El cine y la literatura se sacuden la culpa y los traumas del aborto
Varios libros y pel¨ªculas de reciente aparici¨®n crean un nuevo relato sobre la interrupci¨®n voluntaria del embarazo que derriba el estigma que persiste incluso en pa¨ªses donde es legal
¡°No olvid¨¦is nunca que bastar¨¢ una crisis pol¨ªtica, econ¨®mica o religiosa para que vuelvan a cuestionarse los derechos de las mujeres. Nunca se trata de derechos adquiridos. Deb¨¦is permanecer ojo avizor durante toda vuestra vida¡±. Esta premonitoria frase que dej¨® escrita la pensadora Simone de Beauvoir, y que circula peri¨®dicamente por redes sociales por su eterna vigencia, tambi¨¦n la recoge Sandra Vizzavona en las p¨¢ginas de Interrupci¨®n. El ensayo memor¨ªstico en el que esta abogada rememora sus dos abortos ¨Duno a los 16 a?os y otro a los 24¨D y que incluye entrevistas a m¨¢s de una docena de mujeres que han recurrido a ¨¦l, lleg¨® este mi¨¦rcoles a las librer¨ªas espa?olas con traducci¨®n de Laura Salas Rodr¨ªguez en la editorial Tr¨¢nsito.
Nacida en Francia en 1975 y abogada de profesi¨®n, Vizzavona lleg¨® al mundo el mismo a?o que la ministra Simone Veil logr¨® despenalizar el aborto en su pa¨ªs y cuatro a?os despu¨¦s de que se publicara el manifiesto de las 343 zorras, en el que estrellas y personalidades culturales como Catherine Deneuve o la propia Beavouir, entre otras, declaraban p¨²blicamente: ¡°Yo he abortado¡±.
Medio siglo despu¨¦s de ese hito, en Interrupci¨®n, Vizzavona asegura que formar parte de la primera generaci¨®n protegida legalmente para interrumpir voluntariamente su embarazo no ha liberado a las mujeres del tab¨² y el estigma moral que todav¨ªa pesa sobre las que abortan. ¡°El derecho debe ejercitarse con discreci¨®n, si no en secreto¡±, denuncia en sus p¨¢ginas. Por su libro transitan escritoras cat¨®licas que se sienten ¡°como un criminal¡± por haberlo hecho, adolescentes a las que llaman ¡°guarras¡± desde su entorno cercano o adultas que ser¨¢n moralmente juzgadas, como el ¡°haberlo pensado antes, muchacha¡± que una enfermera le escupi¨® a la propia Vizzavona en su segundo aborto cuando se quej¨® del profundo dolor de barriga como reacci¨®n a la p¨ªldora abortiva: ¡°Durante mucho tiempo me reprochar¨¦ haber sido demasiado vulnerable ese d¨ªa para partirle la cara¡±, recuerda sobre ese instante, que qued¨® grabado en su memoria.
Su ensayo es un relato polif¨®nico contra el estigma, donde se aboga ¡°por un aborto libre y accesible que libere a las mujeres de la culpa¡±. Un texto que clama por ¡°reforzar un derecho que no podr¨¢ ser adquirido mientras la sociedad exija de quienes lo ejercen que se arrepientan de ello¡±. Para la editora de Tr¨¢nsito, Sol Salama, Interrupci¨®n era un texto a reivindicar desde el prisma espa?ol: ¡°Aunque en este pa¨ªs sea un derecho, una interrupci¨®n voluntaria del embarazo sigue siendo hoy algo que ocultar, algo indecente por lo que somos castigadas y aleccionadas. Esta sensaci¨®n de estar fallando, de suciedad, nos conduce de nuevo al silencio. Nuestra libertad pasa por narrarnos¡±, destaca.
La influencia de Annie Ernaux
En su libro, Vizzavona destaca que durante su escritura no pudo despegarse de ciertos pasajes de El acontecimiento, de Annie Ernaux (editado en castellano por Tusquets Editores). Durante todo el proceso durmi¨® pr¨¢cticamente abrazada a ese relato esencial que Ernaux public¨® en el a?o 2000 y en el que narra el aborto clandestino que vivi¨® en 1963 mientras estudiaba filolog¨ªa en Normand¨ªa. El texto ha sido llevado recientemente al cine en una adaptaci¨®n de Audrey Diwan que se hizo con el Le¨®n de Oro en el Festival de Venecia y que se proyecta actualmente en los cines espa?oles.
