Muere M¨ªsia, la artista que sac¨® el fado de sus casillas
La cantante portuguesa, fallecida este s¨¢bado a los 69 a?os, logr¨® un gran ¨¦xito internacional con su renovaci¨®n del g¨¦nero pese al desd¨¦n que sufri¨® durante a?os en su pa¨ªs
La fadista M¨ªsia falleci¨® este s¨¢bado en Lisboa a los 69 a?os. Llevaba varios a?os en tratamiento debido a un c¨¢ncer. Deja una quincena de discos que revelan su curiosidad, su osad¨ªa y su potencia art¨ªstica. Demasiada osad¨ªa y demasiada potencia para los patriarcas de la tradici¨®n, que la ningunearon y despreciaron durante a?os en Portugal mientras ella llevaba al fado por escenarios internacionales donde nunca hab¨ªa estado. La adoraron en Alemania, Francia, Espa?a y Jap¨®n. Durante a?os era m¨¢s f¨¢cil encontrar sus discos en Osaka que en Oporto, la ciudad donde naci¨® el 18 de junio de 1955. Tampoco dispon¨ªa de agente art¨ªstico en su pa¨ªs y algunas experiencias, como un concierto colectivo de fadistas en el Coliseu dos Recreios en 1991, acabaron en desastre.
El circuito del fado era entonces herm¨¦tico y depredador. ¡°Dec¨ªan que era comunista, lesbiana, que desafinaba y que todo lo hab¨ªa conseguido en ¡®horizontal¡±, recordaba la artista en sus memorias, Animal sentimental, publicadas en 2022. ¡°Durante a?os, los jomeinis del fado, uno de derechas y otro de izquierdas, no me dieron tregua, no les gustaba una fadista solitaria, sin figura masculina al lado que la validase¡±, a?ad¨ªa. No ped¨ªa permiso para cantar ni escribir, aunque durante a?os el desprecio o la indiferencia de su pa¨ªs se convirti¨® en uno de sus agujeros negros vitales. Pag¨® caro llegar antes de tiempo y sacar al viejo fado de sus casillas. En contrapartida, se libr¨® de la carga de ser nombrada la sucesora de Am¨¢lia Rodrigues, a la que dedicar¨ªa un doble disco en 2015.
M¨ªsia naci¨® como Susana Mar¨ªa Alfonso de Aguiar, ¨²nica hija de un matrimonio a contracorriente. Su padre era miembro de la conservadora burgues¨ªa de Oporto e ingeniero qu¨ªmico, mientras que su madre era una bailarina catalana criada entre artistas de variedades y personajes de la noche. El matrimonio fue un fracaso, y la paternidad y maternidad, tambi¨¦n. A Susana la salv¨® su abuela espa?ola, que hab¨ªa iniciado la genealog¨ªa art¨ªstica de la familia en el circo y sab¨ªa que el afecto no es un malabarismo cualquiera.
Durante un tiempo pareci¨® que M¨ªsia secundar¨ªa la vida de sus predecesoras. Se instal¨® en Barcelona y trabaj¨® en el Paralelo en plena fiebre del destape. ¡°Fue una exageraci¨®n como solo los espa?oles son capaces de hacer. Despu¨¦s de tantos a?os de prohibiciones, todo se desbord¨® y, por ejemplo, se ve¨ªan excelentes bailarinas y al acabar su ballet cl¨¢sico, abrir la blusa para mostrar los senos. Era absurdo¡±. Decidi¨® que deseaba cantar vestida y, sobre todo, cantar fados. Tras una etapa en el Madrid de la bulliciosa Movida, donde Luis Eduardo Aute le ofreci¨® las canciones que hab¨ªa escrito para Marisol y que nunca se hab¨ªan grabado tras la retirada de la artista, escogi¨® regresar a Portugal para intentarlo.
