El Madrid golea al Racing y mete presi¨®n al Bar?a

El Real Madrid sigue su carrera contra el tiempo y la l¨®gica y despu¨¦s de bailar a un inocente Racing se sit¨²a a tres puntos del Barcelona, que siente en la espalda el aliento del Madrid como no lo hab¨ªa sentido en todo el a?o. El Madrid suma su s¨¦ptima victoria consecutiva y logra mantener, al menos una semana m¨¢s, la incertidumbre y la emoci¨®n en una Liga que parec¨ªa sentenciada.

El Real Madrid sigue a lo suyo, no baja el ritmo y alimenta en cada partido las pocas esperanzas que a¨²n tiene de ganar la Liga. El trabajo psicol¨®gico de Vanderlei Luxemburgo ha convertido a un equipo que caminaba por el campeonato como alma en pena en un bloque convencido de sus posibilidades, que cree en s¨ª mismo como no lo hab¨ªa hecho en los ¨²ltimos 12 meses y que est¨¢ dispuesto a hacer trabajar al Barcelona hasta el ¨²ltimo minuto de esta Liga. Adem¨¢s no necesita jugar bien al f¨²tbol para resolver sus partidos. Contra el Racing s¨®lo necesit¨® dos latigazos aislados para acabar con la resistencia de los c¨¢ntabros, a los que descentr¨® tanto la calidad de los madridistas como la particular forma que tiene de entender el arbitraje Iturralde Gonz¨¢lez.

El que primero apareci¨® fue Ra¨²l, m¨¢s participativo y acertado que de costumbre. En un contragolpe dirigido con lucidez, el capit¨¢n rompi¨® la zaga del Racing con un pase de vaselina a Ronaldo y el brasile?o cedi¨® amablemente el bal¨®n a Owen para que ¨¦ste marcara. Con la tranquilidad de saberse a tres puntos del Bar?a, el Madrid se vio con el trabajo hecho y se relaj¨®, pecado ¨¦ste que no ha logrado corregir Luxemburgo. Pero fue entonces cuando surgi¨® la figura de Iturralde para animar un encuentro que caminaba hacia el aburrimiento. Es un ¨¢rbitro que ve cosas que son inalcanzables para el resto de los mortales y quiz¨¢ por eso se?al¨® un supuesto penalti de Aouate a Ronaldo. El brasile?o transform¨® el lanzamiento y quit¨® la ilusi¨®n que todav¨ªa le pod¨ªa quedar al Racing, un conjunto al que hay que agradecer su buen trato del bal¨®n, pero que se mostr¨® demasiado inocente.

El Racing sali¨® algo m¨¢s animado de los vestuarios, le meti¨® otra velocidad a su juego y oblig¨® al Madrid a trabajar en defensa. Pero apareci¨® de nuevo Ra¨²l, en su mejor partido de la temporada, para sentenciar el choque, si no lo estaba ya. Se ofreci¨® en el centro del campo, movi¨® con inteligencia y rapidez el bal¨®n, trabaj¨® como siempre en la presi¨®n y, adem¨¢s, volvi¨® a besarse el anillo. Marc¨® primero con un disparo preciso y sutil que puso el bal¨®n en una esquina, lejos de las manos de Aouate. Respondi¨® Regueiro con un lanzamiento de falta que termin¨® con el bal¨®n en el larguero de la porter¨ªa de Casillas, que vivi¨® el encuentro m¨¢s pl¨¢cido del campeonato. Ah¨ª se acab¨® el Racing, que recibi¨® un nuevo tanto de Ra¨²l. Beckham luch¨® un bal¨®n que parec¨ªa perdido, se lo cedi¨® a Owen y ¨¦ste esper¨® la llegada del capit¨¢n, que celebr¨® su gol 250 en partido oficial con el Madrid.

A partir de ah¨ª el partido qued¨® convertido en un rondo, para deleite de los hombres de Luxemburgo. Los futbolistas dejaron de correr y se limitaron a andar y andando hay pocos equipos que puedan hacer da?o al Real Madrid.

Lleg¨® entonces el momento de las ovaciones y los agradecimientos. Entraron Guti y Figo, que se llevaron dos de las ovaciones m¨¢s grandes de la noche. El primero por lo que aporta al equipo y el segundo por los servicios prestados. Tambi¨¦n volvi¨® a recibir los aplausos del p¨²blico que tan injustamente ha llegado a discutirle Ronaldo, que sum¨® un otro tanto en su carrera hacia el Pichichi.