Los diarios de Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle: marzo de 2004
¡®TintaLibre¡¯ reproduce las anotaciones in¨¦ditas del diario de Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle entre el d¨ªa del atentado yihadista del 11-M de 2004 y la investidura de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero el 16 de abril, tras el ¡°mazazo electoral¡± del PP en las elecciones del 14 de marzo.
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Jueves, 11 de marzo
Habr¨¢ un 11-M como hay un 11-S. Sobrecogido por los atentados de Madrid y el centenar largo de muertos que se aventuran en medio de una sensaci¨®n de caos y tristeza colectiva. Recib¨ª la noticia de golpe, cuando me despert¨® la voz de mi madre que dec¨ªa: ¡°Ha habido unos atentados horribles en Madrid¡±. Inmediatamente me levant¨¦ y trat¨¦ de recomponer mi cabeza en medio de la impresi¨®n. Comprend¨ª que ante algo as¨ª solo cab¨ªa abandonar toda suerte de explicaci¨®n que no fuera la pura y simple informaci¨®n de los hechos, nada m¨¢s. Mand¨¦ un email con esta idea: ¡°Silencio y fotograf¨ªa¡±.
El silencio es lo ¨²nico admisible ante algo tan aterrador. No hay nada que decir ante la atrocidad mecanizada de un asesinato colectivo que no necesita siquiera condena. Desterrada cualquier explicaci¨®n, tan solo el silencio conserva su dignidad. Lo dem¨¢s es artificio. En este sentido, poco importa la autor¨ªa. Sea Al Qaeda o ETA, el horror es lo que es y toda la sociedad est¨¢ aturdida y anonadada. En momentos as¨ª la ¨²nica pol¨ªtica posible es la que suma.
***
No s¨¦ qui¨¦n lleva la comunicaci¨®n, pero el pa¨ªs se ha dividido entre quienes miran a Al Qaeda y quienes lo hacen hacia ETA. 192 muertos y 1.400 heridos. La sombra de la duda y la ciza?a circulan. Se ha encontrado una furgoneta con cintas con vers¨ªculos cor¨¢nicos. No entiendo por qu¨¦ el presidente no ha llamado a Zapatero. Tampoco por qu¨¦ el gobierno insiste en ETA como la ¨²nica investigaci¨®n posible. A 48 horas de unas elecciones el pa¨ªs est¨¢ conmovido y atrapado dentro de una espiral de indignaci¨®n. La p¨¦sima comunicaci¨®n del Prestige est¨¢ haciendo ahora que la indignaci¨®n, en vez de ser un sentimiento de rabia hacia los terroristas, se canalice al gobierno. Las emociones se adue?an de la realidad y colocan a la pol¨ªtica sobre un volc¨¢n.
No entiendo por qu¨¦ el presidente Aznar no ha llamado a Zapatero. Tampoco por qu¨¦ el gobierno insiste en ETA como la ¨²nica investigaci¨®n posible. A 48 horas de unas elecciones el pa¨ªs est¨¢ conmovido y atrapado dentro de una espiral de indignaci¨®n.
Viernes, 12 de marzo
Ambiente fr¨ªo y lluvioso. Es como si el tiempo expresara nuestro estado de ¨¢nimo. 200 muertos y una conmoci¨®n que cede poco a poco a una tensi¨®n que ense?a una fractura profunda que va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica para comprometer la supervivencia del gobierno. La ciza?a avanza y divide en dos al pa¨ªs. Lo he vivido en mis propias carnes al tener un incidente en la facultad con ?ngel Pelayo, que me ha reprochado que participase en la candidatura al Congreso de un partido que practica la mentira y que nos ha llevado a una guerra de la que surgido la venganza islamista y 200 muertos. ¡°Recaer¨¢n sobre tu conciencia¡±, me ha dicho.
Le he parado los pies y le he recriminado que adoptara el papel de un inquisidor conmigo. Le he recordado que no ten¨ªa derecho a reprocharme nada cuando se hab¨ªa dedicado a machacarme desde su posici¨®n de autoridad en el ¨¢rea. Se call¨® en medio de la estupefacci¨®n de Olga S¨¢nchez y Jos¨¦ Ignacio Solar, que no sab¨ªan qu¨¦ hacer ni qu¨¦ decir. Menos mal que no me dijo nada m¨¢s porque no s¨¦ qu¨¦ hubiera sucedido. Afortunadamente Jos¨¦ Ignacio nos record¨® que los atentados quer¨ªan provocar situaciones como la que nos enfrentaba. Depend¨ªa de nosotros evitarlas. Le agradec¨ª sus palabras. Comprend¨ª que el incidente que acaba de protagonizar era la confirmaci¨®n de que las emociones se han adue?ado de nuestra vida y que, a trav¨¦s de ellas, fluyen las excusas que sacan a relucir lo que esconde la memoria y sus represiones.
