Teddy Bautista: la redenci¨®n del hombre al que se le cay¨® el mundo encima
El m¨²sico y gestor cuenta c¨®mo sobrevivi¨® a diez a?os siendo un ¡°cad¨¢ver social¡± hasta que sali¨® absuelto del caso SGAE y su vuelta, despu¨¦s de 33 a?os, a los discos con ¡®Ciclos 5.0¡ä, un trabajo contra los tiempos actuales


Teddy Bautista practica meditaci¨®n durante una hora y media por las ma?anas. A continuaci¨®n, alarga la bienvenida espiritual al nuevo d¨ªa con una sesi¨®n de yoga. Tres d¨ªas a la semana realiza ejercicios de fuerza: pesas y barras. Lleva a?os practicando el ayuno intermitente. Empez¨® a esmerarse en el cuidado de la mente y el cuerpo cuando en verano de 2011 la Guardia Civil ocup¨® el edificio del centro de Madrid de la entidad que presid¨ªa, la SGAE, la principal gestora espa?ola de derechos de autor. La fiscal¨ªa anticorrupci¨®n le acusaba a ¨¦l y a otras nueve personas de malversaci¨®n de fondos y apropiaci¨®n indebida. El fiscal pidi¨® siete a?os de prisi¨®n para Bautista y 135.000 euros de multa. En 2021, tras diez parsimoniosos a?os de instrucci¨®n, el juez sentenci¨® que el expresidente de la SGAE no oper¨® de forma ilegal. Bautista ten¨ªa 68 a?os cuando le llevaron al calabozo. Pas¨® all¨ª un par de noches. Cuando le absolvieron contaba 78. ?l denomina a eso ser ¡°un cad¨¢ver social durante una d¨¦cada¡±.
Viste todo de negro, el pantal¨®n y la camisa de tela vaquera. Delgado y con gafas oscuras para atenuar la fotofobia de uno de sus ojos. Exhibe en la solapa un pin de un gram¨®fono, el premio que le otorgan al ganador del Grammy. ¡°El otro d¨ªa estuve en Miami porque nos homenajearon a los fundadores de la Academia Latina¡±, explica para justificar la insignia. Bautista (Las Palmas de Gran Canaria, 81 a?os) va recuperando poco a poco su vida social despu¨¦s de haber sido un fantasma al que casi solo se le ve¨ªa en los juzgados. Parte de ese regreso a cierta normalidad es un disco cuyo ejemplar en vinilo descansa en la mesa donde se realiza este encuentro, en Madrid. Se llama Ciclos 5.0-El periplo de las hero¨ªnas, su primer ¨¢lbum en 33 a?os, una obra de 75 minutos, a contracorriente, donde vuelca su pasi¨®n por el orientalismo.

Con el punto final al juicio y la consiguiente exculpaci¨®n, queda por contar c¨®mo pas¨® el protagonista esos diez a?os de ausencia obligada y c¨®mo se encuentra en la actualidad. Cuenta Bautista que lo primero que hizo cuando el 17 de marzo de 2021 se hizo p¨²blica su inocencia fue telefonear a sus hijos (tiene cuatro, de tres relaciones) y a su mujer (madre de los dos hijos menores, treinta?eros). Luego, devolvi¨® el dinero que le hab¨ªan prestado en la ¨²ltima d¨¦cada, unos 100.000 euros. ¡°Como medidas cautelares me bloquearon la cuenta durante los 10 a?os de la causa. Yo ten¨ªa a dos hijos estudiando en el extranjero [uno en Inglaterra y otro en Estados Unidos] y quer¨ªa que siguiesen all¨ª. Cubrieron los gastos amigos y familiares¡±, explica. Y contin¨²a: ¡°Es una lecci¨®n de la vida que no la recomiendo, pero si te toca aprendes bastantes cosas. Aprend¨ª que Madrid es una ciudad perfectamente interconectada, que en metro puedes ir a cualquier sitio. Yo llevaba sin coger el metro 30 a?os. Mi posici¨®n me lo permit¨ªa. Tambi¨¦n me hice un plan econ¨®mico de comprar en los supermercados m¨¢s baratos o utilizar las tiendas del barrio. Pero no me sent¨ª empobrecido por tener poco dinero. Lo que me sent¨ªa era desafiado por superar ese obst¨¢culo¡±, a?ade. Concede que no cay¨® en una depresi¨®n por el apoyo de la familia: ¡°Si ve¨ªan que yo flaqueaba, aparec¨ªa una hermana, un primo¡ a prestar ayuda¡±.
