I?aki Rikarte, el director teatral que todo lo convierte en oro
El creador vasco opta a dos premios Max el pr¨®ximo lunes tras deslumbrar el ¨²ltimo a?o con una obra de teatro de m¨¢scaras y un cl¨¢sico de Calder¨®n
El nombre de I?aki Rikarte est¨¢ en boca de todos en el mundillo teatral espa?ol. Todo lo que dirige se convierte en oro, sus obras enamoran tanto al p¨²blico como a la cr¨ªtica y se est¨¢ llevando los principales galardones del sector esta temporada. En los recientes Tal¨ªa, que concede la Academia de las Artes Esc¨¦nicas, se coron¨® como mejor director por Forever, un conmovedor espect¨¢culo de m¨¢scaras sin palabras de la compa?¨ªa ...
El nombre de I?aki Rikarte est¨¢ en boca de todos en el mundillo teatral espa?ol. Todo lo que dirige se convierte en oro, sus obras enamoran tanto al p¨²blico como a la cr¨ªtica y se est¨¢ llevando los principales galardones del sector esta temporada. En los recientes Tal¨ªa, que concede la Academia de las Artes Esc¨¦nicas, se coron¨® como mejor director por Forever, un conmovedor espect¨¢culo de m¨¢scaras sin palabras de la compa?¨ªa Kulunka. En los Godot, premios de la cr¨ªtica madrile?a que organiza la revista del mismo nombre, logr¨® la misma distinci¨®n por El monstruo de los jardines, de Calder¨®n de la Barca, que estren¨® hace tres meses con la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC). Pero adem¨¢s el pr¨®ximo lunes le pueden caer dos Max, premios de referencia de la escena nacional, que se entregar¨¢n en Tenerife: mejor direcci¨®n y mejor coautor¨ªa teatral por Forever. Se sumar¨ªan al que gan¨® en 2023 por Supernormales, una sorprendente producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) sobre la vida sexual de las personas con discapacidad.
Todo esto ha estallado en los dos ¨²ltimos a?os, pero Rikarte lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas en las tablas. Nacido en Vitoria hace 43 a?os, empez¨® trabajando como actor en obras del CDN, la CNTC o la compa?¨ªa vasca Tanttaka. Pero en paralelo se lanz¨® como director en distintas agrupaciones en Euskadi, principalmente Kulunka. En 2020 fue finalista al Max a la mejor direcci¨®n por El desd¨¦n con el desd¨¦n, de Lope de Vega, en otra producci¨®n de la CNTC. Desde entonces no ha parado: cuatro montajes totalmente diferentes y triunfadores en cuatro a?os, ?acaso ha encontrado la f¨®rmula secreta del ¨¦xito? El aludido sonr¨ªe: ¡°No hay receta. Cada espect¨¢culo requiere un proceso distinto y no puedo asegurar que el siguiente vaya a funcionar. Pero tal vez s¨ª hay algo com¨²n que me propongo con todos: que el p¨²blico lo entienda y disfrute¡±.
Estamos en el Teatro de la Comedia de Madrid, sede de la CNTC, donde ha deslumbrado su escenificaci¨®n de El monstruo de los jardines. Las representaciones ya han terminado, pero se repondr¨¢ en el Festival de Almagro del 19 al 28 de julio. Es una comedia mitol¨®gica de Calder¨®n de la Barca escasamente representada por su anacron¨ªa y dificultad: dioses, ninfas, or¨¢culos, el h¨¦roe Aquiles y la guerra de Troya de fondo. Todo ello en verso del Siglo de Oro. ?C¨®mo se consigue enganchar al p¨²blico del siglo XXI con esos ingredientes? ¡°El realismo no funciona con los cl¨¢sicos, sobre todo porque los personajes no hablan normal. Entonces no puedes intentar cotidianizar algo que no lo es, hay que encontrar un c¨®digo para que esas palabras resulten veros¨ªmiles en la actuaci¨®n. A eso me refiero cuando digo que quiero que el espectador lo entienda¡±, responde Rikarte.
El c¨®digo lo encontr¨® despu¨¦s de darle muchas vueltas a la pregunta: ?de qu¨¦ va en realidad esta obra? ¡°Es la historia de un reclutamiento forzoso. Aquiles est¨¢ enamorado y no quiere ir a la guerra, pero las fuerzas del Estado act¨²an de tal manera que no puede evitarlo. Lo manipulan. Podr¨ªa ser un joven ruso que vive en una aldea por la que pasa el autob¨²s del ej¨¦rcito y se lo lleva. O un ucranio, un israel¨ª, un palestino. El destino es el Estado¡±, reflexiona el director.
