Un espl¨¦ndido Ural se adjudica el Torneo de Navidad (69-80)

El Torneo de Navidad viaj¨® de nuevo a Rusia, como alguna que otra vez ocurr¨ªa en el pasado cuando la selecci¨®n sovi¨¦tica asomaba por la pista del Real Madrid, pero en esta ocasi¨®n en la maleta de un equipo menos conocido, el Ural Great, al que el anonimato le durar¨¢ poco, sobre todo si Valeri Daineko firma muchas actuaciones como la ofrecida hoy en el feudo blanco.

El primer envite de los campeones rusos en el Raimundo Saporta estampaba el sello de la Euroliga al choque. El equipo del ex madridista Mijail Mijailov ha sido de los animadores del torneo continental desde principio de temporada y, por lo visto en el coliseo La Castellana, los aficionados madridistas est¨¢n al d¨ªa porque, pese a ser un club con escaso cartel entre el gran p¨²blico, pr¨¢cticamente llenaron las gradas.

Demostraron buen olfato. El Ural, adem¨¢s de Mijailov, dispone de varios internacionales en sus filas -Vassili Karasev, Valeri Daineko, Serguei Panov, Alexander Bashminov y Ruslav Avleev- y, desde luego, cuenta con el cl¨¢sico potencial competitivo y humano que se le supone al due?o del t¨ªtulo en Rusia.

Adem¨¢s, como no pod¨ªa ser de otra forma, la presencia del Serguei Belov en el banquillo garantizaba el t¨ªpico baloncesto de la escuela ex sovi¨¦tica. Valeri Daineko es un buen ejemplo. Un hombre capaz de jugar de tres y de cuatro que, por supuesto, sabe sacar la mano desde el per¨ªmetro. Una especie de Gregor Fucka de los Urales.

El Ural sum¨® veintitr¨¦s de sus veintinueve primeros puntos entre el ala-p¨ªvot y el experimentado Karasev -doce y once respectivamente-. Enfrente, Dragan Tarlac y Zan Tabak alimentaban al Real Madrid dentro de la zona, donde mayor superioridad encontraba.

Hab¨ªa suficiente tensi¨®n para disfrutar del choque, aunque sin alcanzar las cotas habituales en un choque oficial de la Euroliga.

Fruto de la buena actitud que imperaba sobre el parqu¨¦ apareci¨® el 40-36 del descanso. Pero Daineko estaba con ganas. Sali¨® del vestuario, clav¨® un triple, culmin¨® un par de acciones m¨¢s y empujo al Ural a una situaci¨®n ins¨®lita para un partido que siempre hab¨ªa fluctuado en un palmo de terreno (47-55 m.26).

A los blancos les urg¨ªa reaccionar de inmediato. Como Aleksander Djordjevic rumiaba su resfriado vestido de calle, las alternativas pasaban por el belga Jean Marc Jaumin, la aplicaci¨®n de Tabak y el fragor defensivo de Iker Iturbe y Lucio Angulo. Con ellos, Alberto Herreros para disparar.

El rearme madridista sali¨® a pedir de boca y Herreros, justo sobre la bocina del tercer cuarto, acababa con la escapada rusa desde el arco de triples (60-59). La bomba del escolta apuntal¨® el triunfo en una batalla crucial, pero a¨²n hab¨ªa que ganar la guerra y el Ural despleg¨® la oleada defensiva en el momento preciso (64-75 m.38).

El vertiginoso ritmo del crono y la creciente autoridad de los hombres de Serguei Belov rompi¨® al Madrid, que olvid¨® el juego colectivo, lo apost¨® todo a un alocado carrusel de lanzamientos descabellados y dej¨® marcharse el trofeo navide?o a las faldas de los g¨¦lidos Urales.