Muere el "emperador" Kurosawa a los 88 a?os

"El Shakespeare del cine contempor¨¢neo", calific¨® ayer el director Steven Spielberg al cineasta japon¨¦s Akira Kurosawa, al enterarse de su muerte en su casa de Tokio a los 88 a?os. A lo largo de medio siglo de carrera como director y guionista, Kurosawa, considerado el emperador del cine japon¨¦s, hab¨ªa dirigido 30 pel¨ªculas, 16 de ellas con el protagonismo del actor Toshiro Mifune, fallecido el pasado diciembre a los 77 a?os. La noticia lleg¨® a la Mostra de Venecia, que hoy le rinde homenaje con el pase de su pel¨ªcula Rashomon. Para el ex ministro franc¨¦s de Cultura Jack Lang, se trata de "un gigante del cine mundial", mientras que para el director del festival, Felice Laudadio, es un "maestro de maestros" que influye en numerosos cineastas.

Nacido en 1910, en Tokio, el japon¨¦s Akira Kurosawa es el menor de los siete hijos de un oficial de carrera descendiente de samurais y de una sumisa mujer perteneciente a una rica familia de comerciantes. Muy joven comienza a estudiar Bellas Artes, pero el temor de no llegar a ser un buen pintor y su inter¨¦s por el cine, hacen que en 1936 comience a trabajar en los importantes estudios Toho, primero como ayudante del director Kairo Yamamoto y luego como guionista de distintos realizadores.Siete a?os despu¨¦s, en plena II Guerra Mundial, un Kurosawa de 33 a?os convence a los directivos de los estudios Toho para que le dejen debutar como director. Lo hace con las poco atractivas historias nacionalistas La leyenda del gran Judo (1943) y La nueva leyenda del gran Judo (1945), entre las que se sit¨²a la m¨¢s interesante La m¨¢s bella (1944), sobre los problemas de las obreras de una f¨¢brica.

En la segunda mitad de la d¨¦cada de los cuarenta, Kurosawa realiza siete pel¨ªculas, entre las que destacan los dramas realistas No a?oro mi juventud (1946) y Un domingo maravilloso (1947). Aunque los mejores trabajos de esta etapa son El ¨¢ngel borracho (1948), donde enfrenta a un m¨¦dico alcoh¨®lico y a un g¨¢nster tuberculoso, la primera de sus colaboraciones con el excelente actor Toshiro Mifune, El perro rabioso (1949), un personal policiaco que da una dura visi¨®n del Tokio de la posguerra con influencia neorrealista.

Con libertad

Kurosawa se da a conocer internacionalmente con Rashomon (1950), una de sus obras maestras, que en plena posguerra abre las puertas del cine japon¨¦s a Occidente al ganar el Le¨®n de Oro de la Mostra de Venecia y el oscar destinado a la producci¨®n extranjera. Con su sobrio estilo, narra desde cuatro puntos de vista contrapuestos la historia de una violaci¨®n ocurrida en el siglo XI. Con ella comienza su gran influencia sobre el cine norteamericano y es origen del musical Las girls (1957), de George Cukor, y del irregular western Cuatro confesiones (1954), de Martin Ritt. Este primer ¨¦xito internacional permite a un Kurosawa cada vez m¨¢s occidentalizado rodar con libertad una sucesi¨®n de interesantes pel¨ªculas, la mayor¨ªa sobre obras de escritores europeos. Entre las que destacan El idiota (1951), adaptaci¨®n de la novela de Dostoievski; Vivir (1952), que sobre un gui¨®n original, narra la vida de un funcionario con c¨¢ncer; El trono de sangre (1957), adaptaci¨®n de Macbeth, que marca su primer encuentro con William Shakespeare; y Los bajos fondos (1957), versi¨®n de la obra del t¨ªtulo de Maximo Gorki.Mientras vuelve a ganar el Le¨®n de Oro de la Mostra de Venecia con Los siete samurais (1954), una historia de acci¨®n, situada en el siglo XVI, durante la etapa de las guerras civiles, que tambi¨¦n tiene repercusi¨®n sobre el cine norteamericano. Es origen del western famoso Los siete magn¨ªficos (1960), de John Sturges, y de una saga integrada por otros tres western, algunos rodados en Espa?a, y la curiosa producci¨®n de ficci¨®n cient¨ªfica Los siete magn¨ªficos del espacio (1980), de Jimmy T. Murakami.

El cine de acci¨®n de Kurosawa adem¨¢s es origen de los spaghetti western que durante los a?os sesenta se ruedan en Almer¨ªa en coproducci¨®n entre Espa?a e Italia. El inter¨¦s del director italiano Sergio Leone por el cine de su colega japon¨¦s, le lleva a copiar El mercenario (1961), una atractiva historia de samurais, en Por un pu?ado de d¨®lares (1964). Su gran ¨¦xito hace que el plagio llegue a o¨ªdos de Kurosawa, que gana un pleito a los productores y Leone debe devolver el dinero cobrado por su trabajo.

Otra de las grandes pel¨ªculas de Kurosawa es La fortaleza escondida (1958), historia situada en la Edad Media, pero a pesar de su indudable atractivo, es mucho menos conocida fuera de Jap¨®n. Su inter¨¦s por la cultura de Estados Unidos le lleva a rodar El infierno del odio (1963), una peculiar adaptaci¨®n de una novela policiaca del especialista norteamericano Ed McBain.

Nuevo fracaso

A pesar de haberse convertido, junto a Kenji Mizoguchi y Masujiro Ozu en uno de los grandes del cine japon¨¦s, el fracaso de Barbarroja (1965) una ambiciosa producci¨®n hist¨®rica sobre la vida de un sacrificado m¨¦dico, hace que tarde cinco a?os en volver a rodar. La nueva pel¨ªcula de Kurosawa es Dodeska-den (1970), su primer trabajo en color, una dura par¨¢bola sobre la otra cara del desarrollo econ¨®mico, pero es un nuevo fracaso que le conduce a un intento de suicidio en 1971 al no encontrar productor.A pesar del ¨¦xito de Dersu Uzala (1975), una espl¨¦ndida pel¨ªcula de aventuras, sigue teniendo dificultades para encontrar financiaci¨®n para sus pel¨ªculas. Deben transcurrir otros cinco a?os y conseguir la ayuda de sus admiradores norteamericanos George Lucas y Francis Ford Coppola para hacer La sombra del guerrero (1980), un fresco hist¨®rico ambientado en el siglo XVI que gana la Palma de Oro de Cannes.

Algo similar le ocurre a Kurosawa para poder rodar Batalla (1985), sobre El rey Lear, de Shakespeare, y Sue?os (1990), desigual colecci¨®n de siete episodios on¨ªricos, que hace gracias al apoyo de Martin Scorsese. Entre 1970 y 1990 -a?o que recibe el Oscar-s¨®lo puede hacer cinco pel¨ªculas, pero a partir de los 80 tiene menos dificultades para dirigir sus obras de decadencia Rapsodia de agosto (1991), con Richard Gere, y Espera un poco (1992), que dan muestras de agotamiento creativo.