¡®Sandman¡¯: ?Y si los sue?os no fuesen solo sue?os?
Neil Gaiman habla de la esperada adaptaci¨®n para Netflix de la serie de historietas que escribi¨® a principios de los noventa protagonizadas por un maltratado Morfeo
Es un d¨ªa de febrero, y Neil Gaiman (Portchester, Reino Unido, 61 a?os) est¨¢ recordando c¨®mo, cuando empez¨® a escribir The Sandman, dej¨® de tener pesadillas. Lo que es a¨²n peor, dice. ¡°Dej¨¦ de so?ar. Fue como si quien quiera que estuviese mand¨¢ndome los sue?os decidiese que no iba a mandarme ninguno m¨¢s porque no les estaba dando el uso que deb¨ªa¡±, asegura, misterioso. Hay una tormenta fuera, los ¨¢rboles se mueven de un lado a otro de la ventana que hay a sus espaldas. Est¨¢ en alg¨²n lugar del Reino Unido, adelantando la promoci¨®n de la esperad¨ªsima adaptaci¨®n para Netflix ¡ªse estrena el 5 de agosto¡ª de la serie de historietas que escribi¨® entre 1989 y 1993 para DC, y cuyo personaje central, el Rey de los Sue?os, The Sandman, era, en realidad, una actualizaci¨®n del creado por, entre otros, el m¨ªtico Jack Kirby.
¡°Desde ni?o no hab¨ªa dejado de tener pesadillas, pero en aquel tiempo, cuando empec¨¦ a anotarlas, se detuvieron. Supongo que hab¨ªa algo demasiado consciente ah¨ª, y el inconsciente se vio obligado a actuar¡±, dice, y se lo toma y no se lo toma en serio. ¡°El mundo de los sue?os siempre me ha fascinado porque, pi¨¦nsalo, pasamos un tercio de nuestra vida so?ando. En el tiempo que estamos despiertos el mundo nos parece real y consistente. Pero cada noche, cuando cerramos los ojos, nos trasladamos a un mundo en el que puede ocurrir cualquier cosa. ?Y si lo que vivimos ah¨ª no fuese solo un sue?o? ?Y si tuviese un significado? Despu¨¦s de todo, los sue?os influyen en nuestras decisiones¡±, dice, y est¨¢, literalmente, cit¨¢ndose a s¨ª mismo, o citando a su personaje, Morfeo, el Rey de los Sue?os, cuando lo hace.
El narrador de la imperial adaptaci¨®n televisiva de The Sandman es el propio Morfeo, el tambi¨¦n conocido como Arenero, y avisa al humano espectador de la misma de que eso que ¨¦l llama Mundo Real no es m¨¢s que el Mundo Despierto. Le dice que existe otro, que ¡°os espera cada noche cuando cerr¨¢is los ojos y entr¨¢is en mi Reino¡±. En ese Reino todo ha sido creado por ¨¦l, y ¨¦l debe mantenerlo bajo control, porque puede ocurrir que una pesadilla escape y se instale en el Mundo Real, se alimente de ¨¦l ¡ªmate y destruya¡ª y sea imposible devolverla al lugar del que procede. Eso ha ocurrido cuando arranca la historia, y el Rey de los Sue?os se ha personificado en el Mundo Despierto para encontrarla, y all¨ª ha sido invocado por quien no deb¨ªa y ha acabado encerrado en una jaula de cristal de la que tardar¨¢ m¨¢s de un siglo en salir.
¡°Mis historias tienden a dar comienzo con una imagen. Aqu¨ª, la imagen era la de un hombre desnudo encerrado en una jaula de cristal en el s¨®tano de una casa. Qui¨¦n es, me pregunt¨¦. Qu¨¦ hace ah¨ª. Qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando salga. ?Qu¨¦ habr¨¢ sido de su mundo?¡±, vuelve a preguntarse Gaiman, como se pregunt¨® entonces, convencido de que, si algo ha tratado con The Sandman ha sido ¡°excavar en el coraz¨®n de lo humano¡±. ¡°Qu¨¦ somos y qu¨¦ nos hacen los sue?os, por qu¨¦ tenemos esperanza, por qu¨¦ aspiramos a ciertas cosas¡±, a?ade. Luego dice que lo que m¨¢s ha disfrutado ha sido ¡°reencontrarme con los personajes, 30 a?os despu¨¦s¡±. ¡°He estado muy solo durante la pandemia. Pas¨¦ seis meses a 4.000 millas de mi mujer y mi hijo, encerrado en casa, sin ver a nadie, y lo ¨²nico que me consolaba era visitar a personajes. Me rele¨ª todo P. G. Wodehouse para poder hacerlo¡±, dice.
Cree que no es que la fantas¨ªa resulte hoy m¨¢s apetecible para el lector por el hecho de ofrecerle una alternativa al mundo real, que durante aquellos a?os se volvi¨® hostil e impredecible, sino que ¡°el lector busca sentirse en casa¡±. ¡°Lo que hemos echado de menos durante esos a?os ha sido el contacto con los dem¨¢s. Y, a la vez, sentirnos a salvo. Lo que hacen historias como The Sandman es darle al lector, o al espectador ahora, gente con la que va a querer quedarse, y un mundo en el que sienta que nada malo puede pasarle¡±, asegura. Divertido, a?ade, que The Sandman, por momentos, ¡°parece Downton Abbey con un mont¨®n de magia¡±. Tambi¨¦n dice que siempre crey¨® que, al hablar del ser humano, The Sandman ser¨ªa, en alg¨²n sentido, siempre contempor¨¢nea. Hoy dice algo m¨¢s: ¡°La fragilidad del mundo es la fragilidad del protagonista¡±.
¡°Cuando estall¨® la pandemia entendimos que el mundo es fr¨¢gil. Que todo lo que cre¨ªamos que iba a durar para siempre pod¨ªa acabarse en d¨ªas por culpa de seres microsc¨®picos. Si el virus hubiera sido un pel¨ªn m¨¢s mortal, o m¨¢s contagioso, estar¨ªamos en un mundo muy distinto, en el que casi todos habr¨ªamos perdido a buena parte de nuestra familia y amigos. Estar¨ªamos en las ruinas de la civilizaci¨®n¡±, sentencia. ?Y qu¨¦ hay del terror? ?Avisa de las consecuencias de nuestros actos? ¡°En una historia de terror, cada uno recibe lo que merece. En el mundo real no ocurre a menudo que alguien reciba lo que merezca y eso nos frustra y nos cabrea. Me parece enternecedor que el terror trate de calmar nuestra ira invocando un mundo m¨¢s justo¡±, dice. Y, con una sonrisa, antes de colgar la videollamada, a?ade: ¡°Aunque no es eso lo que ocurre en The Sandman¡±.
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