Rodrigo Sorogoyen confirma su talento en el festival de Venecia con la serie ¡®Los a?os nuevos¡¯
El festival de cine acoge al madrile?o como ¡°el director espa?ol m¨¢s importante del momento tras Almod¨®var¡±
Nochevieja siempre trae renovadas esperanzas. Se mira atr¨¢s, a lo que fue, o no pudo ser. Pero el cava tambi¨¦n descorcha los buenos prop¨®sitos para el a?o que comienza. Ser m¨¢s paciente, beber menos, llamar m¨¢s a casa, buscar otro trabajo, encontrar pareja, cuidar m¨¢s a la que se tiene. Al fin y al cabo, quedan 12 meses, imposible fallar. El proyecto nunca cuenta, sin embargo, con la pasi¨®n principal de la vida: trastocar planes.
El 31 de diciembre ?scar a¨²n llora el cierre de su relaci¨®n. ¡°Tienes los ojos tristes¡±, le dice Ana, a la que acaba de conocer en un bar. Horas despu¨¦s, los dos se revuelcan en un sof¨¢, encendidos por un hechizo instant¨¢neo. Pero, un rato m¨¢s tarde, ella compra el vuelo a Canad¨¢ que nunca se atrev¨ªa a reservar y al que f¨ªa la revoluci¨®n que su d¨ªa a d¨ªa necesita. Sue?os de cambio. Algunos se cumplir¨¢n, otros no. Como siempre. Los a?os nuevos, de Rodrigo Sorogoyen, estrenada hoy fuera de concurso en el festival de Venecia, sigue a ambos personajes a lo largo de 10 cap¨ªtulos (de unos 50 minutos cada uno) y una d¨¦cada. Cada episodio, una Nochevieja. Y, por su parte, la serie mantiene la promesa fundamental: reafirmar el talento del cineasta, que dio vida a la obra, la coescribi¨® con Sara Cano y Paula Fabra, y film¨® las primeras cuatro entregas. Llegar¨¢ pr¨®ximamente a Movistar Plus+.
¡°Tal vez el director espa?ol m¨¢s importante del momento, detr¨¢s de Almod¨®var¡±, lo defini¨® el responsable art¨ªstico de la Mostra, Alberto Barbera, cuando present¨® el certamen, en julio. Debatible, desde luego, porque Carla Sim¨®n, Juan Antonio Bayona o Isabel Coixet, entre otros, bien podr¨ªan aspirar al mismo t¨ªtulo. Lo cierto, en todo caso, es el ascenso constante del madrile?o. Cuando vino al Lido la ¨²ltima vez, en 2019, con Madre, ¨¦l mismo representaba un buen prop¨®sito: pasar de joven emergente a confirmaci¨®n. El reino y la serie Antidisturbios supusieron la escalada del cineasta hacia la cumbre, que alcanz¨® con As bestas. Complicado llegar all¨ª, a¨²n m¨¢s quiz¨¢s quedarse. Pero Los a?os nuevos, al menos tras el visionado de cuatro episodios, vuelve a ofrecer todas las virtudes que han destacado a Sorogoyen. Incluido, acaso, su mayor don: conectar con el p¨²blico, sin renunciar al sello personal y autoral. Mercanc¨ªa rara y preciad¨ªsima.
La historia arranca en una fiesta. Y con ambos personajes reci¨¦n aterrizados en los 30. Porque los dos justo soplan velas alrededor del paso de un a?o a otro: el 31, ¨¦l. El 1, ella. A partir de ah¨ª, el espectador acompa?a a ?scar y Ana, paso a paso, en el camino hacia los 40. ¡°Es la d¨¦cada que m¨¢s me tocaba¡±, dijo Sorogoyen, que tiene 42, ante la prensa. ¡°Por supuesto se podr¨ªan hacer otras. Pero esta adem¨¢s suele tener muchos momentos importantes¡±, agreg¨®.
En los veinte todos los senderos est¨¢n disponibles. Hasta se puede volver atr¨¢s, si la v¨ªa se empina mucho. O, al menos, eso parece. Diez a?os m¨¢s tarde, por supuesto, queda mucho recorrido por delante. Pero un treinta?ero ha andado tanto que algunas rutas han quedado demasiado atr¨¢s. Igual que, probablemente, alg¨²n familiar querido. Las encrucijadas clave se multiplican: formar una familia, casarse, decidir el trabajo o, a menudo, resolverse a abandonar la profesi¨®n so?ada por culpa de la realidad. O no hacer ninguna de esas cosas. Por lo menos, toca decidir. Y asumir las consecuencias.
La serie supone un buen reflejo de ello. En el primer episodio fluyen copazos, frenes¨ª y hasta surge la loca idea de irse de Madrid a Valencia en coche el 1 de enero tan solo para tomar una buena paella. Todo hacia adelante, sin tiempo para darse la vuelta. A medida que la obra avanza, se bebe m¨¢s vino que gin tonics, en salones m¨¢s que en bares, y en las conversaciones entran casas e hijos. Las ilusiones resisten, pero comparten espacio con arrepentimientos, frustraciones o rencores.
Sorogoyen lo narra con la habitual maestr¨ªa para filmar secuencias colectivas. Como en los inolvidables arranques de El reino y Antidisturbios. Todo fluido, realista, natural. Todo intrigante, ya se hable de polic¨ªas, corrupci¨®n pol¨ªtica, funcionarios ante un Apag¨®n o las relaciones, que ya abord¨® en su debut, Stockholm. M¨¦rito de la direcci¨®n, las actuaciones, el guion. Francesco Carril, que interpreta a ?scar, explic¨® que rodar muchos meses y en orden cronol¨®gico les ayud¨® a ir conociendo y descubriendo sus propios personajes: ¡°La serie habla de c¨®mo en la vida pasamos de una cosa a otra, pero tambi¨¦n de lo que sucede en medio¡±. ¡°Pocas veces te llega un texto as¨ª. Estaba sorprendentemente bien dialogado¡±, apunt¨® Iria del R¨ªo, que encarna a Ana. Y a la que el director, a su vez, reconoci¨®: ¡°Es una actriz magn¨ªfica¡±.
En Venecia, las dos partes de la serie, de cinco cap¨ªtulos cada una, se han podido ver ¨ªntegras, y en pantalla grande. Pero al director le recordaron en la rueda de prensa que seguramente no sea el formato en que llegue a la mayor¨ªa del p¨²blico. ¡°Prefiero no tener en cuenta que puede que se vea en un m¨®vil en un momento dado. Me sale innato. Conforme se iba haciendo el proyecto estaba cada vez m¨¢s entusiasmado. No s¨¦ si suena pretencioso, pero yo me convenc¨ª de que est¨¢bamos haciendo cine. Lo hemos concebido as¨ª. Me gustar¨ªa que se viese toda en pantalla grande. Aunque sin Movistar no se podr¨ªa haber hecho¡±, sostuvo. Inform¨®, eso s¨ª, de que Los a?os nuevos llegar¨¢ a cines tambi¨¦n en Espa?a. Dif¨ªcilmente ser¨¢n muchos. Pero, al menos, es un buen prop¨®sito.
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