Su primer disco, M¨ªsia, era m¨¢s que una tarjeta de visita. Para algunos especialistas marca el origen del Nuevo Fado, en marzo de 1991. Ella, que le¨ªa ensayos en los camerinos de El Molino, rebusca entre autores, cl¨¢sicos o contempor¨¢neos, para incluir en sus discos. Ah¨ª est¨¢n, a lo largo de esa quincena de ¨¢lbumes, creaciones de Jos¨¦ Saramago, L¨ªdia Jorge, Jose Lu¨ªs Peixoto, S¨¦rgio Godinho o H¨¦lia Correia. La grand¨ªsima escritora Agustina Bessa-Lu¨ªs le escribi¨® el poema Garras dos sentidos, que dar¨¢ nombre a un ¨¢lbum que se vendi¨® en 65 pa¨ªses. M¨ªsia, adem¨¢s, ten¨ªa un concepto integral sobre su proyecto art¨ªstico y buscaba agrandarlo con el talento de otros creadores ajenos a la m¨²sica.
Con John Turturro grab¨® un v¨ªdeo a partir de sus textos y, en diferentes momentos, colabor¨® con Iggy Pop, Paulo Furtado (The Legendary Tigerman), Adriana Calcanhotto o Ute Lemper. Se atrevi¨® con los lieder de Schubert, con Camaron de la Isla, Astor Piazzolla y Stravinski. Recibi¨® las mayores distinciones fuera de Portugal, en especial en Francia, donde fue nombrada oficial de la Orden de las Artes y las Letras, entre otros reconocimientos. Solo en 2012, tras m¨¢s de dos d¨¦cadas de carrera, recibi¨® el premio Am¨¢lia Rodrigues en su pa¨ªs. Tras su muerte, el Gobierno portugu¨¦s ha elogiado su aportaci¨®n art¨ªstica para llevar el fado a otro escenario.
Hace dos a?os public¨® su ¨²ltimo disco, con el mismo t¨ªtulo que tambi¨¦n concedi¨® a sus memorias, Animal sentimental. El libro comienza con una cita de la fil¨®sofa espa?ola Mar¨ªa Zambrano: ¡°Sentir nos constituye m¨¢s que cualquier otra de las funciones ps¨ªquicas; se dir¨ªa que tenemos las otras, mientras tanto somos ¡®el sentir¡±. En el disco le rend¨ªa homenaje a Violeta Parra y Luis Eduardo Aute con versiones de Qu¨¦ he sacado con quererte y De alguna manera, pero tambi¨¦n a Fernando Pessoa o Nat¨¢lia Correia, uno de los pocos referentes de la cultura portuguesa que apost¨® por ella desde el principio.
En sus memorias relataba placeres y heridas igual de grandes. Una energ¨ªa todopoderosa hacia fuera y un abismo abisal hacia dentro. La vida iba de los aplausos a las depresiones. Sus elecciones amorosas se revelar¨ªan, seg¨²n ella, ¡°errores de casting¡±. Fue v¨ªctima de violencia de g¨¦nero e intent¨® suicidarse en dos ocasiones. Despu¨¦s de serle diagnosticado un c¨¢ncer en 2016, su vendaval interior se acabar¨ªa calmando. ¡°La vida y la muerte forman parte de un todo. En mi caso, la reconciliaci¨®n con la vida hace que la presencia de la muerte no sea tan inquietante como hace unos a?os¡±, respond¨ªa en una entrevista a EL PA?S en julio de 2022 en Lisboa. En aquella ocasi¨®n luc¨ªa una americana blanca pintarrajeada con delicadeza por sus amigos. La imagen de M¨ªsia era tambi¨¦n un discurso. Y una de las razones del repudio que sufri¨® inicialmente cuando minifaldas y cortes a lo gar?onne parec¨ªan aberraciones en una casa de fados. ¡°A la mayor¨ªa de las personas que les gustaba mi voz, recib¨ªan un shock cuando me ve¨ªan. Se empez¨® a decir que yo era solo marketing e imagen¡±, rememoraba en aquel encuentro.
Ese mismo a?o particip¨® en un homenaje a la escritora Agustina Bessa-Lu¨ªs por su centenario. Sali¨® al escenario de la Fundaci¨®n Gulbenkian, en Lisboa, y cant¨® Garras dos sentidos con una fuerza cham¨¢nica. Llevaba una holgada americana de color gris antracita, que parec¨ªa impersonal hasta que la fadista se dio la vuelta y mostr¨® sobre su espalda una palabra. HAPPY.
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