Los j¨®venes cantaores buscan nuevas letras flamencas

En el flamenco existe a¨²n una ortodoxia, una flamencol¨ªa por la que puede ser cuestionada una coma que se a?ada a un cante centenario, cuanto m¨¢s cambiar el g¨¦nero masculino por el femenino de una letra o introducir versos que fueron concebidos para una melod¨ªa en otros palos diferentes. Es la pureza que muchas veces ha encarcelado los textos del cante flamenco, seg¨²n sostiene el cantaor onubense Arc¨¢ngel, referente incuestionable en este arte precisamente por el desaf¨ªo con el que ha afrontado una carrera musical en la que conviven con naturalidad su profundo conocimiento ¡ªenciclop¨¦dico, podr¨ªamos decir sin equivocarnos¡ª de la ra¨ªz de lo jondo con su inter¨¦s por encontrar nuevos caminos de desarrollo para el flamenco. Es en esa delicada y bella l¨ªnea que separa la tradici¨®n y la vanguardia (tantas veces cacareada, tan pocas hecha realidad) donde se sit¨²a su ¨²ltimo asalto: dotar a una nov¨ªsima generaci¨®n de cantaores de lo que quiz¨¢s ¨¦l no tuvo en sus inicios, la posibilidad de generar nuevos repertorios que les hagan entender ¡°qu¨¦ cantan y por qu¨¦ lo cantan, que no sean simples repetidores de lo que ya hicieron otros¡±. Los que conocen c¨®mo ha transcurrido la historia del cante flamenco saben que no es tarea f¨¢cil.

Pero estamos en el siglo XXI y la nueva hornada de cantaores que no coquetean con otros g¨¦neros musicales escasea y hay que convencerlos de que el cante jondo es un g¨¦nero no ya del presente, sino que mira al futuro. Estas motivaciones est¨¢n detr¨¢s del espect¨¢culo Cantando las 40, el resultado de un proyecto formativo dirigido por Arc¨¢ngel y coordinado por Domingo Gonz¨¢lez (quien fuera director de la Bienal de Flamenco de Sevilla entre 2005 y 2011) para el veterano Festival Flamenco de Mont-de-Marsan, sur de Francia, que celebra 35 a?os de historia con la mirada puesta en el relevo generacional del cante.

En noviembre y abril pasados, Arc¨¢ngel se encerr¨® en Sevilla y en Tarnos (en la provincia de Las Landas francesas, junto a Mont-de-Marsan) en una residencia art¨ªstica con tres artistas nuevos: ?ngeles Toledano (Villanueva de la Reina, Ja¨¦n, 28 a?os), Roc¨ªo Luna (Fuente Palmera, C¨®rdoba, 26) y Andr¨¦s Armero (Valle del Abdalaj¨ªs, M¨¢laga, 24). Ninguno ha cumplido los 30 y pertenecen a una generaci¨®n reci¨¦n nacida de cantaores flamencos que, sin concesiones a otros estilos musicales, han empezado ya a escribir su futuro en el circuito de grandes festivales y premios del g¨¦nero jondo.

Roc¨ªo, ganadora de la L¨¢mpara Minera en 2023; Andr¨¦s, tercer Premio del Concurso Federaci¨®n de Pe?as Flamencas en Sevilla; y ?ngeles, a la que acaba de fichar la discogr¨¢fica Universal para la grabaci¨®n del que ser¨¢ su primer disco en solitario (del que ya conocemos el adelanto X las ni?as, un homenaje a Pastora Pav¨®n, La Ni?a de los Peines). Todos comparten est¨¦tica urbana y una inquietud: saber qu¨¦ cantan y por qu¨¦ lo cantan. ¡°Con esta edad no pueden ser como los antiguos radiocasetes, simples repetidores de cantes sin saber c¨®mo ni por qu¨¦; cu¨¢ndo se escribe una letra y con qu¨¦ intencionalidad y, sobre todo, qu¨¦ sentido le dan ellos en este momento vital. Queremos que por primera vez sea m¨¢s importante el porqu¨¦ que el c¨®mo, porque damos por hecho que todos cantan estupendamente, pero luego te pones a escuchar y siempre es lo mismo. Les preguntas por qu¨¦ cantan esto o lo otro y te responden: ¡®Pues porque queda muy bonito o porque as¨ª lo grab¨® no se qui¨¦n y encaja en mi voz¡¯. As¨ª no aportan nada nuevo¡±, explica Domingo Gonz¨¢lez con el soniquete de fondo que se cuela del ensayo de Arc¨¢ngel y los tres j¨®venes esta semana en el bello edificio del Centro de Iniciativas Culturales (CICUS) de la Universidad de Sevilla, que tambi¨¦n ha apoyado el proyecto.