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Me voy a dormir despu¨¦s de ver las calles de Santander repletas de gente indignada con los terroristas y el gobierno. El frentismo va a m¨¢s. Especialmente desde que el ministro Acebes insiste en que ETA es la principal l¨ªnea de investigaci¨®n a pesar de que no se descartan otras. ?Por qu¨¦ esta duda no hizo que el gobierno fuese menos categ¨®rico desde el principio? ?D¨®nde se perdi¨® la oportunidad de la prudencia? ¡°Las v¨ªctimas exigen justicia¡±, he escrito hoy en Abc, pero la verdad tiene que ir de su mano. Lo he omitido, pero est¨¢ impl¨ªcito al apelar a la justicia.
Creo que todo est¨¢ perdido. La sociedad ha conectado emocionalmente la guerra y los atentados. El nexo est¨¢ hecho. La consecuencia se ver¨¢ el domingo. El malestar que gener¨® la guerra se ha transformado en indignaci¨®n contra Aznar. ?l ser¨¢ el pararrayos de la ira de una sociedad que piensa que se ensoberbeci¨® llev¨¢ndonos a Irak contra la opini¨®n mayoritaria de la gente. El domingo ganar¨¢ probablemente una mayor¨ªa contra ¨¦l frente a una minor¨ªa que votar¨¢ a favor de Rajoy.
S¨¢bado, 13 de marzo
Ma?ana luminosa, con una atm¨®sfera extraordinariamente limpia despu¨¦s de la lluvia ca¨ªda anoche. Instalados en el proceso previo a la catarsis colectiva que viviremos ma?ana en las urnas. Jornada de reflexi¨®n. Una Espa?a mira de reojo a la otra. Entre ambos bandos, 200 muertos.
Ayer, al terminar la manifestaci¨®n viv¨ª situaciones que desvelan la rabia de muchos. Como cuando al disolverse, una se?ora se encar¨® con un taxista que le recriminaba que fuese por en medio de la carretera: ¡°Hoy, te esperas, que la calle es de la gente¡±. O cuando escuch¨¦ a un grupo que le echaba en cara al vendedor de perritos de la Plaza Porticada que trabajara. ¡°?Sinverg¨¹enza! ?Hoy ten¨ªas que cerrar para estar en la manifestaci¨®n y no haciendo negocio con la muerte de tantos inocentes!¡±.
Domingo, 14 de marzo
Anoche, la indignaci¨®n estall¨® y la calle G¨¦nova se llen¨® de miles de personas delante de la sede del PP. Ped¨ªan la dimisi¨®n de Aznar. La detenci¨®n de varios marroqu¨ªes desat¨® la ira, mientras sonaban cacerolas. Esta situaci¨®n ha desatado la inquietud de muchos. De hecho, nos acompa?¨® durante toda la cena en Casa Seti¨¦n para agradecer a mis amigos que me hayan acompa?ado durante toda la campa?a. No hubo risas. Solo una conversaci¨®n apagada que mostraba que apenas nos separan 70 a?os de la Guerra Civil. Espa?a emocionalmente patas arriba.
Madrid, 15 de marzo
Madrugada del d¨ªa despu¨¦s. Mazazo electoral. El PSOE ha ganado con rotundidad. Alt¨ªsima participaci¨®n que ha coincidido con el hundimiento del PP en el Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y Andaluc¨ªa. Ser elegido diputado en estas circunstancias no es agradable, a pesar de que el resultado en Cantabria ha sido excelente. Despu¨¦s del escrutinio en la sede regional y la rueda de prensa, me desped¨ª de mis compa?eros, cog¨ª el coche y volv¨ª a Madrid. Se vino conmigo Gustavo. Quer¨ªa estar a primera hora en el despacho de la fundaci¨®n y encarar el momento junto a la gente que trabaja conmigo. Hablamos de ello durante el viaje que nos condujo a trav¨¦s de la noche, que no al fin de la noche. Bajo aquella inmensa oscuridad que transmit¨ªa una carretera sin tr¨¢fico, comprend¨ª que para no naufragar hay que hacer autocr¨ªtica y comprender qu¨¦ cosas se han hecho mal. De un d¨ªa para otro, un pa¨ªs no da un giro tan acusatorio. La manipulaci¨®n tampoco. La gente no es tan veleta.
