El cine espa?ol rompe sus l¨ªmites desde la diversidad en un a?o excepcional
¡®La consagraci¨®n de la primavera¡¯, de Fernando Franco, es la favorita de la cr¨ªtica para ganar el festival de San Sebasti¨¢n, que ha aplaudido los nuevos filmes de Pilar Palomero o Mikel Gurrea y demuestra, tambi¨¦n con la serie colectiva ¡®Apag¨®n¡¯, las posibilidades de un audiovisual de altura
El mundo, sentado en una tensa sala de espera, vive tiempos dif¨ªciles, y los efectos de ese punto muerto se han colado tambi¨¦n en las abarrotadas salas de este soleado Festival de San Sebasti¨¢n, que este s¨¢bado echa el cierre a la edici¨®n de su 70? aniversario. Con las calles y las playas tomadas por el turismo monocorde, en los cines, las pel¨ªculas y series espa?olas han sabido responder, desde la diversidad y la complejidad, a esa larga crisis global que lo d...
El mundo, sentado en una tensa sala de espera, vive tiempos dif¨ªciles, y los efectos de ese punto muerto se han colado tambi¨¦n en las abarrotadas salas de este soleado Festival de San Sebasti¨¢n, que este s¨¢bado echa el cierre a la edici¨®n de su 70? aniversario. Con las calles y las playas tomadas por el turismo monocorde, en los cines, las pel¨ªculas y series espa?olas han sabido responder, desde la diversidad y la complejidad, a esa larga crisis global que lo domina todo. No es f¨¢cil conectar con un estado de ¨¢nimo colectivo bajo m¨ªnimos, pero una serie de t¨ªtulos nacionales dentro y fuera del concurso lo han logrado y, de paso, confirman la excelente a?ada de este 2022, cuyos frutos ha sabido recoger el certamen.
La sorpresa de ¨²ltima hora la puso el adelanto de la serie de Movistar Plus+ Apag¨®n, que se estrena la pr¨®xima semana y est¨¢ inspirada en el podcast El gran apag¨®n. En ella, cinco directores (Alberto Rodr¨ªguez, Rodrigo Sorogoyen, Ra¨²l Ar¨¦valo, Isa Campo e Isaki Lacuesta) se embarcan con enorme punter¨ªa en el retrato de una nueva realidad dist¨®pica. La premisa: una tormenta solar ha impactado en la Tierra causando un apag¨®n generalizado. Ya no hay luz, ni transporte, ni telecomunicaciones. Solo quedan instinto de supervivencia y mucho miedo.
Hace nueve d¨ªas, la pel¨ªcula que abri¨®, fuera de concurso, el festival y la representaci¨®n espa?ola, Modelo 77, solo avanz¨® a medias lo que la cosecha nacional tra¨ªa. Pese al habitual buen m¨²sculo de su director, el citado Alberto Rodr¨ªguez, el filme se deshincha en su recta final, y desaprovecha la ocasi¨®n de profundizar en algunos de los movimientos sociales peor tratados por la historia oficial de la Transici¨®n. En cambio, el cap¨ªtulo de Rodr¨ªguez en Apag¨®n es sencillamente redondo, impresionante en su planificaci¨®n, su sonido y m¨²sica y su perfecto guion, escrito por Rafael Cobos con aroma a neow¨¦stern ib¨¦rico. Lo protagoniza Jes¨²s Carroza, que entrega su mejor trabajo en la piel de un pastor de cabras que huye con su reba?o de unos hombres armados y desesperados que lo persiguen hasta una fantasmag¨®rica pista de esqu¨ª cerrada. El cine espa?ol vuelve al hambre, a la caza del hombre y a la vieja escopeta. Y el escalofr¨ªo es inevitable.