El caso SGAE opaca a¨²n hoy la tremenda relevancia de Teddy Bautista en la m¨²sica espa?ola. El canario forma parte de los pioneros del pop y el rock en Espa?a. Su madre, concertista de piano cl¨¢sico, le dio clases desde peque?o. ¡°Aquello era horrible. Me aburr¨ªa mucho tocando a Chopin mientras ve¨ªa a mis amigos jugar al f¨²tbol en la playa de Las Canteras¡±, cuenta con una sonrisa. Hasta que descubri¨® a Bill Haley and his Comets y sus padres le compraron una guitarra. Desde adolescente form¨® bandas influidas por Little Richard, The Shadows o Tommy Steele. Los Diablos del Rock se llam¨® su grupo m¨¢s relevante.
Con un nombre en las islas, comenzaron a visitar la pen¨ªnsula. ¡°Despu¨¦s de una actuaci¨®n en Sevilla, nos abord¨® una pareja de turistas estadounidenses. ¡®?Quer¨¦is tocar en EE UU¡¯? Les dijimos que s¨ª, claro, pero pensamos que aquello no llegar¨ªa a nada, as¨ª que lo olvidamos. A las semanas nos llegaron los billetes de avi¨®n. Resulta que aquellos guiris eran los propietarios de varios parques de atracciones en Estados Unidos¡±, cuenta. Ya como Los Canarios (antes The Canaries), y con Bautista de l¨ªder (voz, guitarra, teclados y composici¨®n), comenzaron a grabar discos desde mediados de los sesenta, algunos de ellos en estudios de EE UU e Inglaterra. All¨ª estaba, un chico canario de 20 a?os conociendo a Carole King, a Gerry Goffin, a John Sebastian (Lovin¡¯ Spoonful)¡ ¡°Fue un gran choque. Nosotros ven¨ªamos de Espa?a, donde sal¨ªamos a la calle y nos insultaban por llevar el pelo largo. Imag¨ªnate¡±. Incluso se cruz¨® con Elvis Presley en los estudios de Manhattan de RCA y El Rey le firm¨® un aut¨®grafo. ¡°Iba con unos guardaespaldas tremendos, pero se par¨® a saludarme porque le debi¨® parecer ex¨®tico ver all¨ª a un chico espa?ol¡±.
El ¨¦xito m¨¢s grande de Los Canarios fue Get on Your Knees, un musculoso rock & soul que fue votado en el puesto n¨²mero cinco en la lista de las 200 mejores canciones del pop-rock espa?ol de la edici¨®n espa?ola de Rolling Stone. De regreso a Espa?a y con Los Canarios disueltos con el precedente de la obra que publica ahora, Ciclos (1974), Bautista, pionero en Espa?a en la tecnolog¨ªa aplicada a la m¨²sica (fue de los primeros en utilizar sintetizadores e instrumentos como el mellotron), se convierte en el productor del momento: se encarga de discos fundamentales en la historia del pop-rock espa?ol como los de Nacha Pop, Le?o, Camilo Sesto, Poch, Triana, Topo, Miguel R¨ªos, Iceberg, Aute, Im¨¢n¡ Tambi¨¦n encarna a Judas en el musical protagonizado por Camilo Sesto Jesucristo Superstar. A mediados de los ochenta entra en la SGAE.
¡°Dej¨¦ la m¨²sica en el aspecto art¨ªstico por completo a partir de 1991, cuando ya mis responsabilidades en la SGAE me ocupaban todo el tiempo¡±, explica. Poco despu¨¦s de julio de 2011, cuando la polic¨ªa interviene la SGAE, ocurre algo. ¡°Estuve grogui dos o tres meses. Quer¨ªa repasar todo y prepararme para aceptar la posibilidad de que me hubiera equivocado en alguna de las decisiones tomadas en la SGAE. Cuando consolid¨¦ la convicci¨®n de la inocencia, un d¨ªa vi en el sal¨®n de mi casa el piano de cola y estaba con la tapa abierta. Me sent¨¦, empec¨¦ a tocar y comprob¨¦ que la memoria muscular no me respond¨ªa. No hab¨ªa puesto una mano en el piano desde hac¨ªa 20 a?os; quer¨ªa tocar, pero el sentido motriz no me lo permit¨ªa. Entonces supe que ten¨ªa que empezar de nuevo¡±.

