Kazuo Ishiguro: ¡°Necesitamos la monarqu¨ªa porque necesitamos s¨ªmbolos que nos unan¡±
El Nobel de Literatura brit¨¢nico presenta en el festival de San Sebasti¨¢n ¡®Living¡¯, pel¨ªcula que ha escrito adaptando el cl¨¢sico ¡®Vivir¡¯, de Akira Kurosawa
Hay ritmos y ritmos. En un festival de cine como el de San Sebasti¨¢n, en el que las promociones de las diversas pel¨ªculas se superponen y las entrevistas se yuxtaponen, la aparici¨®n de un Nobel de Literatura de educaci¨®n exquisita, pensamiento complejo y habla pausada da un aire fresco a la ma?ana donostiarra. Es la ma?ana del brit¨¢nico Kazuo Ishiguro, y en la suite donde realiza las entrevistas parece que el tiempo avanza morosamente.
Cuando Ishiguro (Nagasaki, 67 a?os) gan¨® el Nobel de Literatura en 2017, su talento y su fama hab¨ªan rebasado el mundo de las letras y alcanzado el audiovisual: Kazuo ha escrito guiones para telefilmes, pel¨ªculas y series y ha visto adaptadas en pantalla sus novelas El artista del mundo flotante, Lo que queda del d¨ªa y Nunca me abandones. En Living ¡ªque se proyecta estos d¨ªas en San Sebasti¨¢n y se estrenar¨¢ en Espa?a en febrero de 2023¡ª la carambola es a muchas m¨¢s bandas: ha cogido Vivir (Ikiru), pel¨ªcula de Akira Kurosawa que el mismo director consideraba su mejor obra, y que a su vez se basa libremente en La muerte de Iv¨¢n Ilich, de T¨®lstoi, y ha trasladado la trama al Londres de 1952. Es all¨ª donde un viejo funcionario del ayuntamiento descubrir¨¢ que sufre un c¨¢ncer terminal de est¨®mago, tras una vida marchitada y aplastada por su servicio a la burocracia, y ante ese plomizo gris de su existencia dedicar¨¢ el medio a?o que le queda a una misi¨®n. ¡°Yo he hecho m¨¢s cosas¡±, bromea levantando las manos el guionista.
La entrevista acaece al d¨ªa siguiente del funeral de la reina Isabel II. ?Qu¨¦ opina Ishiguro de ella y en general de la monarqu¨ªa? ¡°Um. Los brit¨¢nicos estamos actualmente muy divididos. No tanto como en EE UU, pero s¨ª hay dos bandos, y lo demuestra c¨®mo se encaran cuestiones como el Brexit o las tensiones independentistas en Escocia o Irlanda del Norte. Yo nunca hab¨ªa vivido una divisi¨®n as¨ª, y muchos nos sentimos inc¨®modos ante estos enfrentamientos. El Brexit nos llev¨® a un escal¨®n superior de confrontaci¨®n, de amigos contra amigos. No hablo de tener raz¨®n o no, sino de que merecer¨ªa la pena plantearnos la naci¨®n que queremos ser. Y en tiempos as¨ª, con la crisis econ¨®mica, la invasi¨®n de Ucrania, con un Estados Unidos dividido, la gente necesita la monarqu¨ªa, porque necesitamos s¨ªmbolos que nos unan. Que est¨¦n por encima de partidos. Para ello, como s¨ªmbolo, tenga sentido o no, la monarqu¨ªa funciona muy bien. Y el funeral as¨ª lo ha corroborado. Much¨ªsimos apreci¨¢bamos a Isabel II, y nos gustar¨ªa que la uni¨®n de estos d¨ªas prosiga¡±. ?Y el futuro? ¡°Ah, eso ya... Est¨¢ claro que la familia real tiene este papel, y puede cumplirlo o no. En otros pa¨ªses ocurre algo parecido: es una instituci¨®n que aglutina, incluso en Jap¨®n. Estabiliza¡±.
