El Zaragoza salva los puntos y pierde la verg¨¹enza
El equipo aragon¨¦s termina abucheado por su p¨²blico y pidiendo la hora ante un M¨¢laga con nueve jugadores
Un gol de Cani en el minuto 15 le ha bastado al Zaragoza para sacar la cabeza en la clasificaci¨®n (28 puntos) y empujar de paso al M¨¢laga hacia el barro de la angustia (21 puntos), pero no se ha salvado de ser apabullado por un equipo con nueve jugadores, de tener que pedir la hora en los estertores finales del encuentro, y de irse para casa con un tremendo abucheo de su hinchada.
Cerca de 30.000 espectadores se sentaban esta tarde en las gradas de La Romareda cuando el ¨¢rbitro, el madrile?o Meg¨ªa D¨¢vila (que expuls¨® con roja directa a Edgar en el minuto 49 y por doble amarilla a Duda, en el 77), dio comienzo al partido. A la segunda oportunidad que tuvo la col¨® el Zaragoza, en concreto Cani, que se aprovech¨® de un error del defensa C¨¦sar Navas. A partir de entonces el equipo aragon¨¦s claudic¨® y se dedic¨® a buscar la tranquilidad a golpe de tiros francos y jugadas de estrategias.
El M¨¢laga se ech¨® el partido sobre los hombros, tirando a correr banda arriba para desesperaci¨®n de los laterales zaragocistas. El equipo entrenado por V¨ªctor M¨²?oz trat¨® de devolver el golpe en contragolpes torpes, lanzando balones hacia adelante para pillar a la defensa malaguista, lo que convirti¨® el partido en un correcalles descabezado. Pudo Duda empatar a la media hora de partido, pero su lanzamiento de falta, desde muy lejos, rebot¨® en el larguero de Luis Garc¨ªa.
Al inicio de la segunda parte se fue al vestuario Edgar, con roja directa, pero a¨²n as¨ª el equipo de Antonio Tapia aguant¨®; se reorden¨® e increment¨® la presi¨®n, mientras el Zaragoza se ahogaba en su propia ineptitud. Eso s¨ª, ocasiones no cre¨® apenas ninguna el equipo andaluz. Y en esto que en el minuto 77 expuls¨® el ¨¢rbitro a Duda y se acab¨® lo que se daba, con el M¨¢laga muriendo de pie y con la vista en la porter¨ªa y el Zaragoza abochornado por su falta de recursos y pitado por su propia hinchada.
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