El Racing respira
Los goles de Regueiro, Aganzo y Azurmendi mantienen al equipo c¨¢ntabro fuera del descenso
El Racing de Santander, con su victoria sobre el Numancia en Soria (2-3), ha dado un paso importante para asegurarse la permanencia en la Primera Divisi¨®n y al mismo tiempo hunde un poco m¨¢s a los sorianos.
El encuentro comenz¨® bien para los sorianos, pues a los cinco minutos marcaron su primer gol. Fue un saque de esquina ejecutado por Juanlu; Ochoa toc¨® de cabeza, el bal¨®n golpe¨® en la cruceta del marco racinguista, el rechace lo recogi¨® Pulpo Gonz¨¢lez, que lanz¨® suave y Pablo Sanz acab¨® marcando. Pero el Racing, lejos de amilanarse, se estir¨® y se hizo con el dominio en el centro del campo, tomando como referencia al brasile?o Anderson Silva y con alguna internada de Regradi por la banda derecha del ataque santanderino, sin consecuencias para la porter¨ªa de Juanma.
Mientras, el Numancia se dejaba querer y utilizaba el contragolpe para crear peligro, especialmente en saques de esquina, ya que lleg¨® a lanzar hasta seis en algo m¨¢s de veinte minutos. Los ataques del Racing mor¨ªan en su l¨ªnea de creaci¨®n y sus delanteros no llegaban a crear peligro hasta que apareci¨® el uruguayo Mario Regueiro, que recogi¨® un bal¨®n en la frontal se fue de varios contrarios y con la izquierda lanz¨® un disparo que hizo in¨²til la intervenci¨®n de Juanma.
El Numancia parec¨ªa tener m¨¢s presencia en ataque que su rival, pero el gol de Regueiro hizo da?o a los jugadores de M¨¢ximo Hern¨¢ndez, con menos ideas en el centro del campo y balones largos a sus interiores, que no eran capaces de romper el orden defensivo del Racing. El racingista Aganzo fue el encargado de dejar en evidencia a sus rivales poco antes del descanso. El bal¨®n cruz¨® todo el ¨¢rea ante la pasividad de los defensas sorianos y lleg¨® hasta ¨¦ste, que con un limpio cabezazo llev¨® otra vez la desilusi¨®n a las gradas. Poco a poco los sorianos fueron perdiendo fuelle y las prisas por resolver un partido muy importante para ellos en su liga particular se les fue complicando y fruto de esas imprecisiones y de los nervios fue el tercer gol, obra de Arizmendi.
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