La noche en que los robots invadieron la ¨®pera de Dresde

Hace tiempo que Kraftwerk, la banda alemana que inaugur¨® la era del pop electr¨®nico, ya apenas act¨²a en escenarios convencionales. Cuando los cuatro hombres-m¨¢quina deciden salir a escena con sus trajes luminosos, hi¨¦raticos y envueltos en misterio, buscan mimetizarse con lugares especiales, majestuosos como el palacio de Sch?nbrunn de Viena, ic¨®nicos como el MoMA de Nueva York o la Neue Nationalgalerie de Berl¨ªn. El s¨¢bado escogieron un tel¨®n de fondo hist¨®rico, la Sempeoroper de Dresde, el teatro de la ¨®pera donde se estrenaron algunas de las mejores ¨®peras de Wagner y Strauss, para encandilar a m¨¢s de 18.000 personas con un espect¨¢culo apabullante que conjuga m¨²sica y artes visuales.

Las entradas agotadas y el centro de la ciudad sajona cortado desde horas antes indicaban que la cita era todo un acontecimiento. El concierto de Dresde ha sido el ¨²nico del a?o en Alemania, justo cuando se cumple medio siglo del ¨¢lbum que consagr¨® a los de D¨¹sseldorf ¨Dsolo queda un miembro de la formaci¨®n original, Ralf H¨¹tter, despu¨¦s de que Florian Schneider falleciera en 2020¨D y les convirti¨® en la influencia primordial de todas las corrientes de la m¨²sica pop electr¨®nica posteriores.

El escenario en el que aparecieron puntuales las cuatro figuras est¨¢ticas, con sus trajes ribeteados en verde Matrix y sin despegarse de sus ordenadores, no pod¨ªa ser m¨¢s espectacular. Apenas se les distingu¨ªa en la inmensidad de la fachada neobarroca, en la que empezaron a proyectarse c¨®digos binarios e im¨¢genes en movimiento mientras sonaban sus canciones m¨¢s conocidas. No se esperaban novedades de Kraftwerk, que hizo un repaso a sus discos de los 70 y 80 e incluy¨® tambi¨¦n una canci¨®n del ¨²ltimo, publicado hace ya m¨¢s de 20 a?os, sino m¨¢s bien una celebraci¨®n de su legado y un espect¨¢culo visual potente, y eso fue lo que ofrecieron.

Entre el p¨²blico, que abarrotaba la plaza frente a la ¨®pera pese a los 10 grados y a la amenaza de lluvia, hab¨ªa muchos mayores de 50 a?os, que se mov¨ªan al ritmo de ¨¦xitos como Das Model o Die Mensch-Maschine (el hombre m¨¢quina). ¡°Estuve en uno de sus conciertos de Berl¨ªn hace casi 10 a?os y la m¨²sica es la misma, s¨ª, pero con escenario grandioso me parece a¨²n mejor¡±, dec¨ªa Karl, de 62 a?os, que grababa trozos de cada canci¨®n con el m¨®vil. Adem¨¢s de los 18.000 espectadores con entrada, varios centenares de personas m¨¢s trataban de seguir el espect¨¢culo desde el puente de Augusto sobre el r¨ªo Elba, donde los peri¨®dicos locales hab¨ªan aconsejado situarse para escuchar a Kraftwerk aprovechando que era al aire libre.

Poco antes de las 20 horas, una voz met¨¢lica invitaba al p¨²blico a disfrutar de una velada con el ¡°hombre-m¨¢quina¡± mientras los miembros del cuarteto avanzaban uno tras otro a sus puestos en el balc¨®n del teatro de la ¨®pera, a unos 15 metros sobre las cabezas del p¨²blico. Sin pantallas que mostraran a los artistas de cerca, hab¨ªa que confiar en que realmente eran H¨¹tter (78 a?os) y sus colegas los que estaban all¨ª arriba con sus trajes a lo Tron.

Kraftwerk tir¨® de cl¨¢sicos, que no por serlo suenan menos actuales. Sus canciones las podr¨ªan firmar grupos actuales, a los que de hecho siguen influyendo. La versi¨®n corta de Autobahn estuvo acompa?ada por im¨¢genes del videoclip original, con el ic¨®nico Volkswagen escarabajo blanco, y veh¨ªculos circulando por la autopista proyectada sobre el edificio, destruido durante el bombardeo de Dresde del 13 de febrero de 1945 y reconstruido con mimo 40 a?os despu¨¦s.

Con los primeros acordes de Computer love¨Dreinterpretados por Coldplay en su tema Talk¨D la fachada qued¨® a oscuras salvo por las cuatro figuras en las alturas y unas barras de sintetizadores que parpadeaban al ritmo de la canci¨®n. Con Radio-Aktivit?t proyectaron los nombres de centrales que han sufrido accidentes nucleares ¡ªChernobyl, Fukushima, Harrisburg¨D entre s¨ªmbolos de peligro radiactivo y ¨¢tomos en movimiento. Para Die Roboter (los robots) recuperaron las im¨¢genes de su c¨¦lebre videoclip, en el que cantan y se mueven como si fueran androides.

Los pioneros de la m¨²sica electr¨®nica tambi¨¦n interpretaron Trans Europa Express, uno de los temas seminales del hip hop y el house actual, y Tour de France, de su ¨¢lbum m¨¢s reciente, en un espect¨¢culo multimedia que estuvo a punto de ser cancelado ante las previsiones de lluvia y de posibles inundaciones. El nivel del r¨ªo Elba, a solo 200 metros de la Semperoper, se mantuvo alrededor de los tres metros. Al final la borrasca Boris, que azot¨® el centro de Europa durante el fin de semana, no lleg¨® hasta Dresde hasta el domingo a mediod¨ªa.