Paquili, bordador: ¡°Uno solo es maestro cuando se muere¡±

Francisco Carrera, Paquili, lleva tiempo colaborando con Loewe y acaba de dise?ar unos zapatos para Balenciaga que se presentar¨¢n en una exposici¨®n dedicada al dise?ador vasco en la Semana de la Moda de Mil¨¢n, pero nunca ha aparecido en las revistas especializadas. Este, sin embargo, es un contrasentido min¨²sculo comparado con el hecho de que su oficio, bordador, un arte que se remonta a hace seis siglos, acabe de ser reconocido como profesi¨®n a principios de a?o. Y como la suya, el resto de disciplinas que integran el arte sacro, muchas de ellas al borde de la extinci¨®n ante la indiferencia de las administraciones que hasta ahora no hab¨ªan reparado en la trascendencia art¨ªstica y cultural de sus obras. La medalla a las Bellas Artes que recibi¨® la asociaci¨®n de Arte Sacro de Sevilla, que ¨¦l preside, ha contribuido a dar visibilidad a todo ese talento.

Pregunta. ?En qu¨¦ ha cambiado para el gremio la medalla a las Bellas Artes?

Respuesta. Hemos conseguido que se nos d¨¦ visibilidad y que nuestra excelencia se reconozca fuera de Andaluc¨ªa, que se empiece a asociar el arte sacro no solo con la Semana Santa, sino con piezas que se ven en los museos o las catedrales.

P. ?Fuera de Andaluc¨ªa se entiende bien lo que significa el arte sacro?

R. Falta pedagog¨ªa, pero estamos en el camino. El Museo del Prado acaba de hacer una exposici¨®n dedicada a las piezas concebidas por los artistas de arte sacro; se est¨¢ hablando mucho de la Roldana¡­ Significa que estamos mirando al arte sacro desde un punto de vista art¨ªstico, no solo emocional.

Estamos mirando al arte sacro desde un punto de vista art¨ªstico, no solo emocional"

P. ?Ha podido pesar estar tan asociado a la Semana Santa?

R. Hab¨ªa un sector que nos encasillaba, pero estamos llegando a otros campos. Nosotros hacemos arte con may¨²sculas, aunque vaya destinado a un sector concreto.

P. Acaban de conseguir que el arte sacro figure como profesi¨®n en el CNAE. ?Qu¨¦ m¨¢s falta?

R. Estamos trabajando con la Junta para que las generaciones que quieran aprender nuestro arte lo hagan con todos los requisitos legales, porque a los aprendices no les pod¨ªamos dar ning¨²n t¨ªtulo, porque nuestra profesi¨®n no exist¨ªa.

P. ?Cu¨¢l es el perfil de aprendiz que acude a su taller?

R. Mayoritariamente son chicos, aunque tambi¨¦n hay chicas, y muy j¨®venes, pero en esta profesi¨®n no basta con aprender las t¨¦cnicas, hay que tener algo especial para desarrollar algo art¨ªstico, y algunos se echan para atr¨¢s.

A los aprendices no les pod¨ªamos dar ning¨²n t¨ªtulo, porque nuestra profesi¨®n no exist¨ªa"

P. ?Le cost¨® mucho llegar a ser maestro?

R. Uno solo es maestro cuando se muere, porque, mientras, se est¨¢ todo el tiempo aprendiendo, pero hace 50 a?os cuando yo empec¨¦ solo hab¨ªa dos talleres y no me quisieron coger en ninguno por ser hombre. Hoy la realidad ha cambiado.

P. ?Qu¨¦ se va a poder ver en el museo de arte sacro que est¨¢ a punto de inaugurarse en Sevilla?

R. Va a ser m¨¢s como una exposici¨®n permanente donde vamos a sacar a los artistas de su zona de confort, para abrir nuestras t¨¦cnicas a un mercado m¨¢s vanguardista y queremos que se vea que lo que hacemos, aunque en Andaluc¨ªa salga en procesiones, en cualquier otro lugar del mundo estar¨ªa en un museo.

P. Habla de diversificar. Lleva a?os colaborando con grandes dise?adores: Loewe, Victorio&Lucchino, Del Pozo, con Christian Dior cuando present¨® en Sevilla su colecci¨®n¡­

R. Lo primero que te pide un dise?ador es que seas un artista en tu disciplina. Cuando me contactaron Loewe o Del Pozo me dijeron que adaptara el bordado del arte sacro al mundo de la moda, y se me abri¨® un mundo de posibilidades. Cuando una firma apuesta por un artesano, su pieza se convierte en una obra de arte. Los dise?adores se est¨¢n dando cuenta de que en Andaluc¨ªa hay una excelencia art¨ªstica que puede tener un enfoque fant¨¢stico en el mundo de la moda y esto nos puede dar una visibilidad fant¨¢stica y nos permitir¨¢ subir nuestra producci¨®n.

P. En esta sociedad del consumo r¨¢pido y barato, sus piezas artesanales, ?pueden sufrir la competencia de otros mercados como el pakistan¨ª, de donde viene un pol¨¦mico manto que ha adquirido una hermandad de Mor¨®n?

R. Los que se dejan llevar por esa rapidez, por la inmediatez, no son conscientes del da?o que hacen a una tradici¨®n art¨ªstica que forma parte de nuestra historia. Es una cuesti¨®n de identidad y de una competencia muy desleal en la que desde nuestra asociaci¨®n estamos indagando para evitar falsificaciones y preservar el valor patrimonial de nuestras obras.