¡®Gamers¡¯, ¡®otakus¡¯, ¡®seri¨¦filos¡¯¡ y un festival para gobernarlos a todos
Lucca Comics & Games festival es, con 300.000 asistentes, el segundo evento ¡®geek¡¯ del mundo tras el Comiket de Tokio. Una celebraci¨®n de la cultura popular, de los tebeos a ¡®Dragones y mazmorras¡¯ o ¡®El juego del calamar¡¯, en una ciudad renacentista toscana
En lo alto de la torre Guinigi, donde crece un po¨¦tico penacho de encinas a 45 metros del empedrado medieval, un elfo se atusa el azulado flequillo tras sus orejas puntiagudas. Pone morritos y se hace un selfi. Mientras, en los t¨²neles subterr¨¢neos del Baluarte de San Paolino unos hombres encapuchados ¡ªsolo asoman sus perillas del sayo¡ª ense?an a sus imberbes aprendices a jugar con dados de 20 caras en las tripas de la misma muralla que durante siglos protegi¨® a la Rep¨²blica de Lucca de los Medici.
Donde mires, hay un fant¨¢stico anacronismo, porque de las torres a las catacumbas, el festival Lucca Comics & Games toma por completo la villa renacentista toscana. Durante cinco d¨ªas entre octubre y noviembre, la ciudad que resisti¨® a Florencia, es invadida, desde hace 58 a?os, por orcos salidos del multiverso, h¨¦roes con mallas, siniestras ni?as vampiro y robots de una galaxia muy muy lejana.
Lucca es, en cifras, la feria de c¨®mics y cultura pop m¨¢s grande de Europa, y la segunda del mundo tras la Comiket de Tokio. El a?o pasado (el evento acaba hoy y aun no hay recuento) se vendieron 315.000 entradas frente a las 200.000 y las 135.000 de las prestigiosas convenciones de c¨®mics de Angouleme y San Diego. Sobre el primero, m¨¢s reconocido en los c¨ªrculos literarios el director del festival de Lucca, Emanuele Vietina dice: ¡°Francia es el gran mercado europeo, los franceses siempre han sabido muy bien c¨®mo elevar su cultura popular y hay generaciones de periodistas galos que han tratado con seriedad los comics¡±.
Sin pagar entraron en la ciudad amurallada toscana m¨¢s de medio mill¨®n de personas. Y eso que en 2023 llovi¨®, este a?o, con 23 grados nada oto?ales, se esperan datos a¨²n mejores. Las cifras son una haza?a, explica el director Vietina: ¡°En Tokio venden 500.000 entradas, pero es una de las ciudades mejor conectadas del mundo, con 37 millones de habitantes. En Lucca viven 80.000 personas [8.000 en el casco antiguo] y no podemos estar peor comunicados¡±. Vietina es el primer director oriundo de Lucca desde que se inaugur¨® el festival en 1966 (tambi¨¦n es de los m¨¢s antiguos). ?l naci¨® una d¨¦cada despu¨¦s, es pura Generaci¨®n X ¡ª¡±los primeros fans del manga y de los juegos de rol¡±¡ª y asisti¨® a su primer Il Salone dei Comics, como se llamaba entonces, a los ocho a?os: ¡°Entrar en aquel pabell¨®n fue como subir al Enterprise. Y ya nunca me baj¨¦¡±.
Intramuros
A diferencia de muchos festivales, desde 2006 Lucca ya no ocurre en un recinto a las afueras. Intramuros, toda la ciudad se salpica con cientos de eventos, carpas e instalaciones ef¨ªmeras en sus monumentos. Es su punto fuerte, la ¡°killer app¡± del festival, dice siempre que puede el director. ¡°Traemos las mitolog¨ªas modernas al coraz¨®n de una ciudad renacentista. Combinamos nuestra tradici¨®n y patrimonio con la innovaci¨®n narrativa y tecnol¨®gica. Puedes llevar lo que sea a un centro de convenciones a las afueras de Los ?ngeles, Se¨²l o Colonia, pero solo en Lucca puedes presentar tus contenidos en una iglesia rom¨¢nica o una plaza medieval¡±. En la de San Michele, bajo el impresionante campanario blanco del templo rom¨¢nico-g¨®tico hom¨®nimo, una inquietante aut¨®mata ani?ada de cuatro metros gira la cabeza mientras suena una melod¨ªa infantil. Es la mortal Younghee, uno de los reclamos que ha instalado Netflix por la ciudad para promocionar la esperada segunda temporada de El juego del calamar. Porque la otra clave del ¨¦xito del festival de Lucca es que no va solo de c¨®mics.
