Leo Bassi: ¡°El verdadero esp¨ªritu del circo est¨¢ hoy en TikTok¡±
El irreverente artista c¨®mico reivindica la provocaci¨®n a cualquier edad en su espect¨¢culo ¡®70+¡¯
Leo Bassi naci¨® en Nueva York en una larga familia de artistas circenses. Desde ni?o asumi¨® su herencia y se hizo malabarista, pero pronto descubri¨® que le gustaba m¨¢s ser buf¨®n y llev¨® al extremo el arte de la provocaci¨®n no solo en las carpas, sino tambi¨¦n en los teatros y los plat¨®s de televisi¨®n. Radicalmente anticlerical, antifascista y establecido en Espa?a desde hace casi tres d¨¦cadas, un grupo de ultracat¨®licos lleg¨® a ponerle una bomba junto a su camerino en 2006. A sus 72 a?os conserva el mismo esp¨ªritu combativo y lo reivindica en su obra 70+, que representa este jueves en el Teatro del Barrio de Madrid, mientras celebra misas, bodas y funerales cada domingo en el Paticano, un lugar min¨²sculo en el que dios es un patito de goma, con rituales similares a los del catolicismo.
PREGUNTA. ?A los 72 uno se puede divertir tanto como a los 20?
RESPUESTA. Sin duda. Es el mejor momento de mi vida.
P. ?Mejor que la juventud?
R. La juventud est¨¢ llena de dudas, incertidumbres y muchas luchas: familia, hijos, dinero. Ahora que ya tengo todo eso resuelto puedo dedicarme a divertirme.
P. ?Qu¨¦ le divierte?
R. Necesitamos provocaci¨®n, cosas que nos impacten. Si no, la vida es muy aburrida. Le voy a poner un ejemplo: hace poco un periodista americano al que admiro mucho, Christopher Hedges, que tiene un Pulitzer y fue corresponsal de The New York Times en Israel, fue a una manifestaci¨®n a favor de Gaza y fue detenido por la polic¨ªa. ?Este hombre tiene 80 a?os! Ese es el esp¨ªritu.
P. El esp¨ªritu que siempre le ha guiado a usted, ?no?
R. Es el esp¨ªritu del circo que he heredado de mi familia. Provocar para llamar la atenci¨®n o hacer re¨ªr.
P. Pero hoy parece ya dif¨ªcil escandalizar. Y al mismo tiempo lo pol¨ªticamente correcto impone muchos l¨ªmites.
R. Esa idea de que ya no se puede ser provocador es mentira. Menos mal que ya no se pueden hacer chistes sobre enanos, pero es que cada generaci¨®n tiene que encontrar su manera de provocar. Hay que estar atento al presente y conectar con los j¨®venes. Mi bisabuelo y su hermano, por ejemplo, eran payasos y grabaron uno de sus n¨²meros con los hermanos Lumi¨¨re. Yo he intentado tambi¨¦n adaptarme.
P. ?C¨®mo ha sido su evoluci¨®n?
R. A los 21 a?os yo era malabarista y la provocaci¨®n consist¨ªa en hacer cosas incre¨ªbles, emociones impactantes. Eso fue pasando a la televisi¨®n y me mud¨¦ a ese formato. Hasta que la televisi¨®n decay¨® tambi¨¦n y se traslad¨® a las redes: el verdadero esp¨ªritu del circo est¨¢ hoy en TikTok.
P. Es parad¨®jico que diga eso un artista criado en una carpa de circo.
R. El circo de carpa est¨¢ acabado. Y esos otros como el Circo del Sol son impresionantes, pero no tienen alma. En TikTok encuentras gente que no tiene miedo de hacer el rid¨ªculo para llamar la atenci¨®n. Es lo mismo que el circo: siempre m¨¢s grande, m¨¢s imposible, m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Yo estoy orgulloso de tener muchos seguidores en TikTok y seguir siendo provocador para los j¨®venes.
P. O sea, que la provocaci¨®n est¨¢ ahora en las redes.
R. Exacto. Justo por eso la batalla pol¨ªtica est¨¢ ah¨ª y hay que tener cuidado porque los que est¨¢n triunfando son superconservadores. ?Conoce usted a alguien de izquierdas con tantos seguidores como esas influencers tan bien vestidas y tan de derechas?
P. ?Por qu¨¦ cree que la izquierda est¨¢ perdiendo esa batalla?
R. No lo tengo claro. A lo mejor es que se ha hecho demasiado racional, mientras que la derecha est¨¢ apelando a los instintos. F¨ªjese en Italia: yo viv¨ª all¨ª en los a?os ochenta-noventa y la izquierda entonces sab¨ªa conectar con los j¨®venes. La pol¨ªtica y la cultura estaban en las plazas. Ahora es Meloni la que les engancha.
P. Usted siempre se ha reivindicado como buf¨®n. Es decir, el que dice las verdades al rey. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a Felipe VI?
R. Preferir¨ªa ser el buf¨®n de Elon Musk. Tiene m¨¢s poder. Con el rey de Espa?a tendr¨ªa la sensaci¨®n de perder el tiempo.
El circo de carpa est¨¢ acabado. Y esos otros como el Circo del Sol son impresionantes, pero no tienen alma¡±
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa entonces a Musk?
R. Intentar¨ªa que manifestara su verdadera personalidad con provocaciones. Le dir¨ªa ¡°tus coches el¨¦ctricos son una mierda¡± o ¡°hablas mal ingl¨¦s¡±. A ver c¨®mo acepta el chiste.
P. ?Cu¨¢l es la clave para que un chiste haga re¨ªr?
R. Tocar las emociones. Un chiste te puede hacer sonre¨ªr, pero si t¨² sueltas una carcajada quiere decir que te ha tocado en lo m¨¢s profundo. Es un viaje entre la racionalidad y la irracionalidad. ?Y sabes qu¨¦? Cuando r¨ªes a carcajadas pierdes la noci¨®n del tiempo, no sabes si te has re¨ªdo diez segundos o diez minutos. Yo he visto a alg¨²n espectador caerse de la silla. ?Imagina la fuerza de algo que llega a afectar a la psicomotricidad! El problema es que hoy la comicidad ha perdido la capacidad de la carcajada, estamos m¨¢s en la sonrisa y la iron¨ªa.
P. ?Se podr¨ªa organizar una revoluci¨®n a base de carcajadas?
R. Por supuesto. Los surrealistas quisieron hacer la revoluci¨®n del pan. El plan era cocinar un pan gigante a los pies de la torre Eiffel para provocar a los viandantes: que se enfadaran por ese derroche mientras tanta gente pasaba hambre. No llegaron a consumarlo, pero fue una bonita idea.
hoy la comicidad ha perdido la capacidad de la carcajada, estamos m¨¢s en la sonrisa y la iron¨ªa¡±
P. Uno de sus objetivos ha sido siempre la Iglesia cat¨®lica. ?Sigue siendo necesario un anticlericalismo tan radical?
R. En absoluto. Hace unas semanas el Papa calific¨® de genocidio lo que est¨¢ pasando en Gaza y apenas hubo reacciones. ?Imagina lo que habr¨ªa pasado hace 100 a?os si hubiera dicho algo as¨ª?
P. ?Por qu¨¦ el culto al patito de goma?
R. Porque por debajo de su aparente intrascendencia tiene una enorme fuerza. Conecta con los recuerdos de la familia, con la infancia, con ese momento en el que todo es posible todav¨ªa. Por eso es poderoso. Es curioso porque en los ¨²ltimos a?os se han multiplicado las tiendas de patitos por todo el planeta. Est¨¢ en el aire.
Babelia
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