La clase de Ra¨²l vuelve a salvar al Madrid (4-0)
Los madridistas sufrieron demasiado pero acabaron goleando al Locomotiv
El Real Madrid, gracias a Ra¨²l, ha conseguido encarrilar su clasificaci¨®n para la segunda fase de la Liga de Campeones tras sumar su segunda victoria en la competici¨®n ante el Lokomotiv, en un partido en el que los blancos sufrieron demasiado para imponerse a un equipo bastante asequible.
Los blancos, tras un inicio de partido muy flojo, mostraron su mejor cara en el ¨²ltimo cuarto de hora de la primera parte y en la segunda, despu¨¦s de comenzar con la misma falta de ideas, acab¨® goleando a los rusos.
Roberto Carlos ten¨ªa todo el recorrido para ¨¦l, pero esta vez sus disparos no eran certeros y el Madrid no era capaz de sorprender a los rusos. As¨ª el Lokomotiv, que juega con un esquema 6-3-1, lleg¨® a crear peligro. Loskov, Maminov, Izmailov y Obiorah no son buenos, pero s¨ª r¨¢pidos y, aunque se not¨® que con el doble pivote, sobre todo con Makelele, el Madrid defiende mejor, Casillas tuvo que lucirse en el minuto 21, cuando el delantero nigeriano se sac¨® de la manga un magn¨ªfico remate que el meta ataj¨®.
Antes, los blancos s¨®lo hab¨ªan tenido un par de ocasiones, pero tampoco nada claras. Afortunadamente, despu¨¦s de media hora de aburrimiento, y viendo ya que a los rusos se les hab¨ªa acabado el poco fuelle que tra¨ªan, el Madrid comenz¨® a mejorar su cara.
Figo, que no ha vuelto a ser el mismo que en Roma en ning¨²n momento, puso un buen bal¨®n a Savio, desde la izquierda, pero el remate del brasile?o se encontr¨® con el meta Nigmatoulline en el preludio de los mejores minutos de los blancos.
Ra¨²l decidi¨® convertirse en el asistente del equipo. Primero avis¨® con un saque r¨¢pido de falta que Munitis no supo aprovechar ante el portero ruso. Despu¨¦s, fue Savio el que decidi¨®, por fin, centrar desde la izquieda y s¨®lo una mano providencial del guardameta evit¨® el 1-0 de Munitis, que recibi¨® el bal¨®n del brasile?o, pero no consigui¨® que su remate de cabeza picado a la cepa del poste viera puerta.
As¨ª, como no pod¨ªa ser de otra forma, una magn¨ªfica asistencia de Ra¨²l lleg¨® esta vez a los pies del delantero c¨¢ntabro que esta vez ya no perdon¨® y consigui¨® el primero. Minutos despu¨¦s, Munitis intent¨® devolverle el favor a Ra¨²l, pero esta vez no hubo ¨¦xito y ya en el descuento Ra¨²l le cedi¨® un bal¨®n a Figo y s¨®lo la mala suerte hizo que la pelota del portugu¨¦s se estrellase en el larguero.
En la reanudaci¨®n, pese a que el 1-0 no era decisivo, el Madrid volvi¨® a salir dormido como en la primera y fue ¨¦l mismo quien se encarg¨® en dar vida al equipo ruso, que parec¨ªa conforme con el resultado, pero que tampoco iba a desaprovechar los favores.
Un error en una salida de Casillas despu¨¦s de un fallo colectivo en la defensa de un corner a punto estuvo de convertirse en el empate si Michel no hubiera salvado bajo palos y poco despu¨¦s Obiorah, casi por inercia, a punto estuvo de darle el empate a su equipo. Como en Sevilla, despu¨¦s de haber podido sentenciar, los de Del Bosque se hab¨ªan desinflado y s¨®lo un par de disparos a bal¨®n parado creaban peligro a los rusos.
Ra¨²l, el de siempre, volvi¨® a meterle una magn¨ªfica asistencia a Munitis, que esta vez no logr¨® el gol, pero s¨ª forz¨® el penalti y desde los once metros Luis Figo no perdon¨® y sentenci¨® el partido.
Los rusos ya estaban en otra parte y la decisi¨®n del t¨¦cnico de sentar al delantero nigeriano fue casi mejor para el Madrid que tuvo un par de ocasiones claras para golear. Entre Figo y Savio pudieron poner el tercero, que lleg¨® de las botas de Roberto Carlos. El brasile?o avis¨® primero tras una magn¨ªfica entrada desde la banda que no vio puerta, y un minuto despu¨¦s fusil¨® al meta ruso y consigui¨® la ovaci¨®n del p¨²blico blanco.
El t¨¦cnico, Vicente del Bosque, decidi¨® darle una alegr¨ªa m¨¢s al brasile?o y le cambi¨® para que recibiera los aplausos de la afici¨®n,antes de que Savio tambi¨¦n tuviera su momento de gloria y aprovechara un pase de Figo para poner el cuarto, sin que ahora ya nadie echase de menos a Zidane.
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