Pasi¨®n por Kurosawa
Hablando de Jap¨®n. A Ishiguro siempre le ha apasionado Kurosawa, a pesar de que, confiesa, habla un mal japon¨¦s: vive desde que ten¨ªa cinco a?os en el Reino Unido. ¡°Me preguntaba si Vivir tendr¨ªa sentido en otro mundo. Ni siquiera supe que Kurosawa, que por otra parte habitualmente se inspir¨® en la literatura europea, hab¨ªa usado una obra de T¨®lstoi hasta que se estren¨® Living en el festival de Venecia. Yo creo que ¨¦l me habr¨ªa aprobado este requiebro hacia Londres. Es que a Kurosawa le han versionado desde los spaghettis w¨¦sterns hasta Star Wars. A m¨ª, de esas pel¨ªculas, me encanta El tren del infierno¡±. Pero adem¨¢s hab¨ªa un ulterior impulso: al escritor le atrae el cine brit¨¢nico de posguerra, que dej¨® un pu?ado de obras maestras ¡°de gente como Emeric Pressburger, Alfred Hitchcock y sus ¨²ltimos trabajos ingleses, Anthony Asquid con Way To The Stars, Carol Reed con El ¨ªdolo ca¨ªdo...¡±. Ishiguro entra en pormenores: ¡°En mis a?os de estudiante, Vivir fue muy importante para m¨ª. Y no por mis or¨ªgenes japoneses, sino porque sent¨ª que nos hablaba a nuestra generaci¨®n, que se?alaba los errores vitales en los que podr¨ªamos caer. Durante d¨¦cadas pens¨¦ que me gustar¨ªa ver una pel¨ªcula occidental basada en Vivir, aunque jam¨¢s pens¨¦ que fuera a hacerla yo. Y cuando recib¨ª una propuesta del productor, decid¨ª casar su poderosa idea central con la reflexi¨®n de qu¨¦ significa ser ingl¨¦s, qu¨¦ valores intr¨ªnsecamente ingleses puede portar este gentleman¡±. Y qu¨¦ mejor que llevarla a su pasi¨®n por el cine brit¨¢nico de justo la ¨¦poca en que se desarrolla Vivir. El inicio del filme certifica este homenaje a una ¨¦poca y a una forma. ¡°No digo que todas fueran obras maestras [risas], pero a m¨ª me gustan. Y ese estilo se ha desvanecido¡±.
En realidad, sugiere Ishiguro, lo que ha desaparecido es la confianza inglesa ¡°no solo en el cine, sino de manera general¡±. Pone un ejemplo: ¡°Si te fijas en el personaje de Michael Redgrave en Alarma en el expreso, tiene una seguridad en s¨ª mismo que ya no hemos vuelto a ver. Los actuales h¨¦roes brit¨¢nicos siguen la senda de los estadounidenses. Michael Caine o Sean Connery ya son un cambio con respecto a Redgrave¡±.
Cuando se anunci¨® que hab¨ªa ganado el Nobel, la Academia sueca adujo que el autor sab¨ªa convertir las grandes preocupaciones de la humanidad en cuestiones tan esenciales como simples. Y eso est¨¢ tanto en Vivir como en Living. ¡°Es que mi fascinaci¨®n por la reflexi¨®n sobre lo ingl¨¦s entra en algo m¨¢s general. Es una especie de met¨¢fora, de algo que est¨¢ en el ser humano. Puede que en Lo que queda del d¨ªa parezca m¨¢s exagerado, pero insisto, est¨¢ en cualquier persona. Es el miedo a las emociones y a que devengan en fuerza gobernante en la vida... Es cierto estoicismo y humor ante las desventuras. Es el sentido del deber, de que aunque seas una persona min¨²scula inmersa en una naci¨®n poderosa intentas aportar dignidad a tu pa¨ªs... El estereotipo de caballero ingl¨¦s alberga nociones de toda la humanidad. Y lo descubres observando, por ejemplo, a los personajes de John Ford. Me parece que Centauros del desierto a¨²n hoy nos interpela a la cara¡±, pormenoriza.
Ishiguro lleva ¨¦l mismo a la conversaci¨®n el tema de literatura y cine. ¡°Ahora que estamos con John Ford y su actualidad... Ese es un ejemplo estupendo de c¨®mo funciona el cine como arte, porque cualquier espectador puede identificarse con lo que ve¡±. ??l ha aprendido m¨¢s siendo guionista o viendo c¨®mo otros le han adaptado? ¡°Yo todav¨ªa sigo aprendiendo. Y sigo recibiendo muchas ofertas para escribir o para vender mis derechos. No me gustan las generalizaciones, pero voy a meterme en una. El cine no logra construir pasajes cimentados en la memoria, o trasladarte a la mente del protagonista. Es mucho m¨¢s f¨¢cil para un libro jugar con ese artefacto narrativo. A su vez, a un filme le cuesta mucho desarrollarse en un flash back con la misma fluidez que una novela. Solo lo han logrado, por ejemplo, El espejo, de Andr¨¦i Tarkovski, o Voces distantes, de Terence Davies. Y es un problema. Sigo generalizando: al cine le va mejor cuando narra una acci¨®n ante los ojos del espectador y usa el resto de sus armas: una sala, la m¨²sica...¡±.
Acabada la entrevista, durante el posado para la foto, Ishiguro cuenta que conoce a Carlos III desde hace d¨¦cadas, porque no solo fue quien le nombr¨® Caballero, sino que han colaborado en diversas causas ben¨¦ficas. ¡°Especialmente centradas en la educaci¨®n, en escuelas p¨²blicas¡±, explica. ?Y c¨®mo lo ve? En su tono pausado, y sonriendo, responde: ¡°Habr¨¢ que ver¡±.
Babelia
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