La extrema derecha alemana contra la Bauhaus: ¡°Una aberraci¨®n de la modernidad¡±
El movimiento vanguardista alem¨¢n de los a?os 20, perseguido por los nazis, est¨¢ hoy el punto de mira de la pujante Alternativa para Alemania
El lenguaje recuerda al de los a?os treinta, aunque las palabras no sean exactamente las mismas. Pero el objetivo de los ataques es id¨¦ntico. Entonces los nazis hablaban de ¡°arte degenerado¡± para referirse a las nuevas formas de expresi¨®n experimentales y vanguardistas. Hoy el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alem¨¢n) denuncia ¡°una aberraci¨®n de la modernidad¡±.
Ambos, la extrema derecha de entonces y la de ahora, comparten un enemigo cultural. Se trata de la Bauhaus, la escuela de arte y oficios con sede en la ciudad de Weimar primero, y en Dessau despu¨¦s, que defini¨®, desde la creativa y turbulenta Alemania de entreguerras, la arquitectura, el dise?o y el arte moderno del siglo XX.
Los nazis clausuraron la escuela cuando asaltaron el poder y persiguieron o forzaron al exilio a algunas de sus luminarias (Kandinsky, Gropius, Klee, Mies van der Rohe...). La extrema derecha actual, m¨¢s fuerte que nunca desde el ocaso del hitlerismo, no se plantea prohibir la Bauhaus, que a fin de cuentas es ya un objeto hist¨®rico, estudiado en las universidades, expuesto en los museos y todav¨ªa influyente en todo el planeta. Pero, aunque haya pasado m¨¢s de siglo, sigue teniendo a este movimiento en el punto de mira. El pasado 24 de octubre, en el Parlamento regional de Sajonia-Anhalt en Magdeburgo, en la antigua Alemania Oriental, AfD present¨® una moci¨®n bajo el ep¨ªgrafe: Irrweg der Moderne: f¨¹r eine kritische Auseinandersetzung mit dem Bauhaus (¡±Aberraci¨®n, o extrav¨ªo, de la modernidad: por un examen cr¨ªtico con la Bauhaus¡±).
La moci¨®n, redactada por el diputado Hans-Thomas Tillschneider, insta a remodelar los planes para celebrar el centenario en 2025 de la instalaci¨®n de la escuela de artes y oficios en Dessau, ciudad de Sajonia-Anhalt. El texto llama a evitar ¡°la glorificaci¨®n de la herencia de la Bauhaus¡±, le reprocha su ¡°proximidad con el comunismo¡±, y critica que, con el estilo funcional y minimalista de la Bauhaus, ¡°se pierdan las particularidades individuales y regionales¡± y ¡°alienen al hombre respecto a su entorno¡±.
La iniciativa contra la Bauhaus cre¨® desconcierto, y alarma. ?Qu¨¦ hace en 2024 un partido ocup¨¢ndose de las vanguardias de hace 100 a?os? ?Y qu¨¦ significa que este partido, que en el este de Alemania recoge un tercio de votos, y en el conjunto del pa¨ªs cerca de un quinto, seg¨²n los sondeos, se fije de esta forma en la cultura, y precisamente en una de las cumbres del arte alem¨¢n contempor¨¢neo?
¡°Es una estrategia para llamar la atenci¨®n, y esta cr¨ªtica de la modernidad es muy antigua¡±, dice desde Dessau Barbara Steiner, directora de la Fundaci¨®n Bauhaus. ¡°Existen escritos de la ¨¦poca que se leen igual, porque los nacionalsocialistas tambi¨¦n practicaron una cr¨ªtica de la modernidad, aunque al mismo tiempo usaron la modernidad.¡± Y ah¨ª est¨¢n los alumnos y profesores de la escuela que acabaron trabajando para los nazis. La exposici¨®n reciente en Weimar Bauhaus y el nacionalismo es la prueba de que s¨ª existe un examen cr¨ªtico del pasado, aunque posiblemente no el sentido que desear¨ªan los especialistas en cultura de AfD.
