Emoci¨®n, goles y reparto de puntos entre Croacia y Francia (2-2)

Francia dej¨® escapar la oportunidad de cenar ya clasificada para los cuartos de final, pero permanece c¨®modamente instalada en la primera posici¨®n del grupo B, con cuatro puntos. Croacia, que ara?¨® un punto con casta y velocidad, se jugar¨¢ el pase frente a Inglaterra, ya que no parece factible que Zidane y sus muchachos se dejen sorprender por Suiza, la cenicienta del grupo.

Francia parece haberse recuperado, al menos en el plano an¨ªmico. Y contin¨²a haci¨¦ndolo de la mano de un renacido Zidane (?¨¦ste s¨ª que tira del carro!), que parece otro con la el¨¢stica bleu. Atr¨¢s ha dejado el rostro cansino y cabizbajo que ha paseado por la liga espa?ola en los ¨²ltimos meses.

El capit¨¢n tom¨® las riendas del gigante dormido, manejando el bal¨®n, desbordando con velocidad y soltura y anotando su tercer tanto en la presente Eurocopa -que le sit¨²a adem¨¢s como m¨¢ximo goleador-. Volvi¨® a marcar a bal¨®n parado, de libre directo, aunque esta vez con la ayuda involuntaria de Tudor.

Pero lo mejor de su actuaci¨®n lleg¨® a cuatro minutos de la conclusi¨®n cuando, con un extraordinario taconazo, convirti¨® un c¨®rner lanzado por Henry -activo y veloz- en un pase de gol desaprovechado incomprensiblemente por Gallas.

Los hombres de Otto Baric fueron de m¨¢s a menos, con una buena l¨ªnea de presi¨®n -favorecida por la ausencia de Makelele-, lo que les permit¨ªa realizar r¨¢pidos contragolpes que no inquietaron en exceso a Barthez.

Salida en tromba

Enloqueci¨® el encuentro tras el preceptivo paso por la ducha. Sali¨® en tromba el conjunto arlequinado, que apoyado en una gran presi¨®n y la relajaci¨®n defensiva del combinado franc¨¦s, dio la vuelta al marcador en apenas seis minutos.

El primer gol croata fue obra de Rapaic, desde los once metros, tras un absurdo penalti cometido por Silvestre. El segundo, de Prso, tras un garrafal fallo en el despeje de Marcel Desailly, por quien los a?os no pasan en balde. Qatar parece dibujarse en su horizonte.

Sin embargo, una nueva ayuda de Tudor, esta vez en forma de magistral asistencia a Trezeguet, el pretendido del Bar?a, volvi¨® a nivelar la balanza. Y el encuentro gan¨® en emoci¨®n y velocidad, con r¨¢pidas transiciones entre ambas porter¨ªas y claras ocasiones de gol. Los aciertos atacantes se solapaban con los fallos en marcas y despejes, para deleite del espectador.

Aunque la mayor pegada de los vigentes campeones -Zidane, Henry, Trezeguet, Pires...- parec¨ªa que acabar¨ªa por imponerse, unas veces la falta de punter¨ªa y alguna mano magistral de Butina se encargaron de salvar un punto de oro para los de Baric. Aunque para ocasi¨®n clara, la marrada por Mornar a bocajarro en el ¨²ltimo suspiro, tras una gran jugada personal de Olic.