La rebeli¨®n imparable y libre de ¡®Pobres criaturas¡¯, de Yorgos Lanthimos, conquista el Le¨®n de Oro del festival de Venecia

No hay quien pueda con la protagonista de Pobres criaturas. En su camino hacia la libertad deja galanes en l¨¢grimas, ideolog¨ªas desmontadas y convenciones quebradas. Ni tampoco ha habido pel¨ªculas capaces de aguantar tanta firmeza y valent¨ªa: el filme de Yorgos Lanthimos se ha llevado el Le¨®n de Oro del 80? festival de cine de Venecia. Al director griego ya se le reconoc¨ªan una imaginaci¨®n y un talento desbordantes. Y, adem¨¢s, el atrevimiento de no conformarse y jug¨¢rsela en cada nuevo proyecto. Obras como Canino o La favorita hablan por s¨ª solas. Pero, ahora, la imparable Bella Baxter y su disparatada sed de deseo y conocimiento le han arrastrado hasta la consagraci¨®n. Un m¨¦rito compartido con Emma Stone, que insufla al personaje quiz¨¢s la mejor interpretaci¨®n de su carrera. Tanto como para merecer a su vez un premio. La tradici¨®n de la Mostra, sin embargo, opta por no entregar dos reconocimientos a una misma obra.

La pel¨ªcula sigue a Baxter desde que resucita. Vida nueva, cerebro tambi¨¦n distinto. Pero, ya que debe aprenderlo todo de cero otra vez, la criatura no renuncia a cuestionar las certezas m¨¢s absurdas de la sociedad. Patriarcado, represi¨®n sexual, desigualdad. La l¨®gica simple de la joven no los entiende. Una mente m¨¢s formada, en realidad, tampoco. Tan fascinante idea ¡ªbasada en la novela hom¨®nima de Alasdair Gray¡ª, aterriza en el cine entre mundos on¨ªricos, versiones alucinantes de Lisboa o Par¨ªs, osad¨ªas de la c¨¢mara y una prueba dificil¨ªsima de Stone. Presente en cada fotograma. Y, a menudo, desnuda. Tanto que el director le dedic¨® el galard¨®n: ¡°Sin ella, esta pel¨ªcula no existir¨ªa¡±.

En un mundo cada vez m¨¢s fren¨¦tico, el festival otorg¨® el segundo reconocimiento m¨¢s importante a su filme m¨¢s lento. Evil Does Not Exist, de Ry?suke Hamaguchi, se ha llevado el Gran Premio del Jurado con una receta tan pl¨¢cida como fascinante. La lucha de una sencilla comunidad rural, invadida por la extra?a modernez llamada glamping ¡ªun camping de toda la vida, pero glamuroso¡ª, ofrece infinitas lecciones, de vida y de cine. Sucede en el Jap¨®n remoto, pero suena familiar en cualquier rinc¨®n del planeta. Se habla de capitalismo, calentamiento global, decrecimiento, cercan¨ªa. Y se constata que el autor oscarizado por Drive My Car pasa de revelaci¨®n a certeza absoluta del nuevo cine japon¨¦s.

La odisea de los migrantes de Io Capitano tambi¨¦n ha llegado hasta un puerto m¨¢s que deseado. La pel¨ªcula de Matteo Garrone se ha llevado el Le¨®n de Plata a la mejor direcci¨®n. Su joven protagonista dej¨® atr¨¢s su Senegal natal y su familia; cruz¨® el desierto y la tortura, encontr¨® monstruos y ¨¢ngeles, dej¨® dinero y traumas en su periplo hacia Europa. El cineasta quiso mostrar ¡°el contracampo¡± del viaje que desde hace d¨¦cadas protagoniza titulares y debates pol¨ªticos. Se adentr¨® en el continente africano: pregunt¨®, escuch¨®, film¨®. Y volvi¨® con una visi¨®n previsible, pero nada estereotipada ni condescendiente. M¨¦ritos, sin duda, notables. Junto con la Copa Mastroianni al mejor int¨¦rprete revelaci¨®n para Seydou Sarr. La sala ovacion¨® al muchacho y le quit¨® el aliento. Solo pudo decir que no ten¨ªa siquiera ¡°palabras¡±. Aunque su silencio emocionado lo cont¨® todo.