En su escenificaci¨®n, Rikarte no alude a ninguna de las guerras actuales, sino que juega con el imaginario espa?ol para convertir el escenario en un espacio metaf¨®rico con signos f¨¢cilmente identificables: legionarios, guardias civiles, procesiones y v¨ªrgenes que son como or¨¢culos contempor¨¢neos. Una fiesta en la que nada resulta gratuito porque desde el primer minuto saltan por los aires todas las convenciones de la realidad. ¡°?Si Calder¨®n hizo de su capa un sayo con el mito, por qu¨¦ no lo vamos a hacer nosotros? Para eso est¨¢n los mitos: para que los reconstruyamos y los utilicemos para explicarnos lo que somos hoy¡±, resume Rikarte. La historia del teatro occidental es la historia de una eterna reescritura.
Con la misma pregunta se enfrent¨® a Supernormales, el espect¨¢culo por el que gan¨® el Max el a?o pasado. Escrita por Esther F. Carrodeguas, la obra es una sucesi¨®n de historias entrelazadas por un personaje que ofrece asistencia sexual a personas con diversidad funcional, con un elenco mixto de actores con y sin discapacidad. ¡°Estaba perdido, era un mundo totalmente desconocido para m¨ª y el texto es brutal, sin tab¨²es. Hasta que un d¨ªa encontr¨¦ la llave viendo con mi hijo c¨®mo trabajaban unos jardineros en una glorieta de Madrid. Entre ellos hab¨ªa personas con discapacidad y parec¨ªa la imagen id¨ªlica de la integraci¨®n: cielo azul, esa gente plantando flores, todos con uniforme. Pero de pronto pens¨¦: ?de verdad es id¨ªlico?, ?qu¨¦ hay debajo de esa estampa?¡±, recuerda Rikarte. La traslaci¨®n esc¨¦nica de esa cuesti¨®n fue: un jard¨ªn franc¨¦s perfectamente recortado se eleva, desaparece y debajo queda un chico con discapacidad masturb¨¢ndose en una cama.
Tal vez esa sea la f¨®rmula secreta de Rikarte: su destreza para condensar la esencia de una escena en una imagen que conecta directamente con la sensibilidad contempor¨¢nea. O quiz¨¢ esa habilidad la haya desarrollado en sus muchos a?os de trabajo con la compa?¨ªa Kulunka, especializada en teatro de m¨¢scaras sin palabras. Ah¨ª no hay m¨¢s remedio que encomendarse al lenguaje visual. ¡°Por ejemplo, t¨² ves a una madre ense?¨¢ndole a su hijo fotograf¨ªas que saca de una caja de lat¨®n y comprendes que le est¨¢ contando algo de su historia. Aunque los personajes no hablen o no entiendas bien lo que dicen los versos de Calder¨®n. La situaci¨®n es el coraz¨®n del teatro¡±, proclama.
Con Kulunka, fundada en 2010 por Garbi?e Insausti y Jos¨¦ Dault, se estren¨® ese mismo a?o dirigiendo Andr¨¦ y Dorine, una pareja de ancianos que cae en la desidia y despu¨¦s en el alzh¨¦imer. El espect¨¢culo result¨® cat¨¢rtico y gust¨® tanto que todav¨ªa sigue represent¨¢ndose por todo el mundo: llevan 30 pa¨ªses ya. Despu¨¦s vendr¨ªan Quitamiedos, Solitudes, Edith Piaf, Hegoak y Forever.
A¨²n queda una pregunta, el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: ?c¨®mo logra contentar a la vez a p¨²blico y cr¨ªtica? Rikarte se encoge de hombros y responde con otra pregunta: ¡°?Es que la cr¨ªtica no es p¨²blico tambi¨¦n?¡±. Pero no elude la cuesti¨®n: ¡°Yo no me considero un director vanguardista, en el sentido de que mi objetivo no es la experimentaci¨®n ni asombrar con innovaciones. Pero s¨ª utilizo los lenguajes esc¨¦nicos contempor¨¢neos y todo lo que me pueda ayudar en cada espect¨¢culo. Quiz¨¢ simplemente se trate de usarlos con sentido¡±.