Hay que pensar en otros motivos que requerir¨¢n un ejercicio profundo de autocr¨ªtica. Algo que debe ir de la mano de una actitud serena si se quiere estar a la altura del duelo que merecen las v¨ªctimas. Solo as¨ª se podr¨¢ encauzar la frustraci¨®n colectiva y evitar que surja el resentimiento. Solo de este modo se podr¨¢ construir una alternativa sensata y moderada a un PSOE que tendr¨¢ que gobernar a contrapelo tras obtener una victoria p¨ªrrica y en el ¨²ltimo momento. Hay que restaurar la inteligencia y desterrar la emocionalidad.
Martes, 15 de marzo
Ayer fue sorprendente descubrir al bajar a desayunar a la cafeter¨ªa de la AECID un mont¨®n de rostros que se giraron socarrones al verme. Rostros con los que me he cruzado tantas veces y a los que he dispensado siempre una amable sonrisa de reconocimiento. Me doli¨® que me contestaran con este inesperado desprecio.
Mi¨¦rcoles, 16 de marzo
Sucesi¨®n de llamadas y reflexiones telef¨®nicas diversas. La Carlos III no me olvida. Eso deduje de la felicitaci¨®n de Eusebio Fern¨¢ndez. De todas, la m¨¢s interesante fue la de Isidre Fain¨¦. Me dijo que no cre¨ªa posible que la confianza que transmit¨ªa Rato y su equipo econ¨®mico la proporcione ahora Sebasti¨¢n y el suyo.
[¡] 1
Madrid, 22 de marzo
Desde las seis de la ma?ana en Espa?a. Nada m¨¢s aterrizar he ido al despacho. Firmas y puesta al d¨ªa, que ha sido breve. Luego, a la carrera, a la sede del PP en G¨¦nova. Estaba convocado a las 10 por Paco Villar. He entrado en la sede por primera vez en mi vida y he subido directamente a la s¨¦ptima planta. All¨ª me he encontrado a un grupo numeroso de gente con el encargo de contribuir a hacer el discurso que Rajoy dar¨¢ en la investidura de Zapatero. Baudilio Tom¨¦, Gabriel Elorriaga, Elvira Rodr¨ªguez, Crist¨®bal Montoro, Gustavo de Aristegui, Eugenio Nasarre, Cort¨¦s y un servidor. Faltaba Moragas, que estaba de viaje. Al poco de llegar y sentarnos han aparecido Paco Villar y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. El primero ha conseguido que nos comprometamos con plazos de entrega. Quiere un borrador pronto. Luego, hemos puesto en com¨²n una primera bater¨ªa de ideas. Ninguna clara. Demasiadas voces y muchos reproches hacia los ganadores de las elecciones. He dicho que no era la v¨ªa adecuada de enfoque. Las mayor¨ªas, dije, no se juzgan. Se piensa c¨®mo cambiarlas, pero no se culpa de que existan. Paco Villar me ha mirado y ha sonre¨ªdo.
Mi¨¦rcoles, 24 de marzo
Primera Junta Directiva Nacional a la que asisto. Palabras de Rajoy, que ha tardado demasiados d¨ªas en hablar. Ha merecido la pena porque lo ha hecho con aplomo y muchas dosis de prudencia. Los ejes de su oposici¨®n mirar¨¢n hacia delante, ha dicho. Despu¨¦s habl¨® Aznar. Sus palabras han sonado como un eco atrapado en el pasado. Demasiada amargura. Vamos mal. Se han hecho expl¨ªcitos dos estilos y dos proyectos a los que conecta una negativa com¨²n a la autocr¨ªtica, as¨ª como una ret¨®rica basada en un hero¨ªsmo agonista en el que abundan palabras como ¡°honor¡±, ¡°deber¡±, ¡°patriotismo¡±, ¡°Espa?a¡± y ¡°Constituci¨®n¡±. A ello se a?ade un enfoque emocional que habr¨ªa que evitar. Llevamos diez d¨ªas sonados y hay que salir de esta mel¨¦ con el destino. Hay que mirar hacia delante, como ha dicho Rajoy y buscar una nueva mayor¨ªa.