¡°Y, como de costumbre, era imposible determinar si el aborto estaba prohibido porque estaba mal, o si estaba mal porque estaba prohibido. Se juzgaba con relaci¨®n a la ley, no se juzgaba a la ley¡±, explica Ernaux sobre la interrupci¨®n de su embarazo no deseado en sus p¨¢ginas. Una cita que, precisamente, abre la lectura de La palabra que empieza por A, el documentado c¨®mic-ensayo sobre la historia social del aborto que firman la periodista Elizabeth Casillas y la ilustradora Higinia Garay en Astiberri. El suyo es un recorrido con perspectiva feminista que transita desde informaci¨®n b¨¢sica como los diferentes tipos de abortos que hay hasta cuestiones como ¡°por qu¨¦ las mujeres ricas no abortan, se van de vacaciones¡± o ¡°por qu¨¦ las mujeres pobres no abortan, mueren¡±.
Para Casillas, los estigmas siguen presentes. ¡°Te sorprender¨ªa la cantidad de veces que, cuando hemos explicado que est¨¢bamos preparando un libro sobre el aborto, se hac¨ªa un silencio inc¨®modo o se pretend¨ªa cambiar r¨¢pido de conversaci¨®n. Ya no s¨¦ ni cu¨¢ntas veces nos pas¨®¡±, rememora. Los prejuicios siguen presentes, incluso dentro del movimiento feminista. ¡°Muchas mujeres nos han animado a que el pr¨®ximo ' sea m¨¢s divertido¡¯. Es algo que nos sorprende, sinceramente, porque La palabra que empieza por A tambi¨¦n tiene sentido del humor. Para hablar del aborto no hay que encerrarse en la pena¡±, destaca la periodista.
Pel¨ªculas donde abortar sin tristeza
¡°La narrativa del aborto no tiene que estar ¨²nicamente ligada al duelo, la tristeza, la verg¨¹enza, la culpa o el enfado. Hay otros relatos, como el que propone Elisabeth Falomir en el fanzine Abortos Felices (Episkaia), que abogan por la celebraci¨®n. La fiesta de lo que finalmente no fue. Qu¨¦ alivio da la libertad de poder decidir¡±, apunta la periodista Noem¨ª L¨®pez Trujillo en el ep¨ªlogo de La palabra que empieza por A. Las nuevas narrativas culturales le dan la raz¨®n.
Paralelamente al triunfo en el cine del crudo relato de El acontecimiento en Venecia y de la no menos ¨¢spera y multipremiada Nunca, casi nunca, a veces, siempre, de Eliza Hittman, una nueva hornada de directoras est¨¢ explorando la tem¨¢tica del aborto y de los derechos reproductivos no desde el drama, sino desde la pura comedia.
Ah¨ª est¨¢ Plan B (2021), dirigida Natalie Morales, en la que dos chavalas har¨¢n todo lo posible para conseguir la pastilla del d¨ªa despu¨¦s (conocida como Plan B en EE UU) despu¨¦s de que una de ellas tenga su primera experiencia sexual y se quede dormida borracha tras una fiesta con el cond¨®n dentro. O Unpregnant (2020, disponible en HBO Max), otra comedia en la que dos enemigas del instituto limar¨¢n asperezas cuando una de ellas descubra que se ha quedado embarazada de un novio ¡°bobo¡±. Una road movie de colegas en la que la directora, Rachel Lee Goldenberg, quiso romper tab¨²es. ¡°Estoy orgullosa de mostrar una historia en la que una chavala quiere un aborto y puede conseguirlo. Me enorgullecer¨ªa contribuir a una desestigmatizaci¨®n o normalizaci¨®n de la interrupci¨®n del embarazo, yo pas¨¦ por uno y est¨¢ bien poder transmitir ese consuelo al mundo¡±, dijo a la publicaci¨®n The Playlist al presentar la pel¨ªcula. Crear nuevos referentes para escapar del silencio y sacudirse la culpa.
Babelia
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