El robo de obras maestras de Dacia en Pa¨ªses Bajos se convierte en un problema pol¨ªtico en Ruman¨ªa

El robo del casco de oro de Co?ofene?ti y de los tres brazaletes dacios en la madrugada del s¨¢bado en el Museo Drents de Assen, ha levantado ampollas en Rumania, el pa¨ªs que prest¨® estas obras a Pa¨ªses Bajos y que se consideran un tesoro rumano. Ocurre justo cuando el pa¨ªs atraviesa la peor crisis democr¨¢tica desde la ca¨ªda del comunismo en 1989, despu¨¦s de que el Tribunal Supremo anulara a principios de diciembre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que encabezaba Calin Georgescu, un candidato ultranacionalista af¨ªn a Rusia. El martes, en plena ola de acusaciones cruzadas, la p¨¦rdida de los objetos arqueol¨®gicos del reino de Dacia ¡ªuna de las grandes civilizaciones antiguas de Europa, junto a las ib¨¦rica, celta o germ¨¢nica¡ª se cobr¨® la primera v¨ªctima: Ernest Oberlander-T?rnoveanu, el director del Museo Nacional de Historia de Rumania (MNIR) encargado de la seguridad de las piezas de un valor incalculable. Ayer mi¨¦rcoles tres sospechosos del robo fueron detenidos por la polic¨ªa neerlandesa, pero las piezas siguen desparecidas.

La ministra de Cultura, Natalia Intotero, anunci¨® de manera inopinada la destituci¨®n del supervisor del tesoro hist¨®rico rumano durante los ¨²ltimos quince a?os en una rueda de prensa en la que justific¨® su decisi¨®n por la falta de comunicaci¨®n entre ambas instituciones para aclarar el acuerdo que se alcanz¨® con la pinacoteca neerlandesa. ¡°He sentido que estaba superado por la gesti¨®n de una situaci¨®n de crisis¡±, se?al¨® Intotero, que reconoci¨® haberle pedido que presentara la ¡°dimisi¨®n de honor¡±: ¡°La rechaz¨®; por consecuencia, fui m¨¢s all¨¢ conforme a las disposiciones legales vigentes¡±.

El cese fulminante solo responde a razones pol¨ªticas, asegura en una llamada telef¨®nica Oberlander-T?rnoveanu, que deber¨¢ dejar su cargo en dos semanas. ¡°La ministra buscaba satisfacci¨®n ante las presiones que est¨¢ recibiendo desde m¨¢s arriba¡±, explica el director, antes de subrayar que ¡°cualquier suceso se politiza a escalas desorbitadas cuando se est¨¢ librando una batalla pol¨ªtica sin principios como la que hay en estos momentos¡±, en referencia a la encarnizada lucha entre la coalici¨®n gubernamental, formada por socialdem¨®cratas y liberales, y una extrema derecha en alza, que espera hacerse con la presidencia en mayo.

¡°Hay gente subida a un barco con un agujero que se pelea por conducir el tim¨®n mientras se hunde la nave¡±, sostiene el especialista, sin afiliaci¨®n pol¨ªtica, que reitera que no se le ha indicado el incumplimiento de ninguna ley o norma aplicable por sellar un acuerdo con la pinacoteca neerlandesa directamente para promover los tesoros procedentes del pa¨ªs de la Europa del este del siglo XX antes de Cristo hasta el siglo III despu¨¦s de Cristo. ¡°Me negu¨¦ a presentar mi renuncia de honor, considerando que nada podr¨ªa afectar m¨¢s gravemente el proceso de recuperaci¨®n de los cuatro bienes patrimoniales robados que dejar al MNIR sin liderazgo durante estos d¨ªas cruciales¡±, asevera Oberlander-T?rnoveanu, que evita compartir sus sospechas sobre los hechos: ¡°Ped¨ª informaci¨®n sobre el sistema de seguridad, posibles incidentes y el mobiliario de la exposici¨®n, pero solo me ha llegado c¨®mo transcurri¨® el robo¡±.

La decisi¨®n lleg¨® despu¨¦s de que el primer ministro, el socialdem¨®crata Marcel Ciolacu, instara a la m¨¢xima representante del ramo que tomara medidas dr¨¢sticas, como echar a quien fuera necesario de las instituciones responsables del contrato por el que los preciados metales se trasladaron a los Pa¨ªses Bajos para la muestra titulada Dacia, el imperio del oro y la plata, exposici¨®n que ya fue exhibida en Roma y Madrid. Desde el hurto, Ciolacu se limit¨® a defenderse de los ataques por parte de sus rivales pol¨ªticos, sobre todo de las facciones ultraderechistas, alegando que nunca firm¨® un decreto de Gobierno para permitir que los objetos salieran del territorio rumano. Solo, a los tres d¨ªas, admiti¨® que toda la responsabilidad reca¨ªa en las autoridades de los Pa¨ªses Bajos: ¡°Para nosotros es vital que la investigaci¨®n lleve a la captura de los ladrones y la recuperaci¨®n total de los tesoros dacios; el Estado neerland¨¦s tiene plena responsabilidad por esta situaci¨®n¡±.