Las palabras de Aznar han sonado como un eco atrapado en el pasado. Demasiada amargura. Vamos mal. Se han hecho expl¨ªcitos dos estilos y dos proyectos a los que conecta una negativa com¨²n a la autocr¨ªtica, as¨ª como una ret¨®rica basada en un hero¨ªsmo agonista en el que abundan palabras como ¡°honor¡±, ¡°deber¡±, ¡°patriotismo¡±, ¡°Espa?a¡± y ¡°Constituci¨®n¡±. A ello se a?ade un enfoque emocional que habr¨ªa que evitar. Llevamos diez d¨ªas sonados y hay que salir de esta mel¨¦ con el destino. Hay que mirar hacia delante, como ha dicho Rajoy y buscar una nueva mayor¨ªa.
Jueves, 25 de marzo
Mano a mano con Rajoy en su despacho de G¨¦nova. Me ha convocado en ¨¦l, en la famosa s¨¦ptima planta. Sentado en el sill¨®n, fumaba un puro que desparramaba una intensa humareda a su alrededor. Me ha dicho que quiere tenerme en su equipo de confianza. Participar¨¦ en la redacci¨®n del discurso de r¨¦plica a Zapatero. A su lado, Paco Villar, me ha vuelto a llamar Chemari. Luego, me ha llevado a su despacho para decirme que me quiere a su lado todo el tiempo.
Viernes, 26 de marzo
Me he acreditado como diputado 172 despu¨¦s de hacer infinidad de papeles. Me gusta el n¨²mero.
S¨¢bado, 27 de marzo
Nieva en Madrid. Recapitulaciones a lo sucedido desde el 11-M. Despu¨¦s de los atentados, era previsible el desenlace a la vista de c¨®mo se gestion¨® la comunicaci¨®n. No s¨¦ si falt¨® sinceridad o pericia investigadora, pero la gente conect¨® argumentalmente el Prestige con la guerra de Irak. Dos escenarios de conflicto que Aznar gestion¨® con dosis inusitadas de soberbia que recuerdan la hybris de Alcib¨ªades de la que habla Tuc¨ªdides cuando explica la derrota de Atenas. Todav¨ªa no entiendo por qu¨¦ no viaj¨® a Galicia cuando empez¨® la crisis del Prestige. Tampoco la ostentaci¨®n que acompa?¨® su encuentro con Bush y Blair en las Azores. ?Alguien pensaba que esa foto acallar¨ªa el malestar por la guerra cuando alcanzaba su c¨¦nit? Y menos a¨²n, ?por qu¨¦ sali¨® a decir con tanta contundencia que hab¨ªa sido ETA la autora de los atentados del 11-M?
Domingo, 28 de marzo
Sigue nevando. Ayer, desagravio y exaltaci¨®n matutina de la personalidad de Aznar en Vista Alegre. Se proclam¨® el aznarismo ante un auditorio que rebosaba de p¨²blico. Desde ahora habr¨¢ un legado que Rajoy tendr¨¢ que administrar vigilado por Aznar. Las elecciones del 14-M se parecen al refer¨¦ndum que perdi¨® De Gaulle en 1969. Eso convierte a Rajoy en un Pompidou que habr¨¢ de gobernar la oposici¨®n como una herencia de la que tendr¨¢ que librarse poco a poco y con mucha habilidad. No solo para ganar. Si no para llegar vivo a 2008.
Las elecciones del 14-M se parecen al refer¨¦ndum que perdi¨® De Gaulle en 1969. Eso convierte a Rajoy en un Pompidou que habr¨¢ de gobernar la oposici¨®n como una herencia de la que tendr¨¢ que librarse poco a poco y con mucha habilidad. No solo para ganar. Si no para llegar vivo a 2008.
Lunes, 29 de marzo
Michavila, portavoz del partido y entrada en la ejecutiva de Aragon¨¦s, ex director de gabinete de Aznar. Tambi¨¦n Ana Pastor. Comida en el Isabel de Espa?a y clases en el CEU. Hoy, Javier Tussell escribe en La Vanguardia un art¨ªculo muy cr¨ªtico sobre el libro que coordin¨¦ en FAES y que titul¨¦: Espa?a, un hecho.