Un amigo pianista se puso a la labor de reeducarle. Toc¨® durante un a?o entre ocho y nueve horas diarias. ¡°La m¨²sica fue mi v¨¢lvula de escape. Me sent¨ª rescatado por la m¨²sica, y me entregu¨¦ tanto que sent¨ª la necesidad de compartirla con alguien. Y ah¨ª es cuando nace el proyecto de Ciclos 5.0., la continuaci¨®n de aquel Ciclos de 1974, firmado por Los Canarios [rock progresivo basado en Las cuatro estaciones, de Vivaldi]¡±, cuenta. Bautista lleva a?os obsesionado con China, al que considera el pa¨ªs del presente y el futuro. Por ah¨ª empieza a crecer este Ciclos 5.0. extra?amente cautivador, un ¨¢lbum que no se basa en melod¨ªas, sino en movimientos musicales, donde se utiliza una veintena de instrumentos orientales, coros t¨¢ntricos, mantras, voces en s¨¢nscrito, y que en su desarrollo trata de filosof¨ªa, matem¨¢ticas, naturaleza, f¨ªsica, la historia de la primera mujer samur¨¢i, Marco Polo, Italo Calvino¡
Aunque asegura que otro de los alivios para no derrumbarse durante el proceso judicial fue leer con pasi¨®n El arte de la guerra, del estratega chino Sun Tzu (¡°en realidad, es un tratado de c¨®mo enfrentarse a los obst¨¢culos de la vida¡±, argumenta), Bautista no alberga un esp¨ªritu de venganza. ¡°Entiendo perfectamente a la gente que no sali¨® en mi defensa. Era muy dif¨ªcil. Yo me he puesto en su lugar, y despu¨¦s de la puesta en escena que se mont¨® entre medios, clase pol¨ªtica, opini¨®n p¨²blica y fotos de la guardia civil entrando al edificio, es dif¨ªcil posicionarse a mi favor¡±. Y sentencia: ¡°No he pasado factura a nadie, pero no me olvido de nada¡±. Cita a algunos m¨²sicos que desde el principio se pusieron a su disposici¨®n para ayudarle, como Joan Manuel Serrat, Jos¨¦ Mar¨ªa Cano o Javier Lim¨®n. ?Por qu¨¦ cree que cuando se conoci¨® la sentencia de absoluci¨®n casi nadie se signific¨®? Ni una muestra de apoyo, ninguna menci¨®n. ¡°Pues es una pregunta cojonuda que la ¨²nica respuesta cojonuda que puedo dar es: no lo s¨¦¡±.

Considera que detr¨¢s del caso SGAE se esconde una confabulaci¨®n de las grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas para conseguir unas condiciones ventajosas en los pagos por derechos de autor. ?l lo llama tecnofeudalismo. ¡°Su objetivo era disfrutar de las obras de creaci¨®n y pagar lo que ellos quer¨ªan. No nos dejaban poner el precio, que era el que pagaba todo el mundo. Deseaban un buf¨¦ de obras de creaci¨®n (m¨²sica, pel¨ªculas), donde se serv¨ªan de todo por el mismo precio. El tecnofeudalismo est¨¢ en pleno apogeo actualmente, porque ya no se sabe qui¨¦n manda en la Casa Blanca, si Donald Trump o Elon Musk. Por este camino el que va a terminar mandando es Musk¡±. A pesar de la convicci¨®n del complot asume errores en su gesti¨®n: ¡°A estas alturas de la vida tengo el privilegio de decir que me equivoqu¨¦. Claro que me equivoqu¨¦. Estuve 28 a?os en una posici¨®n de gesti¨®n de un material complejo y tuve que tomar decisiones dif¨ªciles; en unas acert¨¦ y en otras me equivoqu¨¦. Si volvieran a pasar, con lo que s¨¦ ahora, las har¨ªa distintas; pero si volvieran a pasar con lo que sab¨ªa en aquel momento, har¨ªa lo mismo¡±.
La aflicci¨®n que le queda a Bautista y que imposibilita cerrar la herida del largo proceso judicial tiene que ver con los que ya no est¨¢n para celebrarlo. ¡°Lo que me impide pasar p¨¢gina son las personas que han fallecido antes de que la sentencia ¨²ltima dejara todo claro. Mi hermano peque?o, y algunos amigos muy queridos, que eran casi hermanos, fallecieron por temas de salud. Me da pena que ellos no hayan podido ver que su solidaridad y su apoyo al final ha tenido un reconocimiento¡±.
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