Los mil colores de La Vall d¡¯Aran que la nieve siempre oculta
Esta comarca leridana situada en los Pirineos atrae visitantes en oto?o sustentada por su arte rom¨¢nico, salidas a pie y en bicicleta el¨¦ctrica cuando a¨²n el hielo no se ha apoderado del camino, y dos paradores, el de Arties y el de Vielha, que ofrecen alojamiento todo el a?o
La nieve tapa las iglesias rom¨¢nicas de la comarca de La Vall d¡¯Aran (Lleida) antes incluso de que haya ca¨ªdo un solo copo. Est¨¢ tan ligado a la estaci¨®n de esqu¨ª de Baqueira Beret este valle en el extremo occidental de los Pirineos catalanes que muchos aficionados a los deportes de nieve desconocen la talla policromada del siglo XII que alberga la iglesia de Sant Andr¨¨u, en Salard¨²; o las pinturas rom¨¢nicas escondidas tras un retablo barroco en la iglesia de Santa Eul¨¤lia, en Unha. Ignoran tambi¨¦n que el oto?o es una ¨¦poca pintiparada para conocer esta zona escarpada en bicicleta el¨¦ctrica, que iguala fuerzas en grupos dispares y permite ver m¨¢s en menos tiempo. Y tal vez no sepan que una piscifactor¨ªa de Les, uno de los 33 pueblos del valle, aprovecha el agua del Garona empleada en una central el¨¦ctrica para criar esturiones y dar trabajo todo el a?o. En eso anda esta comarca, en que el local no se vaya y el visitante venga fuera de la temporada de nieve y de verano, y a esto contribuyen los paradores de Arties y de Vielha, los ¨²nicos hoteles de gran tama?o que abren 10 meses al a?o entre los dos.
Dentro de los paradores de Aran
Fernando Payo es el director de los dos paradores. Nacido en Toledo hace 39 a?os, lleva desde 2020 en el valle. Cada fin de semana, dice, se sorprende, descubre una ruta nueva. Con un discurso entusiasta y muy concreto y atinado, resume en una frase los beneficios de visitar en oto?o esta zona en la que residen habitantes de toda Espa?a: ¡°Libertad de movimiento¡±. Se refiere a que hay espacios naturales que en verano cierran para evitar la masificaci¨®n y ahora est¨¢n abiertos o a la facilidad para reservar mesa en los buenos restaurantes de la zona. ¡°El que busca comulgar con la naturaleza va a estar m¨¢s solo¡±, afirma. ¡°El oto?o es un espect¨¢culo debido a la cantidad de ¨¢rboles caducifolios que hay. La llaman la tierra de los mil colores¡±, a?ade.
No esquiva algunos de los inconvenientes propios de la zona, como que ¡°el valle es un lugar rec¨®ndito, que hay que buscarlo, no te lo encuentras de camino¡±: desde Lleida se tardan dos horas y cuarto en coche. ¡°Eso s¨ª, el cliente que viene, repite¡±, asegura. La Vall d¡¯Aran, que cuenta con el aran¨¦s como lengua cooficial junto con el espa?ol y el catal¨¢n ¨Clos ni?os estudian en esta lengua propia del valle hasta los siete a?os¨C, hizo la transici¨®n a mediados del siglo pasado de zona ganadera a destino tur¨ªstico en verano y en invierno por la nieve. Ahora se afana en atraer visitantes en temporada baja, esto es, en el final de septiembre y octubre, o en mayo, cuando ya se ha deshecho la nieve. Payo quiere impulsar un sello para comercios y establecimientos como los paradores que permanezcan abiertos en esta ¨¦poca y materialicen esa idea que repiten los que se dedican a ello: desestacionalizaci¨®n.
De la transformaci¨®n del valle, de su historia y del arte rom¨¢nico habla sin parar Ricard Novell, un monta?ero y antiguo comercial de 62 a?os convertido hace dos d¨¦cadas en gu¨ªa tur¨ªstico. Tiene las llaves de las iglesias m¨¢s importantes, as¨ª como del cuadro de luces para iluminar las pinturas renacentistas de Sant Andr¨¨u, en Salard¨², y descubrir as¨ª el paso del rom¨¢nico al g¨®tico a trav¨¦s de los arcos de la nave principal, que van adquiriendo una forma m¨¢s apuntada seg¨²n se recorre. Canal Historia en vivo.
Novell porta un zurr¨®n pero moderno, en el que guarda l¨¢minas dibujadas por ¨¦l mismo con las que muestra al visitante c¨®mo eran antes Salard¨², Arties, Bagergue, Gar¨®s¡, los pueblos de las tres comarcas que forman el valle: Naut Aran (Alto Ar¨¢n), Mijaran (Medio Ar¨¢n) y Baish Aran (Bajo Ar¨¢n). Compara construcciones antiguas y aut¨®ctonas con las de ahora, muy integradas en el paisaje, pero m¨¢s propias de regiones monta?osas de Centroeuropa. ¡°Antes todas las fachadas se encalaban por medidas higi¨¦nicas, para proteger las viviendas de la peste¡±, recuerda mientras blande un bast¨®n de madera alargado, como los que se usan en senderismo. En La Vall d¡¯Aran se camina y mucho, de pueblo en pueblo, por los caminos de antes. Novell ha recuperado algunos por encargo del Consell (el ¨®rgano de gobierno del valle) para no tener que transitar por la carretera.