Otro de los episodios, firmado por Lacuesta, se suma a ese neorruralismo que conquista el actual cine espa?ol y que tiene su raz¨®n de ser tanto en la invasi¨®n ultraliberal de las ciudades como en la vuelta a los or¨ªgenes de una generaci¨®n que necesita reconstruir su identidad a trav¨¦s de la tierra y de una nueva solidaridad en la que los inmigrantes juegan un papel fundamental.
Alcarr¨¢s, de Carla Sim¨®n ¡ªbandera indiscutible de esta gran a?ada en la que se encuentran pel¨ªculas tan diversas como As bestas, de Sorogoyen, Un a?o, una noche, de Lacuesta, Pacifiction, de Albert Serra, o Cinco Lobitos, de Alauda Ruiz de Az¨²a¡ª, se ha llevado estos d¨ªas, tras ganar el Oso de Oro en Berl¨ªn, el premio Lurra de Greenpeace por su ¡°maestr¨ªa¡± a la hora de ¡°apelar a la dignidad y la resiliencia¡± del campo sin caer en sentimentalismos. La organizaci¨®n ecologista tambi¨¦n optaba por dos pel¨ªculas presentes en el programa, ejemplos de esos brotes verdes donde lo femenino y lo arcano abren nuevos rumbos: El agua, de Elena L¨®pez Riera, que, desde su selecci¨®n en la Quincena de Realizadores de Cannes, no ha dejado de recibir merecidos elogios, y Secaderos, de Roc¨ªo Mesa, que tiene destellos en su lado m¨¢s experimental y que en San Sebasti¨¢n ha logrado el VI Premio Dunia Ayaso, que concede la Fundaci¨®n SGAE. Cerdita, de Carlota Pereda, thriller gore con ecos a una Carrie gorda y extreme?a, se ha presentado tambi¨¦n en la secci¨®n Zabaltegi y se suma a ese c¨ªrculo de nuevas directoras inmersas en los misterios de la Espa?a vaciada.
Pero donde un festival se la juega es en su selecci¨®n oficial y ah¨ª han brillado con derecho propio tres de las cuatro pel¨ªculas seleccionadas. La que sale peor parada es la del m¨¢s veterano de los participantes, Jaime Rosales, que en Los girasoles silvestres queda por debajo de lo que se espera del director de Petra o Hermosa Juventud. La actriz Anna Castillo podr¨ªa estar en el palmar¨¦s porque su trabajo es, una vez m¨¢s, excepcional.
Las mejores impresiones llegaron con Suro, una muy buena ¨®pera prima de Mikel Gurrea sobre una pareja de arquitectos que se traslada a vivir a una finca de alcornoques heredada en la que las tensiones de poder y el trabajo alrededor de la recogida del corcho (suro en catal¨¢n) desembocar¨¢ en una desatada crisis afectiva. Por encima se sit¨²a la segunda pel¨ªcula de Pilar Palomero, La Maternal, que lleva mucho m¨¢s lejos las propuestas de su celebrado debut, Las ni?as. De La Maternal se ha destacado su aproximaci¨®n, con elementos de cine documental, a un centro de acogida para menores embarazadas, pero lo que de verdad distingue a la pel¨ªcula es c¨®mo aborda la dolorosa relaci¨®n entre la adolescente embarazada que interpreta la maravillosa Carla Qu¨ªlez y su propia madre, la tambi¨¦n maravillosa ?ngela Cervantes. Es este aprendizaje, el de ser hija, lo m¨¢s conmovedor de un filme con una humanidad a flor de piel.
La pel¨ªcula espa?ola m¨¢s compleja y valiente ha sido, con todo, La consagraci¨®n de la primavera. El tercer largometraje de Fernando Franco se adentra en un territorio in¨¦dito y lo hace con tanto tacto que es imposible no quedarse con la boca abierta: la asistencia sexual remunerada a un joven con par¨¢lisis cerebral por una chica a¨²n virgen se convierte en una exploraci¨®n muy arriesgada a la psicolog¨ªa de una mujer joven en la que la educaci¨®n religiosa y los l¨ªmites de la experimentaci¨®n corporal se confrontan con la delicadeza de un muchacho en silla de ruedas al cuidado de su astuta madre. El juego de miradas y palabras exactas de los debutantes Telmo Irureta y Val¨¨ria Sorolla y la veterana Emma Su¨¢rez son un prodigio a la altura de la dificultad de lo que cuenta este filme loco y sorprendente.