La plataforma ha escogido el Cine Moderno de Lucca para el estreno mundial del trailer de la secuela de su serie m¨¢s vista y la sala est¨¢ abarrotada de fans, influencers y periodistas internacionales invitados (incluido EL PA?S). Los protagonistas y el director han volado desde Corea del Sur para alegr¨ªa de los aficionados. ¡°El pelo rojo con el que el jugador 456 arranca la temporada est¨¢ inspirado en el c¨®mic Slam Dunk uno de mis favoritos¡±, dice Hwang Dong-hyuk. Aplauso entusiasta de la platea. ¡°En la segunda temporada hay dos canciones italianas, Time to say goodbye, de Andrea Bocelli, y el Nessum dorma de Giacomo Puccini, el famoso vecino de Lucca¡±. Ovaci¨®n general. ¡°?Habr¨¢ tercera temporada!¡±. Griter¨ªo enloquecido.
Netflix no es la ¨²nica plataforma presente. Disney + publicita en Lucca Agatha, ?qui¨¦n si no?, Prime V¨ªdeo, Citadel: Diana, Toei Animation One piece (el gorro de Luffy Sombrero de Paja es un complemento muy popular entre los asistentes al festival). Tambi¨¦n hay pel¨ªculas: un peque?o pabell¨®n con los vestidos de Wicked, la nueva pel¨ªcula inspirada en El Mago de Oz de Universal; un desfile de romanos para celebrar el pr¨®ximo estreno de Gladiator II. Apple TV promociona su reciente filme Tetris con la asistencia del m¨ªtico creador del juego, Alexey Pajitnov, y su socio Henk Rogers, protagonistas de la rocambolesca aventura que supuso sacar hace cuarenta a?os el adictivo puzzle de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. ¡°Hac¨ªa mucho que no firm¨¢bamos tantos cartuchos¡±, dice el ruso, generoso con los fans, muchos nacidos a?os despu¨¦s de que su obra maestra atravesase el tel¨®n de acero a mediados de los ochenta.
Mario y Luigi
Siendo Italia, los personajes de videojuego m¨¢s emulados en las calles de Lucca son Mario y Luigi, bigotudos fontaneros de la japonesa Nintendo, cuyas bolsas de merchandising rojas est¨¢n por todas partes (la marca de consolas tiene una tienda exclusiva, tambi¨¦n Lego y el Studio Ghibli). La cultura gamer palpita en el pabell¨®n dedicado al mayor sector audiovisual y en el poster dise?ado por el maestro Yoshitaka Amano (que ilustr¨® la saga Final Fantasy o la novela de Neil Gaiman Sandman: Los cazadores de sue?os) y sobre todo en la gente.
En el soportal de Duomo, donde hay un laberinto (?uno de los primeros juegos?) tallado en uno de los pilares, hacen fila para tomarse una foto instagrameable un Pikachu, Jinx de League of Legends y dos tipos vestidos de calle con diademas sobre las que flota el diamante verde de Los Sims. Incluso en el and¨¦n de Viareggo, una ciudad costera a media hora de la capital, se nota la invasi¨®n. Angela, 18 a?os, se termina de disfrazar de una ensangrentada Mar¨ªa, protagonista del juego de terror Silent Hill ha venido de Bolonia y no le daba para alojarse en Lucca. El impacto econ¨®mico del festival afecta a toda la regi¨®n. Con un presupuesto de 12 millones de euros, genera unos beneficios de 120 millones de euros, y supone un equivalente en promoci¨®n tur¨ªstica de unos 250 millones de euros de inversi¨®n.
El problema es que a medida que el festival ha crecido en los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n se ha hecho m¨¢s complejo de gestionar. ¡°Como residente es un poco inc¨®modo, hay mucha gente en la calle, alguna l¨ªnea de autob¨²s cortada¡ Aunque extramuros no se nota¡±, dice la espa?ola Marina Guill¨¦n que estudia de un doctorado en la escuela IMT. ¡°Sab¨ªa que hab¨ªa un festival pero no imaginaba estas dimensiones¡±, explica ataviada con el ch¨¢ndal del jugador 456. Lo cierto es que por m¨¢s gente que haya, al celebrarse en la calle resulta f¨¢cil escapar por un callej¨®n a un lugar tranquilo en caso de agobio.
