Feria de Vic-Fezensac (Francia): destellos de deslumbrante emoci¨®n
Luis Gerpe pasea una generosa oreja y varios banderilleros brillan en una desigual, aunque encastada, corrida de Dolores Aguirre

Sin ser una tarde redonda, la corrida de Dolores Aguirre mantuvo el inter¨¦s hasta el final y cont¨® con instantes de emoci¨®n. Algunos, protagonizados por los propios toros de la divisa sevillana; otros, por los toreros, esta vez, principalmente los de plata. La casta de unos y la torer¨ªa de los otros.
Emocionante fue, por ejemplo, la salida del cuarto de la tarde, que parec¨ªa sacado de una l¨¢mina de La Lidia de Goya. Alto, largo, escurrido de carnes y con dos impresionantes pitones astifinos que miraban al cielo. Por si fuera poco, sali¨® encampanado, desafiante, como diciendo: ¡°Aqu¨ª estoy yo y a ver qui¨¦n es el guapo que se me acerca¡±.
El guapo fue en este caso Alberto Lamelas, que ya hab¨ªa pasado un trago con el mansurr¨®n y gazap¨®n primero, que midi¨®, exigi¨® y no par¨® quieto un segundo. A ese lo despach¨® de un bajonazo tras una labor plagada de desconfianza y precauciones. A este, m¨¢s de lo mismo. Y, encima, nos priv¨® a todos de ver un quinto puyazo pedido por aclamaci¨®n.
Aunque a la primera vara acudi¨® sin colocar, en las tres sucesivas se arranc¨® de largo, con prontitud y empuj¨® bajo el peto. Emocionante. Como emocionante y sobresaliente fue el tercio de banderillas posterior protagonizado por Mathieu Guillon, que se la jug¨® de verdad, tras asomarse al balc¨®n y ponerse los pitones en la barriga. Tan grande fue el castigo en el caballo que el de Dolores lleg¨® al ¨²ltimo tercio desfondado y con un m¨ªnimo halo de vida. Una pena.
M¨¢s casta sac¨® el manso tercero, por momentos rajado y huidizo, pero que embisti¨® con emoci¨®n por abajo. Este, como el primero, tuvo una muerte espectacular. A pesar de estar heridos de muerte, ambos aguantaron en pie, tambale¨¢ndose, apoy¨¢ndose en las tablas incluso, hasta que cayeron rendidos. Segundos despu¨¦s, y ante el asombro de todos, tuvieron el coraje de volver a levantarse. La casta.
Ese tercero le toc¨® a Luis Gerpe, tan voluntarioso, como desconfiado y acelerado. Baj¨® la mano y lig¨® algunas tandas en redondo, pero lo hizo agachado y despegado. Tampoco estuvo a la altura del buen sexto, otro ejemplar de preciosa e imponente estampa, que cumpli¨® en cuatro entradas al caballo y luego embisti¨® con nobleza, fijeza y humillaci¨®n en la muleta. Lo mat¨® bien, eso s¨ª, y le dieron una oreja. Tambi¨¦n la vuelta al ruedo al toro. Lo uno y lo otro, excesivo.
Dami¨¢n Casta?o, dispuesto, aunque acelerado, pech¨® con el lote m¨¢s deslucido y dej¨® algunos naturales estimables a pies juntos frente al segundo. Al igual que Guillon en el cuarto, o V¨ªctor del Pozo ante el que abri¨® plaza, Joao Pedro y Francisco Tornay, de la cuadrilla de Gerpe, brillaron con los palos en el ¨²ltimo y pusieron en pie los tendidos. Los cuatro, a base de valor y torer¨ªa, demostraron que cuando se quiere, se puede.
Fueron solo destellos de toros y toreros, pero de deslumbrante emoci¨®n.
Aguirre/Lamelas, Casta?o, Gerpe
Toros de Dolores Aguirre, bien, aunque desigualmente presentados (a varios les faltó remate por detrás), la mayoría, cumplidores en varas (destacaron 4º y 6º), y de juego dispar: 1º mansurrón, andarín y midiendo; 2º noble y soso; 3º manso encastado con poder y humillación; 4º bravo en varas y noble, pero desfondado en la muleta; 5º mansurrón, descastado y deslucido; 6º noble, fijo y humillador, aunque a menos.
Alberto Lamelas: bajonazo (silencio); bajonazo (leve división).
Damián Castaño: media estocada tendida (saludos); media caída, tendida y atravesada, y cuatro descabellos (silencio).
Luis Gerpe: dos pinchazos _aviso_ y estocada (saludos); estocada (oreja).
Plaza de toros de Vic-Fezensac (Francia). 19 de mayo. 4ª de la Feria del Toro. Unos tres cuartos de entrada.
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