Sin embargo, los analistas se?alan que la medida tiene motivaciones pol¨ªticas por las pr¨®ximas elecciones presidenciales que, seg¨²n las encuestas, dan como ganador otra vez a Georgescu, un candidato aupado por la red social china TikTok, que ha conmocionado al pa¨ªs por su mensajes mesi¨¢nicos y soberanistas. Precisamente, el ultranacionalista, que pidi¨® la cabeza de los responsables, tild¨® el incidente de ¡°diplom¨¢tico¡±. ¡°?Esto no es un simple robo! ?Detr¨¢s de este acto criminal hay un mensaje! De los miles de piezas expuestas en ese museo, solo ¨¦stas fueron robadas, por lo que podemos entender el mensaje detr¨¢s del gesto: ?robaremos vuestra identidad cuando queramos, porque no sab¨¦is defender vuestros valores! ??ste fue el verdadero robo, el de identidad, otra vez!¡±, espet¨® Georgescu.

Las obras maestras fueron sustra¨ªdas por cuatro ladrones que abrieron de par en par con explosivos las puertas del centro cultural neerland¨¦s y se llevaron solo esos objetivos en escasos minutos. En Rumania, el casco antiguo del reino de Dacia es venerado como uno de los mayores tesoros nacionales, que se estudia en los libros de textos escolares, por lo que los expertos creen que ser¨¢ imposible encontrar un comprador, de modo que vaticinan que la ¨²nica manera de ganar dinero pasar¨ªa por fundir el oro del que est¨¢ hecho. ¡°Dacia era una civilizaci¨®n construida sobre una s¨®lida base tracia, pero que absorbe con inventiva y originalidad influencias griegas y escitas, m¨¢s tarde celtas y romanas, antes de encontrar un final abrupto y violento, justo en el momento en que hab¨ªa alcanzado su apogeo cultural, como resultado de la conquista por parte del Imperio Romano¡±, ilustra Liviu Iancu, arque¨®logo e investigador del Instituto de Estudios Avanzados sobre la Cultura y Civilizaci¨®n del Levante de Bucarest.

El experto reconoce que el robo se siente en el pa¨ªs como un golpe a la identidad nacional. ¡°El Estado rumano moderno se construy¨® a partir de 1848 sobre la base de una ideolog¨ªa nacional que enfatizaba, de manera simplista y en sinton¨ªa con el esp¨ªritu europeo de la ¨¦poca, el origen dacio y romano del pueblo rumano¡±, indica. ¡°A diferencia de Europa occidental, donde el nacionalismo como ideolog¨ªa se desvaneci¨® despu¨¦s de 1945, en Rumania fue recuperado y cultivado por los comunistas, perpetu¨¢ndose en formas no muy distintas a las del siglo XIX y en la actualidad¡±, incide Iancu, que lamenta tambi¨¦n la ¡°cr¨®nica falta de financiaci¨®n y la opacidad del patrimonio hist¨®rico en Rumania: ¡°Aunque las ¨¦lites pol¨ªticas rumanas recurren a menudo a un uso rudimentario de la historia y del orgullo nacional para lograr los votos de los ciudadanos, en realidad numerosos sitios arqueol¨®gicos est¨¢n destruidos, muchos museos se encuentran en un avanzado estado de decadencia y el personal especializado recibe salarios de subsistencia e, incluso, es humillado¡±. Como ejemplos, pone que la mayor parte del Museo Nacional de Historia de Bucarest est¨¢ cerrada desde 2002 y que la fortaleza geta de Argedava, ubicada a 20 kil¨®metros de la capital, con una importancia hist¨®rica similar a la Numancia espa?ola, se halla cubierta parcialmente de basura y destruida por la ampliaci¨®n de un cementerio.

Seg¨²n los analistas, el drama del museo Drents ha generado un trauma nacional, desde los chamanes del misticismo nacional hasta el Gobierno, pasando por el estupor de los ciudadanos. Para Ioan Stanomir, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Bucarest, el hurto ¡°se ha convertido en un tema de debate electoral en Ruman¨ªa en 2025, con un discurso moldeado no por la ciencia, sino por la inflamaci¨®n demag¨®gica arraigada en la historia de cart¨®n hecha por el estalinismo nacional, a trav¨¦s de la historia y el cine¡±. ¡°Toda Ruman¨ªa parece estar en el centro de un complot con ramificaciones infernales¡±, brama, antes de remarcar que el casco de Co?ofene?ti, que data de la primera mitad del siglo IV antes de Cristo y fue descubierto por casualidad por un ni?o en 1927, ¡°es el s¨ªmbolo de una naci¨®n entera privada de su derecho a preservar sus or¨ªgenes¡±.

¡°La actual lucha electoral entre las fuerzas pol¨ªticas prooccidentales dominantes y la extrema derecha, que acusa a Occidente de explotaci¨®n y hace un llamamiento fantasioso y anticient¨ªfico a la antig¨¹edad dacia como modelo de independencia y soberan¨ªa, una pelea que incluso condujo a la anulaci¨®n de las elecciones presidenciales, se puede entender f¨¢cilmente que el robo de los objetos del tesoro desat¨® la tormenta perfecta en Rumania¡±, remacha Iancu.