m¨¢s desconocido, el menos visto y disfrutado del rep¨®quer de ases del n¨²cleo duro de la nueva ola francesa, formado tambi¨¦n por Godard, Truffaut, Alain Resnais y Claude Chabrol, engendr¨® una d¨¦cada despu¨¦s del inicio del movimiento una obra tan desmesurada que ya desde su nacimiento fue dif¨ªcil tener acceso a ella. Rodada a lo largo de cinco semanas, L¡¯amour fou acab¨® durando cuatro horas y cuarto en su montaje final, al que se dedicaron m¨¢s de cuatro meses de trabajo. Una experiencia cinematogr¨¢fica, cultural, social y humana que podr¨¢n vivir los espectadores espa?oles de, al menos, 11 ciudades espa?olas (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Valladolid, Santiago, Ferrol, Lleida, A Coru?a, C¨¢diz y Santander), en distintos cines, cert¨¢menes y filmotecas, y con posibilidad de nuevas adhesiones.

La pel¨ªcula nunca hab¨ªa llegado a las salas comerciales espa?olas, y 55 a?os despu¨¦s de su estreno en Francia lo hace con una nueva restauraci¨®n en 4K, presentada en la edici¨®n del Festival de Cannes de 2023 como parte de la selecci¨®n de Cannes Classics, y que posteriormente se ha podido ver en el Festival de Toronto y en la Seminci de Valladolid. C¨¢mara en mano, Rivette captura el v¨¦rtigo de la calle, el sonido de los caf¨¦s y el aliento de la vida con una pel¨ªcula alrededor del mundo del teatro. L¡¯amour fou es al mismo tiempo una reflexi¨®n sobre dos artes, el de la pantalla y el de las tablas, sobre su vivencia y su representaci¨®n, y una impetuosa historia de pasi¨®n y dolor, de vanidad y locura, entre un hombre y una mujer: el director de la obra que se est¨¢ ensayando, una versi¨®n libre de Andr¨®maca, de Jean Racine, y su actriz protagonista y esposa, que abandona el montaje por divergencias profesionales con su marido, y que es sustituida por otra actriz que hab¨ªa sido pareja del director en el pasado.

Dos tragedias sobre la fatalidad y la deslealtad, la de Racine y la de Rivette, que se funden adem¨¢s con la apasionante sistem¨¢tica formal y fotogr¨¢fica del director franc¨¦s, que introduce en la ficci¨®n a un equipo de rodaje de un documental sobre el propio montaje de Andr¨®maca, lo que hace que L¡¯amour fou tenga, junto a los pasajes en 35 mm del desarrollo normal del relato, muchas secuencias rodadas en 16 mm, con una textura de grano grueso y una puesta en escena a¨²n m¨¢s rabiosa y ¨¢gil, que enciende el blanco y negro hasta una espectacular crudeza. Los espectadores m¨¢s cin¨¦filos (y los que se acerquen a esta experiencia lo ser¨¢n con seguridad) podr¨¢n comprobar las sinergias de estos a?os entre la influencia de la nouvelle vague en los nuevos cines de todo el mundo, hasta converger en el Nuevo Hollywood americano, y las revolucionarias metodolog¨ªas de autores como John Cassavetes. As¨ª, no es dif¨ªcil entrever c¨®mo entronca Rivette con el Martin Scorsese de ?Qui¨¦n llama a mi puerta? (1967) en sus secuencias de cama, en las que la c¨¢mara, y por tanto el espectador, es un habitante m¨¢s, o con el br¨ªo casi insolente del Cassavetes de Rostros (1968).

La gesti¨®n del tiempo nunca fue un problema para Rivette, que hab¨ªa comenzado su carrera con otra pel¨ªcula ambientada en el teatro como Par¨ªs nos pertenece (1961), aunque pasada por el tamiz del cine de g¨¦nero, y que batir¨ªa r¨¦cords de duraci¨®n con sus posteriores trabajos: 240 minutos con La bella mentirosa (1991); 335 minutos con los dos partes de Juana de Arco (1994), y 773 minutos (casi 13 horas) con Out 1: Noli me tangere (1971). Los 255 minutos del proceso de deterioro de la pareja de L¡¯amour fou, culminados en una parte final deslumbrante con el corte a negro como se?a de identidad de estilo y de su pulsi¨®n sentimental, son una bella invitaci¨®n al desconcierto. Su modernidad sigue vigente. Como el amor loco por el cine.