Martes, 30 de marzo
A primera hora, en G¨¦nova con el objetivo de cerrar el borrador del discurso dentro del plazo que nos dio Paco Villar. Alrededor del texto Crist¨®bal Montoro, Elvira Rodr¨ªguez, Baudilio Tom¨¦, Gabriel Elorriaga, Eugenio Nasarre, Jorge Moragas, Paco Villar y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Creo que Soraya y yo nos hemos ca¨ªdo bien y nos complementamos. Es ¨¢gil en la respuesta y pone una impronta ejecutiva en sus decisiones. Se ve que es abogada del Estado y que piensa con las herramientas del derecho administrativo. Habla como si organizara equipos y diera ¨®rdenes que tienen que cumplirse. Es bajita, pero con una energ¨ªa que tira de ella hacia arriba e impone el respeto de una gigante.
La cena con Juan Soler y Rafa Bardaj¨ª ha terminado con una reflexi¨®n que dijo en susurro al advertirnos que no descart¨¢semos que los marroqu¨ªes est¨¦n detr¨¢s del 11-M. He pensado que el delirio colectivo va en aumento. Me he refugiado al llegar a casa en una ba?era ardiente y en la lectura de Cunqueiro, Un hombre que se parec¨ªa a Orestes.
Jueves, 1 de abril
Trabajo intenso junto a Tom¨¦ y Nasarre en el remate del discurso. Estoy satisfecho, aunque s¨¦ que el jefe confiar¨¢ el texto final a Pedro Arriola, que lo reescribir¨¢ para que Rajoy le d¨¦ su toque. Al final, mis palabras se escuchar¨¢n como ecos de lo que fueron en su origen. Ya pas¨® en la campa?a electoral.
Viernes, 2 de abril
Paseo desde casa al Congreso bajo un cielo m¨¢gico que me hizo disfrutar de una calidez que instala la primavera en el ambiente. Calle Ferraz, Bail¨¦n, Plaza de Oriente, Calle Mayor, Palacio de Santa Cruz, Calle de la Bolsa, Plazas de Jacinto Benavente, del ?ngel y Santa Ana, Calle del Prado y Plaza de las Cortes. Media hora por el centro para prometer en el hemiciclo durante la apertura de las Cortes. La ceremonia tuvo mucho de comienzo de curso. Nervios, presentaciones, periodistas rondando y sensaci¨®n de andar sin saber a d¨®nde ir. Al prometer, he pensado en mi abuelo Juan. El nieto de un republicano en las filas de un partido que democratiza el franquismo sociol¨®gico. La demostraci¨®n de que el pa¨ªs est¨¢ haciendo bien las cosas. O eso parece.
S¨¢bado, 3 de abril
Los islamistas que iban a atentar ayer, cuando se constitu¨ªan las Cortes, se han inmolado esta tarde durante la operaci¨®n de los GEOS que iban a detenerlos en Legan¨¦s. No se sabe si existe conexi¨®n con los art¨ªfices de los atentados de Atocha, aunque tiene toda la pinta de que sea as¨ª. Con esta noticia crece la sensaci¨®n de v¨¦rtigo colectivo. El cambio de gobierno no nos libra de seguir en la mirilla.
Domingo, 4 de abril
Empieza la despedida de la [Fundaci¨®n] Carolina. Con Nacho Sevilla y Maira Herrero, en Pintor Rosales. Nacho me ha regalado las obras completas de Zweig en dos vol¨²menes con esta nota:
¡°Querido Jos¨¦ Mar¨ªa,
Gracias por confiar en mi en este reto Carolino que espero y deseo que no sea el ¨²ltimo que compartamos. Desde aquel caf¨¦ prematuro, pasado por motines, cruzadas, virreinatos, fariseos y alg¨²n descenso por el r¨ªo Pacuare, ambos tuvimos la comodidad y confianza suficiente paras mantener una relaci¨®n sincera.
Gracias por compartir normalidad, leg¨ªtima lealtad y honesta defensa de los intereses de Espa?a.
Ignacio Sevilla¡±.
Gracias a ti, Nacho. Sin ti no hubiera afrontado el reto Carolino. Ojal¨¢ volvamos a compartir alguna empresa que nos ponga a prueba.