Una fantas¨ªa de pureza cultural
Lo que expresa la extrema derecha con su moci¨®n en Sajonia-Anhalt, dice Steiner, es ¡°una fantas¨ªa de la cultura alemana, de una cultura pura, de una cultura nacional, de una cultura v?lkisch¡±. V?lkisch es un adjetivo clave en el nacionalismo alem¨¢n, que se refiere al pueblo en un sentido ¨¦tnico. Seg¨²n la directora de la Fundaci¨®n Bauhaus, el texto legislativo ¡°no habla en realidad de los a?os 30, sino del presente¡±.
La iniciativa anti Bauhaus en Magdeburgo es la an¨¦cdota; la categor¨ªa es la pol¨ªtica cultural de la extrema derecha alemana, ¡°un campo importante que suele infravalorarse, pero que expresa de forma concreta todo su programa ideol¨®gico¡±, seg¨²n Manuela L¨¹ck, experta del Partido Socialdem¨®crata en el Parlamento regional y autora del informe La pol¨ªtica cultura de Alternativa para Alemania. ¡°AfD persigue una estrategia que no es la de la cultura abierta, democr¨¢tica y libre¡±, explica por tel¨¦fono, ¡°sino una pol¨ªtica cultural muy estrecha e ideologizada¡±.
Recuerda L¨¹ck que Tillschneider, el responsable de la moci¨®n en Sajonia-Anhalt, ya present¨® otra iniciativa para reclamar un premio Caspar David Friedrich, el gran pintor rom¨¢ntico que en la extrema derecha se reivindica como un contrapunto irreprochablemente alem¨¢n de la modernidad sin patria. En el informe, la experta explica que en la pol¨ªtica cultural de AfD es fundamental ¡°la separaci¨®n entre lo propio (¡±patria¡±, ¡°identidad¡±, ¡°cultura alemana de referencia¡±) y lo extra?o (¡°lo multicultural¡±, as¨ª como una exageraci¨®n mitificada del pueblo y la naci¨®n¡±).
El diputado Tillschneider vincul¨® en el debate parlamentario del 24 de octubre a la Bauhaus con el mundo actual: ¡°Si queremos encontrar salidas a las crisis de nuestro tiempo, no hay que pensar de manera moderna, no, apreciados colegas. Hay que reaprender a pensar de manera conservadora.¡± Acus¨® a la Bauhaus de ¡°desarraigar a las personas¡± con su estilo supuestamente despersonalizado y alejado de la tradici¨®n local, y tambi¨¦n de ¡°abolir la individualidad en una masa amorfa.¡± Tillschneider relacion¨® incluso a la vieja escuela de Weimar y Dessau con lo que la extrema derecha occidental llama ¡°la agenda globalista¡±. Y atac¨® tambi¨¦n a la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen por promover la construcci¨®n de edificios sostenibles que aparentemente se inspiran en la Bauhaus.
Le replic¨® Detlef G¨¹rth, de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata: ¡°Desde el Tercer Reich no ha habido otra fuerza pol¨ªtica que quiera prohibir, suprimir o acosar a la Bauhaus. Tiene tres letras y se llama AfD¡±. Tillschneider retom¨® la palabra al final para decir a los oradores de los otros partidos: ¡°Ustedes ven nazis donde no los hay.¡± La moci¨®n fue rechazada. Todos los partidos, de derecha e izquierda, votaron en contra menos el suyo.
Pero el debate dej¨® regusto amargo en algunos. ¡°Es bastante aterrador¡±, dice unos d¨ªas despu¨¦s Manuela L¨¹ck. ¡°Tuve la sensaci¨®n de estar en 1933. Es el mismo lenguaje. No tan extremo como a finales de los a?os 30, pero es el de la fase temprana, s¨ª. Hay que decirlo claramente. Son nazis.¡±
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.