Beach Boys: la historia m¨¢s triste de California
Fueron mucho m¨¢s que simples publicistas del estilo de vida de la dorada juventud surfera
En cuesti¨®n de d¨ªas, Disney + estrena Beach Boys, el documental, pel¨ªcula que promete material in¨¦dito y los habituales paneg¨ªricos del coro formado por colegas y eruditos. No esperen revelaciones cegadoras: la saga de los Chicos de la Playa ha sido explorada de forma exhaustiva. Existe mucha bibliograf¨ªa al respecto, incluso en Espa?a. Hace poco se public¨® God Only Knows: la historia de Brian Wilson, The Beach Boys y el mito de Califonia (NeoPerson Sounds), de David Leaf, hombre de televisi¨®n que cruz¨® la l¨ªnea roja y ascendi¨® a colaborador del creador central de la banda.
Leaf consolid¨® el relato de Brian Wilson como ¡°genio torturado¡±, t¨®pico quiz¨¢s necesario para cambiar la percepci¨®n de los Beach Boys como aquellos chavales que actuaban uniformados con camisas playeras. Seguramente, exager¨® la din¨¢mica del Mundo Cruel versus El Mozart de Hawthorne, cuando su deterioro tuvo mucho que ver con decisiones personales, sin obviar los imponderables de sus problemas mentales. El drama de Brian eclips¨® la otra gran tragedia del grupo: el declive humano de su hermano Dennis, que se mat¨® de una forma particularmente est¨²pida.
Dennis era el guapo de los Wilson, el ¨²nico verdadero surfista de la banda. Como tantas almas inquietas de los a?os 60, Dennis se dej¨® engatusar por un gur¨². El peor gur¨² de la California hippy: Charles Manson. No le motivaba una b¨²squeda espiritual, como la que llev¨® a los Beatles a los pies del Maharishi. Manson, astuto graduado de la Universidad de la C¨¢rcel, enseguida detect¨® la debilidad de Dennis, permiti¨¦ndole el acceso a su har¨¦n de jovencitas descacharradas. No salen gratis esos para¨ªsos sexuales: la Familia de Manson okup¨® la residencia de Dennis, vaciando sus cuentas con barra libre de comida, drogas, ropa y, vaya, tratamientos m¨¦dicos para la gonorrea galopante dentro de aquella comuna.
Los invasores terminaron por expulsar al anfitri¨®n; Dennis se traslad¨® al s¨®tano de un colega y dej¨® a la oficina de los Beach Boys la enojosa tarea ¡ª¡±malas vibraciones, t¨ªo¡±¡ª de desahuciar a aquella tropa. Para entonces, Manson ya hab¨ªa aprovechado aquella cabeza de playa para colarse en el negocio musical: conoci¨® al productor Terry Melcher, hijo de la actriz Doris Day, y factur¨® maquetas en el estudio de los Beach Boys, que incluso grabaron una composici¨®n suya, Never Learn Not to Love (25 a?os despu¨¦s, con su habitual olfato para la provocaci¨®n, Guns N¡¯ Roses interpretaron otra canci¨®n del monstruo).
El eventual rechazo de las maquetas de Manson desencaden¨® la matanza de la Familia en la mansi¨®n de Sharon Tate, antes ocupada por Melcher. Dennis se libr¨® de testificar en el juicio consiguiente; arguy¨® que Manson tambi¨¦n ten¨ªa amistad con otras figuras del rock, como Neil Young. Pero no se puede trazar una l¨ªnea entre ese episodio y la posterior ca¨ªda a los infiernos de Dennis.
Su creatividad creci¨®, dentro y fuera de la banda (su ¨¢lbum en solitario, Pacific Ocean Blue, merece estar dentro del canon del pop californiano). Sin embargo, su comportamiento err¨¢tico desemboc¨® en su suspensi¨®n como miembro de los Beach Boys. Abus¨® de las drogas duras y, ya sin dinero, buscaba extra?os que le invitaran a copas. Estaba borracho a finales de 1983, cuando se sumergi¨® en su querido oc¨¦ano. Y se ahog¨®.
Babelia
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