Que el Lucca Comics & Games sea un evento gestionado por una empresa municipal (Lucca Crea) facilita las cosas. Este a?o, por ejemplo, para conmemorar el cincuenta aniversario de Dragones y mazmorras (D&D por su nombre en ingl¨¦s, Dungeons and Dragons) el Ayuntamiento ha bautizado el pasadizo del baluarte San Paolino como ¡°Subterr¨¢neo de David Lance Arnesson y Ernest Gary Gyax¡±, creadores del juego de rol originario.
¡°Ahora hay unos 50 millones de jugadores de D&D pero en 1974 todo empez¨® con una caja de cart¨®n y unos libritos de instrucciones de los que apenas se publicaron unos miles de copias¡±, explica Jon Peterson, historiador de juegos y uno de los comisarios de la exposici¨®n Portal a la aventura: 50 a?os de arte D&D en la Chiesa della Santissima Annunziata dei Servi. La muestra exhibe 140 obras y objetos de la Colecci¨®n Koder, propiedad de Matthew Koder, uno de los vicepresidentes del Bank of Am¨¦rica. La sencilla nave, con ¨¢bside rectangular, es ideal para poner el valor los lienzos de grandes dimensiones, que sirvieron una vez miniaturizados para ilustrar las cartas del juego. Impresiona un gran oleo del drag¨®n multic¨¦falo Tiamat enmarcado en piel de serpiente roja junto a su humilde cromo.
¡°No hay una ubicaci¨®n en Am¨¦rica que pueda rivalizar con este espacio para mostrar por primera vez la colecci¨®n¡±, dice la tambi¨¦n comisaria Jessica Lee Patterson, profesora de Historia del arte en la Universidad de San Diego. Admite que las piezas que le faltan a la exhaustiva colecci¨®n son las que acabaron en la basura. ¡°Este tipo de creaciones no se ha preservado como har¨ªas con otro tipo de cuadros¡±, dice. ¡°No se les daba importancia, hace falta distancia para revaluar el impacto que un producto popular tiene sobre la cultura visual, el arte es muy elitista y protege sus fronteras¡±. Ocurri¨® lo mismo, explica, con las xilograf¨ªas japonesas: ¡°Eran grabados en madera muy populares que produc¨ªan en cadena varios individuos ¡ªel artista, el tallador, el que entintaba, el distribuidor¡ª, eran muy comerciales en su momento, pero ahora nadie discute que sean arte¡±.
En la iglesia, lo pop y la alta cultura conviven. En la entrada hay tres grabados de los siglos XVI y XVII cedidos por la Galer¨ªa Uffizi en el que San Jorge, San Teodoro y Jas¨®n luchan con sus respectivos dragones; mientras, en el abside, un grupo de periodistas juegan a ser Eric, Hank, Presto y los dem¨¢s de protagonistas de D&D con Jeremy Crawford, jefe de dise?o en la empresa, ejerciendo de Amo del calabozo. ¡°Empec¨¦ a jugar con seis a?os y hasta hoy¡±, dice, ¡°nunca pens¨¦ que esto podr¨ªa ser un trabajo¡±. Como Dungeon Master es imaginativo y paciente con quienes se estrenan en el juego, que, por lo que sea, son las dos ¨²nicas mujeres del grupo.
¡°Es verdad que la comunidad de jugadores empez¨® siendo casi exclusivamente joven, blanca, de clase media, masculina y angloamericana¡±, dice Jon Peterson, ¡°pero seg¨²n las cifras de la empresa las mujeres rondan ya el 40% del p¨²blico¡±. Parece dif¨ªcil de creer para quien se crio en los ochenta, sin embargo, en una carpa cercana tres universitarias llegadas de M¨®dena lo atestiguan. Bianca, Noemi y Carolina, o mejor dicho, Arveese, Yasha y Cain, sus alter egos como maga, elfo y semidemonio (se han pasado cinco horas maque¨¢ndose) tienen una campa?a de rol ¡°girls only¡±.
