La guitarra pone el broche con brillantez y arte a Flamenco on Fire
El festival de la capital navarra dedica un nuevo escenario al legendario Sabicas y presenta una producci¨®n propia, ¡®Alzap¨²a II¡¯, con guitarristas de la generaci¨®n millenial como Diego del Morao, Dani de Mor¨®n, Rycardo Moreno, dirigidos por Josemi Carmona
Nacido en 2014 con el prop¨®sito de ¡°recuperar el nombre y la obra¡± del guitarrista navarro Agust¨ªn Castell¨®n Campos Sabicas (Pamplona, 1912-Nueva York, 1990), el festival navarro, Flamenco on Fire, ha sido siempre deudor de la guitarra flamenca de concierto que este gitano, nacido en la calle Ma?ueta de Pamplona, llev¨® a sus cumbres m¨¢s altas. Sabicas defini¨®, adem¨¢s, la disciplina a trav¨¦s de una extensa discograf¨ªa. As¨ª, la sonanta siempre ha estado presente en el evento: desde hace tres a?os, por ejemplo, protagoniza la inauguraci¨®n, y en esta XI edici¨®n ha adquirido un rango principal con vocaci¨®n de permanencia, y siempre asociado a la figura del maestro, cuyo nombre y obra se reivindica.
La creaci¨®n del Escenario Sabicas supone la consolidaci¨®n del compromiso del evento con la citada guitarra de concierto, a la que se dota de una sede, el Civivox Condestable, y una programaci¨®n con futuro. En la de este a?o han participado siete guitarristas que representan un buen panorama de la sonanta actual a la vez que, en alg¨²n caso, adelanta su inmediato futuro. Una diversidad de acentos y aproximaciones al instrumento han hecho que cada concierto haya sido singular e irrepetible.
Introducido por el maestro Gerardo N¨²?ez, el granadino ?lvaro Martinete, mostr¨® su solvencia en solitario, especialmente con una sutil grana¨ªna que transport¨® a los terrenos de la buler¨ªa. El sevillano Emilio Caracaf¨¦ expuso su personal¨ªsimo toque, que llena de expresividad y se configura a trav¨¦s de s¨ªncopas, contratiempos y silencios. El del joven grana¨ªno Jos¨¦ Ferm¨ªn Fern¨¢ndez, con una selecci¨®n de estilos permanentemente exigidos de virtuosismo (zapateado, minera, taranta, tanguillos¡), compendi¨® todo el repertorio t¨¦cnico de la disciplina. El algecire?o Jos¨¦ Carlos G¨®mez, considerado como heredero de la escuela de Paco de Luc¨ªa, al que ha dedicado su ¨²ltima grabaci¨®n, Las huellas del Dios, junto a Dani de Mor¨®n completaron el ciclo.
La otra pata de la mencionada apuesta por la guitarra de concierto ha sido la producci¨®n de Alzap¨²a II, una continuaci¨®n del espect¨¢culo que tan buen sabor de boca dej¨® en la pasada edici¨®n, cuando lo protagonizaron cuatro j¨®venes guitarristas que dir¨ªamos de la generaci¨®n Z (Alejandro Hurtado, Jos¨¦ del Tomate, David de Arahal y V¨ªctor Mora, dirigidos por el lebrijano Rycardo Moreno). La organizaci¨®n del evento ha decidido prolongar la experiencia d¨¢ndole un car¨¢cter generacional: los participantes que, nacidos en torno a 1980, vendr¨ªan a suponer una generaci¨®n millenial, Diego del Morao, Dani de Mor¨®n y el propio Rycardo Moreno, guitarristas con carreras y discograf¨ªas m¨¢s que consolidadas y con una personalidad tocaora tan propia como distinta entre ellos.
Con esos mimbres, al guitarrista Josemi Carmona se le encomend¨® la direcci¨®n, un t¨¦rmino que rechaza entre chanzas y que confiesa que le ruboriza. ¡°S¨ª que he hecho un trabajo de planteamiento¡±, reconoce, ¡°pero despu¨¦s esta gente tiene una trayectoria impresionante que admiro y respeto much¨ªsimo. ?Qu¨¦ les voy a decir yo? Se ha tratado tan solo de poner un poco de orden y, si luego hay que tomar alguna decisi¨®n, pues la tomo yo¡±. De la experiencia insiste en destacar el compa?erismo y la ausencia absoluta de egos. ¡°Hac¨ªa tiempo que no me lo pasaba tan bien¡±, comenta despu¨¦s de no pocos d¨ªas de ensayo.