Lunes, 5 de abril
Reunidos en G¨¦nova con el discurso de Rajoy, al que hemos dado la en¨¦sima vuelta de tuerca. Tensi¨®n en el ambiente. Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, Luis de Guindos, Gabriel Elorriaga, Paco Villar, Baudilio Tom¨¦, Paco Mill¨¢n, Carlos Aragon¨¦s, Eugenio Nasarre, Pedro Arriola, Jorge Moragas, Cort¨¦s y yo mismo. Demasiadas manos en el documento. Lo esencial est¨¢ cerrado, aunque el tono suene rancio. El peso de la reuni¨®n lo llev¨® Arriola. Lo hizo ver una y otra vez a los presentes. De lo que entregu¨¦ apenas queda nada reconocible. Arriola lo meti¨® en la batidora para hacerlo pur¨¦. No importa. Un ¡°speech writer¡± carece de ego autoral. Para desempe?ar el papel hay que asumir que no tienes voz. Entre otras cosas porque eres la de otro. Si no lo tienes claro es f¨¢cil caer en la melancol¨ªa o la amargura por no verse en los discursos. Algo que pasa con Nasarre y Baudilio, molestos porque Rajoy dej¨® de hacer suyas sus palabras hace tiempo.
Demasiadas manos en el discurso de Rajoy. Lo esencial est¨¢ cerrado, aunque el tono suene rancio. El peso de la reuni¨®n lo llev¨® Arriola. Lo hizo ver una y otra vez a los presentes. De lo que entregu¨¦ apenas queda nada reconocible. Arriola lo meti¨® en la batidora para hacerlo pur¨¦. No importa. Un ¡°speech writer¡± carece de ego autoral. Para desempe?ar el papel hay que asumir que no tienes voz. Entre otras cosas porque eres la de otro.
Martes, 6 de abril
La manifestaci¨®n antiterrorista de ayer en Legan¨¦s se convirti¨® en otro acto anti-PP. La sensaci¨®n guerracivilista contin¨²a. He redactado la carta de dimisi¨®n como director de la Carolina, aunque me hab¨ªan sugerido que solicitase la compatibilidad con el cargo para forzar al gobierno de Zapatero a que me destituya. Si lo hiciera, cobrar¨ªa la indemnizaci¨®n que establece mi contrato. He rechazado esta posibilidad, aunque nadie me lo agradecer¨¢ salvo mi conciencia. Ya lo hace desde que renunci¨¦ tambi¨¦n al sueldo como director desde que fui elegido diputado. Hace que duerma bien porque es lo correcto.
Santander, 7 de abril
Escapada al terru?o, junto a Gustavo Rovira y Juan Soler. Parada en Landa y conversaciones que muestran c¨®mo gente tan sensata como Juan se niega a admitir que sea justo el desenlace electoral. Lo hace porque piensa que la excepcionalidad del momento resta legitimidad a Zapatero. No es un pensamiento aislado. Lo escucho a mucha gente. Incluso a mi madre. Comprendo el malestar y la contrariedad, pero no comparto su conclusi¨®n institucional. El gobierno de Zapatero ser¨¢ tan leg¨ªtimo como lo es el de Aznar en estos momentos. Ambos salieron de las urnas y no pueden ser puestas en entredicho. No discuto que los socialistas pudieron aprovechar la vulnerabilidad emocional de la sociedad espa?ola despu¨¦s de los atentados de Atocha. Pero lo hicieron porque el gobierno no estuvo a la altura. Aznar se equivoc¨® por cabezoner¨ªa y falta de reflejos. Por eso, me preocupa la actitud de Juan y la de tantos que persisten en enredar en una herida que, de este modo, nunca cicatrizar¨¢.
Madrid, 12 de abril
Dos citas. Una, de Tocqueville, de su informe sobre Argelia de 1847: ¡°Solo se puede estudiar a los ¨¢rabes con armas en la mano¡±. La otra, de Hannah Arendt, de Los or¨ªgenes del totalitarismo: ¡°La corriente subterr¨¢nea de la Historia occidental ha llegado finalmente a la superficie y ha usurpado la dignidad de nuestra tradici¨®n. Esta es la realidad en la que vivimos¡±. Si se combinan se esclarece el momento schmittiano, que no maquiav¨¦lico, en el que vivimos. Y que seguir¨¢ en el futuro.