Firmas y paneles
Lucca no va solo de c¨®mics, pero tambi¨¦n va de c¨®mics. Asisten cientos de autores y miles de profesionales. ¡°Aqu¨ª veo m¨¢s inter¨¦s por los autores que en las convenciones estadounidenses, m¨¢s centradas en las estrellas de cine¡±, dice el californiano Gene Luen Yang, mientras charla amablemente con un fan que quiere un aut¨®grafo del tres veces ganador del Premio Eisner (y finalista del National Book Award por su novela gr¨¢fica American Born Chinese).
En Lucca hay eventos de firmas multidinarias (este a?o hay un panel de 12 mangakas como Gou Tanabe, Yuto Tsukuda y Shun Saeki o Akane Torikai), exhibiciones (una versa sobre webtoons, el formato que ha cambiado el mercado en Corea), conferencias de autores como Daniel Clowes, Craig Thompson o Skottie Young, y editores estrella como Gary Groth, de Fantagraphics, o Jean-Pierre Dionnet, cofundador con Moebius y Philippe Druillet de Les Humano?des Associ¨¦s y de la ic¨®nica revista M¨¦tal Hurlant, a quien te puedes encontrar en un restaurante contando an¨¦cdotas sobre Robert Crumb, Art Spiegelman o Matt Groening.
Solo Panini lleva a su pabell¨®n, que no est¨¢ en una carpa sino en las grandiosas antiguas caballerizas de la ciudad, a 35 creadores, entre ellos Peach Momoko de Marvel, o Jeph Loeb autor de las series m¨¢s exitosas de Batman para DC Comics. ¡°A Lucca asisten todas las editoriales y todo el talento, en eso no se diferencia en nada de las otras grandes citas¡±, explica Nicola Peruzzi, coordinador editorial del sello italiano. ¡°Todos los stands consiguen mucha venta directa al p¨²blico, se hacen contactos, se llega a acuerdos¡±, contin¨²a. ¡°Si te dedicas a esto, la ¨²nica diferencia es que no est¨¢s encerrado en un centro de convenciones¡±, celebra.
La ¨²ltima clave del encanto del Lucca Comics & Games es, seg¨²n su director, el p¨²blico. ¡°La comunidad geek, los lectores de comics, los jugadores de rol, los cosplayers (que no es un carnaval, sino una disciplina) ya no quieren solo mirar el espect¨¢culo, sino formar parte de ¨¦l¡±, dice Vietina. ¡°No somos un lugar donde pagas una entrada, haces cola y consigues una firma; sino que adem¨¢s somos un espacio participativo¡±.
Para todos los p¨²blicos. De todas las edades, con todo tipo de pintas. Stefano y Francesca, dentistas de 36 y 28, es la primera que se disfrazan ¡°por hacer algo nuevo juntos¡± pero est¨¢n perfectos del ¨ªdolo digital Haysune Miko. Enrico y Cristina, m¨¢s cerca de los 40, llevan seis a?os interpretando junto a sus amigos de la Asociacion Steam Punk Italia a sus alter ego Mr. Blackson y Cordelia Timeless, su beb¨¦ va de calabaza por Halloween. Claudio, un profesor jubilado con un disfraz comprado de Mario, lleva a su nieta Carla de Spiderman. Y Carlo y sus compa?eros del instituto son una panda de orcos con cachiporras de papel mach¨¦.
¡°Lo fant¨¢stico se ha popularizado entre el gran p¨²blico gracias al ¨¦xito de pel¨ªculas como El Se?or de los anillos, Juego de Tronos o Stranger things propiciando que triunfen cosas m¨¢s especializadas¡±, dice Peterson. ?Se ha perdido algo al salir de las mazmorras de lo minoritario? ¡°?Para nada! Hacernos mainstream es genial¡±, dice Vietina. ¡°Significa que las novelas, los c¨®mics y los juegos que amamos los geeks crecen y tambi¨¦n lo hace nuestra comunidad que de verdad es m¨¢s amables que las de otros festivales art¨ªsticos m¨¢s elitistas¡±. ?As¨ª que al final han ganado los raros? ¡°Prefiero no verlo en esos t¨¦rminos, no se trata de ganar, sino de ser por fin aceptados y comprendidos¡±, dice Vietina.
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