Sobre el escenario se plante¨® el espect¨¢culo con tres participaciones grupales de los cuatro guitarristas. La primera de ellas, en comp¨¢s de tangos, impacta como un ca?onazo. Vendr¨ªan luego los di¨¢logos, los d¨²os: Rycardo Moreno se emparejar¨ªa con Nani de Mor¨®n, pareja cosecha del 81, para entenderse con libertad en clave de alegr¨ªas y canti?as. En cualquier caso, estamos ante una generaci¨®n que ha retorcido los avances de la anterior en cuanto a nuevas armon¨ªas o afinaciones y nada es lo que parece: las fantas¨ªas y la creaci¨®n no tienen l¨ªmites si, adem¨¢s, se suman fuerzas. Josemi con Diego del Morao juegan y se divierten improvisando en el fandango, con recuerdos quiz¨¢s al Zyryab de Paco de Luc¨ªa.
La vuelta al cuarteto ser¨¢ por sole¨¢ para recordar a Sabicas y dar entrada al baile de Farruquito, invitado especial para la ocasi¨®n, que bailar¨ªa arropado por el cante de Lela Soto y Delia Mebrive. Y quedan las individualidades, el este soy yo de cada uno de los cuatro. Propuestas tan distintas como sus personalidades. Con un cierto clasicismo Josemi Carmona, jugando endiabladamente con el comp¨¢s Diego, sincr¨¦tico y sugerente Rycardo asom¨¢ndose a la seguiriya, e impresionante Dani en el ejercicio de desestructurar los tientos. No falt¨® el final por buler¨ªas en un espect¨¢culo que se aproxim¨® a las dos horas de discontin¨²o entusiasmo (ay, las transiciones).
El cante va por barrios
Es Flamenco On Fire un evento que nunca ha descuidado el cante, presente en varios de sus ciclos, desde los balcones al ciclo nocturno. Una de las actuaciones programadas ha protagonizado uno de los grandes conciertos del Baluarte: el de Israel Fern¨¢ndez con Diego del Morao en la noche del viernes. La entrada roz¨® el lleno y el p¨²blico se entreg¨® por completo a la propuestas de un cantaor que es recibido como la estrella en que se ha convertido. Recorre sin parar festivales generando expectaci¨®n, grandes audiencias y un nuevo p¨²blico para el g¨¦nero, aunque su propuesta art¨ªstica, que no deja de ser honesta, comienza a acusar un cierto cansancio y se empieza a echar en falta un poco de riesgo.
Sus armas son los estilos flamencos tradicionales (sole¨¢ por buler¨ªas, minera, tangos¡), que lleva a su registro con afici¨®n y entrega, truf¨¢ndolos de letras originales junto a otras tomadas de poetas (B¨¦cquer por ejemplo). La puesta en escena cuenta con el soporte guitarr¨ªstico de un Diego del Morao que parece estar en estado de gracia. En su actuaci¨®n present¨® al tocaor Antonio El Relojero, que lo hab¨ªa acompa?ado por la ma?ana desde el balc¨®n del Ayuntamiento y con el que ha grabado un disco en directo por una selecci¨®n de pe?as flamencas. Tambi¨¦n, y como viene siendo habitual, se sent¨® ante las teclas de un piano e interpret¨® una malague?a.
Poco antes, en la tarde del viernes Remedios Reyes, de familia flamenca de Chiclana (C¨¢diz) aprovech¨® su oportunidad para reivindicarse como cantaora con un ejercicio de verdad y sin los citados relumbrones. Y ya en el ciclo nocturno, el festival tuvo el privilegio de recibir a Aurora Vargas en los bajos del Hotel Tres Reyes. Siempre ser¨¢ un privilegio poder disfrutar del arte de esta trianera, reina de los estilos festeros, que los canta y baila con maestr¨ªa, aunque en esa noche su interpretaci¨®n fuera especialmente desgarrada. ¡°Te quiero/ y te seguir¨¦ queriendo/ hasta la muerte¡±. As¨ª remat¨® su actuaci¨®n tanto en la noche como en el mediod¨ªa en el balc¨®n de la Plaza del Ayuntamiento. No es dif¨ªcil imaginar las razones de su desgarro.
Babelia
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