Kafka muri¨® hace cien a?os sin saber que era Kafka

El escritor m¨¢s guapo del mundo, porque Franz Kafka fue el escritor m¨¢s guapo de la historia, no conoci¨® en vida ni por asomo la existencia del adjetivo ¡°kafkiano¡±. Kafka muri¨® hace cien a?os en un estado de virginidad ¡°kafkiana¡± irredimible: muri¨® sin saber que ¨¦l era Franz Kafka. Y ahora est¨¢ en todas partes. Cuando recibes una comunicaci¨®n de la seguridad social donde tu nombre est¨¢ mal escrito, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando compras un m¨®vil de mil euros y de repente funciona peor que uno de cien, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando crees haber so?ado con dios y te despiertas con un ataque de p¨¢nico, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando corres detr¨¢s de un autob¨²s que est¨¢ a punto de partir, y justo cuando llegas el conductor te cierra las puertas en las narices y se r¨ªe de ti, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando quieres hacer el bien y acabas haciendo el mal, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando te divorciaste y pensaste que te ibas a morir de dolor y al a?o siguiente estabas como nuevo o nueva, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando no entiendes de qu¨¦ habla la gente que sale en la televisi¨®n, all¨ª est¨¢ Franz. Cuando ves la confusi¨®n pol¨ªtica actual, cuando oyes los gritos, las banderas, y la estridencia de toda demagogia posible, all¨ª est¨¢ Franz, porque Franz est¨¢ en todas partes. En el metro, en las chabolas, en los hoteles de lujo, en la miseria y en la abominaci¨®n, all¨ª est¨¢ ¨¦l. Porque lo vio todo y todo lo escribi¨®.

No olvides que es imposible conocer su obra leyendo tan solo La metamorfosis. Kafka es Kafka porque escribi¨® estas tres novelas p¨®stumas: El castillo, El proceso y Am¨¦rica. Kafka med¨ªa un metro y ochenta y dos cent¨ªmetros y pesaba 61 kilos. Era un hilo de carne. Todos los d¨ªas de la vida de Franz Kafka fueron una prospecci¨®n de todos los d¨ªas que ¨ªbamos a vivir los hombres y mujeres de este 3 de junio de 2024. Kafka am¨® a los seres humanos como no los ha amado nadie. Gran humorista hospitalario, como Cervantes, nos estim¨® en m¨¢s de lo que valemos. Cuando me vaya a morir, oir¨¦ a Franz Kafka dici¨¦ndome esto: ¡°Consid¨¦reme un sue?o¡±. Todos sus libros son autobiogr¨¢ficos y Kafka ten¨ªa menos imaginaci¨®n que una piedra. Su grandeza est¨¢ en el realismo. ?C¨®mo pudo venir al mundo una literatura como la de Kafka? Todas las literaturas son previsibles, pero no esta. Esta es de una singularidad irreductible. Med¨ªa un cent¨ªmetro menos que Elvis Presley, pues este alcanz¨® el metro ochenta y tres. Los dos vinieron a liberarnos de toda sumisi¨®n social, pol¨ªtica y cultural.

Kafka vive en todos los rincones. Todas las contrase?as de tu ordenador, de tus cuentas corrientes bancarias, de todas las aplicaciones que llevas en tu m¨®vil fueron inventadas por Franz Kafka. Vio todas las alienaciones del mundo. Vio a Hitler y a Stalin antes de que fueran Hitler y Stalin. Sin embargo, no se vio a s¨ª mismo siendo Franz Kafka, sino que eligi¨® kafkianamente ser un hombre m¨¢s, an¨®nimo, vulgar, tan enfermo como enamorado nadie sabe de qui¨¦n o de qu¨¦, que mor¨ªa de tuberculosis un 3 de junio de 1924. Y aqu¨ª nos dej¨®, solos ante el peligro. Solos ante las inhumanas administraciones de los estados modernos, ante las religiones, ante las supersticiones, ante la culpa, ante el malentendido convertido en la ¨²nica raz¨®n de la existencia, ante lo sobrenatural, y ante el misterio. Un consejo: no te dejes liar por Kafka, ag¨¢rrate a Hemingway.