Martes, 13 de abril
Entrega en cuerpo y alma al discurso. La insistencia que muestra Rajoy al repasarlo me hace pensar que se juega m¨¢s de lo que parece. Tiene que acertar en qu¨¦ dice y c¨®mo lo dice. M¨¢s hacia dentro que hacia afuera. Si se equivoca y no conecta con las bases y la guardia aznarista, comenzar¨¢n los tam-tam dentro de la tribu. No porque reclamen la vuelta de Aznar, sino porque buscar¨¢n un sustituto.
Mi¨¦rcoles, 14 de abril
Ayer com¨ª con Nacho Diego y Jos¨¦ Luis Gil. Me pidieron apoyo. Nacho quiere presentarse a la presidencia del partido en Cantabria y ser candidato frente a Revilla. Les dije que contara conmigo. Lo conozco desde hace a?os. Somos amigos. Es cabal, moderado y honrado. Sin duda, el mejor candidato. Les he sugerido que esperen a anunciarlo. Gonzalo Pi?ero vigila y Jos¨¦ Joaqu¨ªn Mart¨ªnez Sieso est¨¢ encastillado. En octubre, Rajoy pasar¨¢ por un Congreso que tendr¨¢ que ganar. Har¨¢ equipo si sobrevive a la cacer¨ªa que organizan FAES y el Grupo Parlamentario. Jos¨¦ Luis me ha mirado y me ha dicho: ¡°Por eso hemos querido hablar primero contigo. Mucho depender¨¢ de ti¡±.
Santander, 17 de abril
Imposible reproducir las cosas sucedidas durante estos d¨ªas del debate de investidura de Zapatero. Apunto tan solo unos breves brochazos que registran momentos de lo vivido que no quiero olvidar.
El primero fue el jueves, en la Sala Arg¨¹elles del Congreso tras escuchar el discurso de Zapatero. C¨®nclave junto a Rajoy al que asistimos Paco Villar, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Michavila, Zaplana, Cort¨¦s, Acebes, Jordi Moragas, Aragon¨¦s, Paco Mill¨¢n y Pedro Arriola. En medio de la mesa, Rajoy, que ten¨ªa el discurso en las manos mientras Arriola hac¨ªa matices y correcciones. Michavila y Acebes hostigaban a Pedro. Insist¨ªan en cargar tintas sobre el comportamiento desleal de Zapatero tras el 11 M. A su vez, Zaplana, Cort¨¦s, Aragon¨¦s y Moragas enfatizaban que el PSOE actu¨® durante los atentados pensando en clave electoralista. Una deslealtad al Estado que tendr¨ªa que ser denunciada durante la legislatura. Por su parte, Paco, Soraya, Mill¨¢n y yo volvimos a la carga con que hay que ofrecer una mirada de futuro que resalte la disponibilidad de Rajoy a colaborar con un gobierno en minor¨ªa que tendr¨¢ que afrontar la dif¨ªcil tarea de coser la unidad de un pa¨ªs. El resto, salvo Rajoy y Arriola, nos miraron sorprendidos. Rajoy asinti¨®, pero no hizo suya la reflexi¨®n tras escuchar a Arriola decir que no era el momento todav¨ªa. M¨¢s adelante, no ahora.
El segundo brochazo vino despu¨¦s, cuando me levant¨¦ del esca?o para pronunciar un ¡°no¡± a la nominaci¨®n de Zapatero como presidente. Me cost¨® enderezarme y decir aquella sencilla palabra en un hemiciclo que parec¨ªa un volc¨¢n en erupci¨®n bajo el choque de dos fuerzas tel¨²ricas que se han perdido el respeto y se odian. A la izquierda, un PSOE revanchista. A la derecha, un PP resentido. En aquella sencilla palabra estaba la divisoria que pone fin y comienzo a otra etapa de mi vida, pues momentos antes hab¨ªa enviado mi carta de dimisi¨®n como director de la Fundaci¨®n Carolina.
Y el tercer brochazo se produjo ayer por la tarde, cuando a la altura del P¨¢ramo de Masa un ¨¢guila se puso unos metros por delante del coche abri¨¦ndome camino durante unos segundos. Al fondo, la imagen de la Cordillera Cant¨¢brica se apreciaba como un limes natural que proteg¨ªa el terru?o sentimental del campo de batalla mesetario en el que voy a vivir los pr¨®ximos a?os. Fue un momento m¨¢gico.
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