Un ministro de Justicia no tiene por qu¨¦ entender de cine. Pero el polaco Zbigniew Ziobro tampoco ha manejado bien los tiempos. La misma pel¨ªcula que compar¨® hace dos d¨ªas con la ¡°propaganda nazi¡± hoy se ha alzado con el Premio Especial del jurado. A saber si el reconocimiento para Green Border, de Agniezska Holland, tambi¨¦n quiso responder a tama?o ataque. Lo cierto es que no puede ser m¨¢s oportuno, tanto en lo f¨ªlmico como en lo pol¨ªtico. ¡°Fue una pel¨ªcula muy dif¨ªcil de hacer por varias razones. Algunas os las imagin¨¢is. Otras, no¡±, dijo Holland. Igual que pocos deb¨ªan de conocer el drama que sufren ¡ªtodav¨ªa, record¨® la creadora¡ª miles de migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Holland la reconstruye con una poderosa obra coral. Y, de paso, cuestiona tanto al Ejecutivo conservador de su pa¨ªs como al continente entero: tal vez no sorprenda que el dictador Lukashenko deje pasar a los refugiados hacia el otro lado. Otra cosa, sin embargo, es que la acogedora UE los devuelva al punto de partida. Y as¨ª, una y otra vez, en un limbo eterno con sabor a infierno. ¡°No es que Europa no puede ayudarlos, no quiere¡±, agreg¨®.

Alg¨²n seguidor de Elvis Presley no apreciar¨¢ Priscilla, de Sofia Coppola. La pel¨ªcula pone el foco sobre su esposa ¡ªhasta el divorcio entre ambos, en 1973¡ª y ve al rey del rock solo a trav¨¦s de los ojos de ella. De ah¨ª que sea Cailee Spaeny, en la piel de la protagonista, quien se lleve los focos, casi todos los planos y, ahora, la Copa Volpi a la mejor actriz. He aqu¨ª tal vez la ¨²nica elecci¨®n cuestionable del palmar¨¦s. Su Priscilla desborda inocencia, pero sabe resistir. Lidia con el desmadre de vivir con el mito, mientras mantiene unidos los pedazos de su mundo interior. A saber si la imposibilidad de premiar a Emma Stone oblig¨® al jurado a debatir m¨¢s de la cuenta. Queda, sin embargo, la sensaci¨®n de un premio desproporcionado.

Puede que la delicadeza sea la mayor fuerza de Memory, del mexicano Michel Franco. Y, desde luego, contribuye la finura de sus dos int¨¦rpretes principales: Jessica Chastain y Peter Sarsgaard. El segundo se llev¨® la Copa Volpi al mejor actor. El filme se centra en dos almas que la vida ha golpeado, pero no consigue hundir. Entre otras cosas, gracias a que se encuentran. Sarsgaard llena de dignidad, a la vez que dolor, a un hombre que empieza a padecer demencia. Tambi¨¦n la sufr¨ªa su t¨ªo ¡°Baba¡±, apicultor fallecido por el covid, que el actor quiso recordar. Por m¨¢s que la memoria le falle a Saul, su personaje se obstina en no olvidar la hermosura que puede habitar el d¨ªa a d¨ªa. Cualquier herida, si compartida, cicatriza algo m¨¢s r¨¢pido. O, al menos, sangra m¨¢s despacio. As¨ª que el int¨¦rprete celebr¨® la importancia de las experiencias colectivas entre seres humanos. Y apunt¨® a los peligros de la inteligencia artificial, una batalla que tambi¨¦n pelea la huelga de guionistas y actores contra los grandes estudios de Hollywood, que ha marcado todo el festival. Incluida, as¨ª, su ultim¨ªsima noche.

Dos filmes de Am¨¦rica Latina hab¨ªa en el concurso y ambos resultaron galardonados. El chileno Pablo Larra¨ªn repiti¨® premio: mejor guion por El conde, junto con Guillermo Calder¨®n, igual que en 2016 por Jackie. Justo, pero probablemente reductivo. He aqu¨ª uno de los pocos largos capaces de maravillar al certamen. Al creador no le bast¨® con sacar al dictador Augusto Pinochet en una pel¨ªcula por primera vez en la historia: lo convirti¨® en vampiro, centro de una hilarante s¨¢tira sobre la sangre que sigue chupando a la sociedad chilena. No por nada el pa¨ªs llega al 50 aniversario del golpe de Estado, en dos d¨ªas, con la Constituci¨®n que aprob¨® el tirano a¨²n en vigor; con un reciente intento fracasado de reformarla y un segundo que se tambalea. Queda evidente, pues, el coraje de Larra¨ªn. Su maestr¨ªa ya estaba clara, pero se reafirma en esta inteligent¨ªsima parodia en blanco y negro que ya est¨¢ en algunas salas y llegar¨¢ al cat¨¢logo de Netflix en unos d¨ªas. Desde el escenario, el cineasta afirm¨®: ¡°No a la impunidad¡±. Hubo aplausos. De la sala. Del cine. De todos.