¡ªEsta s¨ª es una casa aut¨®ctona. Mirad las losas de pizarra c¨®mo van siendo m¨¢s grandes en la parte de abajo del tejado y c¨®mo este adquiere una peque?a curva para romper la nieve.
Novell se?ala a los mayores de la zona como su principal fuente de conocimiento. ¡°Hay que callejear y hablar con la gente para saber c¨®mo viv¨ªan antes¡±, asegura sin perder el resuello a pesar de subir las escaleras que conducen a la iglesia de Unha. Por esos caminos recuperados y por la carretera se puede transitar en bicicleta pulmonar y el¨¦ctrica.
La empresa Calafate Bike & Ski, ubicada en Arties, justo enfrente del parador, abre todo el a?o. Antes estaba m¨¢s centrada en la temporada de nieve. Eli¨¢n Ramonda (Mendoza, Argentina, 48 a?os) es instructor de esqu¨ª y gu¨ªa de bicicleta de monta?a. Se?ala Canad¨¢ y Andorra como dos destinos de nieve que han sabido atraer visitantes todo el a?o. La Vall d¡¯Aran toma nota. El telesilla que sube a Baqueira Beret est¨¢ en funcionamiento ahora m¨¢s meses, en verano y en oto?o. Permite desplazarse a esa zona de alta monta?a para caminar o incluso montar en bicicleta, pues las cabinas cuentan con un soporte para engancharla.
La actividad con Ramonda es apta para ni?os y mayores muy mayores, para aficionados en forma con maillot propio y para los que nunca lo han probado y piensan que montar en una bici con motor es como ir en taxi por la monta?a. Se hace todo el ejercicio que uno quiera, y puede ser mucho. Las bicis cuentan con cuatro marchas, que lo convierten en un entretenimiento m¨¢s, pues uno va regulando la ayuda el¨¦ctrica. Se pedalea y se ve el valle, con paradas en pueblos por donde se despliega un grupo de jubilados de Castell¨®n (¡°somos amigos de la universidad¡±, dice una rezagada por una cuesta y por sacar fotos a las casas engalanadas con flores) y en miradores naturales, en los que Ramonda aprovecha para ofrecer frutos secos. El gu¨ªa calibra el inter¨¦s y la disposici¨®n de los clientes y garantiza diversi¨®n y a ratos adrenalina. Es deporte.
El esturi¨®n, producto de proximidad
M¨¢s calmada resulta la visita a la piscifactor¨ªa Caviar Nacarii, ubicada en Les, en el Baish Aran, la zona m¨¢s pr¨®xima a Francia y menos explotada tur¨ªsticamente ¨Cel Naut Aran es m¨¢s visitado por su cercan¨ªa a Baqueira Beret y m¨¢s lucido por un porcentaje del forfait de esa pista que obtienen los Ayuntamientos¨C. Atiende Lorea Estala, la responsable de la empresa. Lo primero es explicar que la central el¨¦ctrica contigua utiliza agua del Garona para enfriar el CO? que se produce y comercializarlo como gas carb¨®nico para bebidas. Esa agua caliente no puede volver al r¨ªo, por lo que se aprovecha para la cr¨ªa de esturiones y la obtenci¨®n del caviar. Los peces hembra se alimentan de forma manual durante ocho a?os, cuando se sacrifican para extraer las huevas, equivalentes a un 10% de su peso. Llegan a la mesa del parador de Vielha en una lata de 10 gramos, que Estala recomienda acompa?ar con cava brut nature. Producto lujoso, pero producto local y sostenible.
Cristina, Carlos y ?frica recomiendan
Me gusta hacer el paseo desde el Pla de Beret hasta Montgarri, un pueblo donde solo queda la iglesia y un refugio en el que comer olla aranesa, un entrecot o magret de pato. Ahora en oto?o se completa a pie. En invierno ya se requieren raquetas o esqu¨ªs de fondo.
Cristina Modamio
Camarera 3 a?os en Paradores
El camino dera Bruisha, en Tred¨®s, es un buen lugar para llevar a los cr¨ªos. Sienten que est¨¢n en la monta?a, pero no se agotan, no se quieren ir, se lo pasan bien. Se cruza el r¨ªo por un par de sitios, pueden subir por rocas, andar con pies y manos.
Carlos Mart¨ªn
Oficial de Mantenimiento 4 a?os en Paradores
Tocando ya con Francia, en el valle de Tor¨¢n, se ubica San Juan de Tor¨¢n, un pueblo muy tranquilo rodeado de monta?as. Me gusta sentarme en el banco que hay delante de la iglesia y escuchar el r¨ªo de fondo. Cerca hay una ruta circular que se completa en una hora.
?frica Fern¨¢ndez
Ayudante de Recepci¨®n 5 a?os en Paradores
Jos¨¦ Verdegay y Celeste L¨®pez, un matrimonio de Valencia, son Amigos de Paradores. Ahora que pueden les gusta viajar en oto?o. Destacan la tranquilidad de La Vall d¡¯Aran en esta ¨¦poca. ¡°Salimos por la ma?ana a caminar y no volvemos hasta por la noche¡±, cuentan en el bar del parador de Arties. Conocen bien las iglesias rom¨¢nicas y los pueblos del valle. ¡°Ahora hay menos gente, mejores precios y mejor servicio¡±, aseguran. Su siguiente destino son los paradores de Vic y de Cardona. Afirman haber visitado casi todos los de la red, 97. Buscan una temperatura fresca en el valle. Hasta noviembre no llega el fr¨ªo, ni la nieve, de la que quiere despojarse el rom¨¢nico.