Cuando se estrene el pr¨®ximo 5 de julio en el festival de Mont-de-Marsan, Cantando las 40 ser¨¢ un espect¨¢culo piloto que pretende abrir un debate y un mostrar una necesidad: la renovaci¨®n del repertorio en el flamenco. ¡°Tenemos la intenci¨®n de desempolvar los textos de los cantes, darles una nueva vida. Se puede dar la vuelta a todo, discutir el sentido de las letras, a las que se pueden introducir nuevas palabras o expresiones, pero respetando siempre una est¨¦tica¡±, explica Arc¨¢ngel durante un receso de los ensayos, que siguen ¡°una metodolog¨ªa acad¨¦mica y muy seria¡±. Ahora ya las cantaoras no tienen por qu¨¦ usar el g¨¦nero masculino de cantes tradicionales, se pueden desterrar letras como ¡ªy aqu¨ª apunta Domingo Gonz¨¢lez¡ª ¡°tiene por ma?a / tiene por ma?a / que cuando le curro llama a los guardias¡±. ¡°Nadie entender¨ªa que una persona joven cantara hoy eso¡±, asegura. Eso s¨ª, ¡°cierto es que hay letras que evidentemente se pueden evitar hoy en d¨ªa, pero no lo entiendo tampoco como una caza de brujas; hay g¨¦neros mucho m¨¢s machistas que el flamenco, que ha evolucionado m¨¢s. La idea es que los j¨®venes se sientan c¨®modos y representados, independientemente de que los cantes sean de hoy o de hace 150 a?os¡±, apostilla Arc¨¢ngel.

Para esta primera edici¨®n del proyecto se ha puesto el foco en la obra del poeta y pintor sevillano Francisco Moreno Galv¨¢n (La Puebla de Cazalla, 1925-1999), uno de los primeros ¡ªy escasos¡ª renovadores de las letras flamencas. En sus coplas intent¨® acercarse al cancionero de su tiempo, fuera de t¨®picos, ¡°cantar y contar la vida¡±, como ¨¦l mismo defin¨ªa, readaptando las tem¨¢ticas de los cantes para traerlas a su presente. C¨¦lebre en la d¨¦cada de los 70 como letrista del desaparecido Jos¨¦ Menese, sus versos deslizaban duras denuncias del atraso end¨¦mico que sufr¨ªa Andaluc¨ªa. Atac¨® a la alta burgues¨ªa, a la extrema derecha y al franquismo, lo que le ocasion¨® problemas con la censura. ¡°Moreno Galv¨¢n estar¨ªa encantado con que tres j¨®venes hicieran suyas sus composiciones con los problemas y conflictos que tienen ahora¡±, sostiene Domingo Gonz¨¢lez.

El valor a?adido de Cantando las 40 es que Arc¨¢ngel, como director musical, se ha encargado tambi¨¦n de ¡°desencarcelar los textos¡± del poeta sevillano de los palos en los que tradicionalmente se han cantado e introducirlos en nuevas melod¨ªas. ¡°No hemos respetado ninguno de los cantes originales para los que fueron concebidos¡±, reconoce sin remilgos el cantaor onubense ante la sonrisa de Domingo Gonz¨¢lez, que bromea con la reacci¨®n que vaya a tener este experimento con ¡°todos esos flamenc¨®licos¡±, dice con sorna.

Lo cierto es que esta demanda de actualizar el cancionero jondo responde a la escasez de autores actuales, pero tambi¨¦n de presencia del cante en las grandes citas internacionales de flamenco. ¡°Los cantaores est¨¢n perdiendo peso en los festivales respecto a la danza o el audiovisual. Hay pocas cabezas de cartel que sean cantaores cuando, parad¨®jicamente, tanto los datos que ofrece la SGAE como el Ministerio de Cultura indican que no hay diferencia de ingresos por taquilla. No es verdad que la danza venda m¨¢s¡±, protesta Gonz¨¢lez.

Defensora de la cultura popular en la alta poes¨ªa, la sevillana Carmen Camacho, por su parte, una de las escas¨ªsimas autoras de letras para ser cantadas en palos flamencos, es la responsable de parte del libreto de El tercer cielo, el ¨²ltimo disco de Roc¨ªo M¨¢rquez, e igualmente atestigua una realidad: ¡°No hay apenas autores que escriban para el flamenco de hoy, ni que visualicen a los flamencos de hoy¡±. A¨²n menos, mujeres. Suyas son, sin embargo, letras tan rabiosamente actuales como ¡°Enterra¨ªta en la calle, / toa la noche en la Alameda / preguntando por la llave¡±, firma por sole¨¢ y con humor la poeta, que se detiene en la zona m¨¢s noct¨ªvaga de la ciudad cuando, rodeada de bares de copas, la llegada a casa se retrasa.