Otra veterana, Isabel Coixet, present¨® su documental El techo amarillo, sobre nueve mujeres que sufrieron abusos sexuales de su profesor de teatro, y su proyecci¨®n se convirti¨® en una de las m¨¢s emotivas de estos d¨ªas con el patio de butacas celebrando el filme al grito de ¡°yo s¨ª te creo¡±. El documental-estrella, eso s¨ª, fue Sinti¨¦ndolo mucho, de Fernando Le¨®n de Aranoa sobre Joaqu¨ªn Sabina. Un trabajo para muy cafeteros, en el que Le¨®n de Aranoa se otorga un protagonismo fuera de lugar y que deja muchos flecos sueltos. Los inicios de Sabina con La Mandr¨¢gora quedan reducidos a una simple foto, no existen, y todo se apuesta al ingenio oral de un cantautor condenado a su p¨²lpito.
Lo m¨¢s llamativo no es la cursiler¨ªa de muchos planos, ni esa mal tra¨ªda comparaci¨®n con ?Bob Dylan!; lo m¨¢s llamativo de todo es que en un vergonzoso montaje en paralelo se compare la cogida del torero Jos¨¦ Tom¨¢s en la plaza mexicana de Aguascalientes con la ca¨ªda del cantante en pleno concierto en el WiZink Center de Madrid hace dos a?os. Obviamente, tras a?os de rodaje, el documental tiene alg¨²n gran momento, como un Sabina borracho en una madrugada en Rota, pero el conjunto es decepcionante.
Mucho m¨¢s peque?a, humilde y al uso en su propuesta, pero con bastante m¨¢s contexto y autocr¨ªtica, resulta la mirada sobre el grupo Tequila de ?lvaro Longoria. Ofrece pistas muy interesantes sobre la fama temprana, el mundo de las fans y los efectos de las drogas duras en un grupo que jug¨® a la sensualidad rockera de Rolling Stones en la gris Espa?a de la Transici¨®n. Lo m¨¢s interesante de todo es descubrir la tristeza soterrada que hab¨ªa tras aquellos dos amigos, Alejo Stivel y Ariel Rot, llegados de Argentina huyendo con sus familias de la dictadura de Videla. El contrapunto que ofrece adem¨¢s una voz femenina (Cecilia Roth, hermana de Ariel) se echa en falta en las casi dos horas de Sabina por Sabina. Stivel y Rot fueron v¨ªctimas colaterales de esa misma feroz dictadura que se retrata en la pel¨ªcula m¨¢s valorada por el p¨²blico donostiarra: Argentina 85, de Santiago Mitre, con guion de Mariano Llin¨¢s, incluida en la secci¨®n Perlas de otros festivales, en este caso el de Venecia.
En la ¨²ltima pel¨ªcula del prol¨ªfico cineasta coreano Hong Sangsoo, proyectada estos ¨²ltimos d¨ªas del concurso, el vino le roba el protagonismo al tradicional soju que suele regar el cine de un maestro que juega en su propia liga. Ante una copa de tinto, el protagonista, director de cine, se abre a la conversaci¨®n sobre un oficio que se debate en la imposible batalla entre arte e industria. Hasta que dilucidemos si esa lucha est¨¢ del todo perdida o no, queda al menos el consuelo de estos d¨ªas en San Sebasti¨¢n, que han demostrado que la cosecha espa?ola de 2022, por seguir con la analog¨ªa vin¨ªcola servida por Sangsoo, ha merecido la pena.